INFORME
La Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay planteó medidas concretas para promover la inversión y la creación de empleo en el sector.
La pandemia del COVID-19 afectó a todas las actividades de la economía uruguaya, pero especialmente al sector del comercio y los servicios que perdió aproximadamente 45.000 empleos y registró el cierre de unas 6.000 empresas, desde que comenzó la crisis sanitaria.
Pese a que algunas actividades del rubro han logrado en los últimos meses revertir las caídas registradas en 2020, a nivel general el sector sigue en caída. De acuerdo a la información relevada por la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU) y Equipos Consultores, en el segundo trimestre de 2021 se registró una caída de 1,3% real en las ventas globales del sector, en comparación con igual trimestre de 2020, lo cual significó el noveno trimestre consecutivo (27 meses) en registrar variaciones negativas.
En este contexto -y en el marco de un encuentro organizado por la cámara para sus empresas y gremiales socias-, el departamento de Estudios Económicos de la CCSU, elaboró múltiples propuestas con el objetivo de promover la inversión, la creación de empleo y reactivar el sector.
Las medidas planteadas se dividieron en tres grandes áreas: incentivos tributarios, negociación salarial y modernización laboral.
Sobre la primera dimensión, desde la gremial plantearon siete medidas concretas para mejorar en el ámbito tributario: cambios en la gravación del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE) para pequeñas y medianas empresas (pymes); reinstaurar el método de ajuste por inflación en el IRAE; eliminar el sistema de pago del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas por dividendos fictos; eliminar de forma gradual el Impuesto al Patrimonio; eliminar o reducir anticipos de pago de IRAE e IVA en las importaciones; eliminar o reducir tasas de IMESI, así como rever listado de bienes considerados suntuarios (productos de lujo); y la eliminación de la tasa consular.
En relación a la negociación salarial, desde la gremial plantearon que la negociación sea tripartita “solo para los mínimos por rama” y que la negociación sea bipartita para los demás niveles de negociación. En tanto, sugirieron “protocolos de descuelgue (de los Consejos de Salarios) ágiles y basados en datos objetivos”; así como también resolver los “restantes aspectos de la queja” de Uruguay ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por último, la CCSU sugirió que se promuevan las “bolsas de horas, un corrimiento de las horas de descanso en la jornada laboral”; el fraccionamiento de la licencia en períodos más cortos y la “polifuncionalidad” en el entendido de que se redefinan las categorías en las micro, pequeñas y medianas empresas.