Diversos sectores empresariales vislumbran que el panorama económico durante 2025 se presentará “estable”, aunque con focos que podrían agitar las aguas, independientemente de quien gane la Presidencia de la República, según expresaron sus representantes a El País.
Los puntos más fuertes están, quizás, en los proyectos de gran envergadura -como planes de saneamiento, nuevos data centers y ampliaciones en las zonas francas. Y los focos que podrían agitar las aguas son la negociación salarial que en 2025 podría ser algo complicada; el precio del dólar (estuvo por debajo de sus fundamentos por muchos meses y en las últimas semanas siguió un camino ascendente hasta casi $ 44 a la venta en pizarra ayer); los impuestos (ambos candidatos presidenciales han prometido no subirlos, pero no se sabe a quiénes alcanzará la medida y menos cómo la implementarán sin afectar las arcas del Estado); y existe cierto temor sobre la continuidad de algunos proyectos, no de que se vayan a frenar, pero sí enlentecer en la transición gubernamental. A esto se agrega la sombra del impuesto mínimo global, con impactos aún impredecibles en zonas francas.
El problema de la competitividad es entendido por los entrevistados como de difícil solución, en el que hay que ir trabajando.
Industria y comercio
La Cámara de Industrias (CIU) afirmó a El País que si bien “no fue un año bueno”, sí se repuntó en producción, ventas, exportaciones y márgenes en comparación con 2023.
Fernando Pache, presidente de la CIU, entiende que el principal desafío será aumentar la competitividad, que el dólar “vuelva a un valor de equilibrio” (más alto que el que tuvo gran parte del año), bajar los costos energéticos y lograr flexibilidad laboral para atender mejor las distintas realidades (que distan de ser homogéneas).
Según la CIU, el tipo de cambio ha sido “el determinante” de la baja de los márgenes durante la mayor parte de 2024. “Somos optimistas que se vaya adecuando y mejoren los márgenes en 2025”, dice Pache.
En el sector observan que solo se invierte en el país, “cuando hay regímenes promocionales que exoneran impuestos”. En cuanto a los puestos de trabajo, estos se fueron recuperando, ubicándose paulatinamente en niveles anteriores a la pandemia de covid-19.
Sobre la negociación salarial, la CIU señala que en 2023 se realizaron adelantos a cuenta de la inflación que luego fue menor a la prevista, y que la distorsión se fue corrigiendo en 2024, pero en forma gradual. De ahí que estarán atentos a esos factores en 2025.
“Hay dirigentes sindicales con los cuales se hace muy difícil acordar”, dice un escrito de la CIU sobre este tema.
Por su parte, Ana Laura Fernández, economista de la Cámara de Comercio y Servicios (CCYS), dijo a El País que en 2024 hubo una relativa recuperación general, pero no en todos los sectores. “Los mejores resultados se vieron en la industria, agro y construcción”, destacó. Actuaron a favor el comportamiento del salario real (rindió más que en 2023) y la reducción de la brecha cambiaria con Argentina, entre otros factores.
“Para 2025 no esperamos grandes cambios. El crecimiento proyectado del PIB, de entre 2,5% y 3%, jala hacia arriba el comercio y los servicios”, dijo.
Destacó que la nueva ronda de negociación salarial será clave en 2025, porque probablemente se va a dar en un marco de inflación controlada, hoy en 5%. “Hay que internalizar eso como base de la negociación”, alertó, además de insistir en que hay que ir resolviendo el problema de que “Uruguay es caro”.
Consultada sobre el mayor desafío del sector comercio y servicios, Fernández respondió: “La facilitación”, apuntando a que las altas tasas y costos, entre otros obstáculos y burocracias a los procesos, afectan la rentabilidad de las empresas, pudiéndose evitar.
Construcción
Alejandro Ruibal, presidente de la Cámara de la Construcción (CCU) comentó a El País que en la gremial pensaban que la actividad se iba a enlentecer al finalizar las obras de UPM2, pero que igual fue buena este año por la obra vial y la vivienda promovida. También se mantuvo alto el empleo en el sector, con unos 56.700 trabajadores registrados.
Para 2025 se desarrollarán proyectos importantes, como el saneamiento de 62 localidades del país, nuevos proyectos de construcción de data centers, otros de vialidad y urbanidad.
Al preguntarle sobre el proyecto de la construcción de la “Planta Arazatí” -que Ruibal y sus socios impulsan desde su empresa Saceem y otras-, manifestó “no debo pronunciarme”. Sin embargo, aclaró que están esperando que el Ministerio de Ambiente expida las autorizaciones. “El recurso de amparo ya salió, ahora está en el Tribunal de Apelaciones”, agregó sobre el caso.
Más a largo plazo, destaca el proyecto del Tren Tram (una propuesta de Saceem, Stadler y Stiler a través del Consorcio Tres Eses), que unirá Montevideo con la Ciudad de la Costa, previsto para 2026. Además, están los proyectos de producción de hidrógeno verde.
Exportaciones
En términos generales, las proyecciones del gobierno son de crecimiento para las exportaciones. “En la Rendición de Cuentas se estimó un magro 1,7% para 2025. Necesitamos trabajar en diversos puntos de nuestra agenda para potenciar ese crecimiento, como competitividad, inserción internacional, sostenibilidad”, dijo a El País Carmen Porteiro, presidenta de la Unión de Exportadores.
Porteiro estima que este año terminará con un crecimiento en dólares en el entorno de 14%, “pero se trata principalmente de una recuperación frente a un año particularmente malo por la sequía en 2023”, puntualizó. Agregó que en 2024 estuvo UPM2 trabajando todo el año, pero que no estarán factores como ese en 2025”.
“Tenemos aspectos que generan incertidumbre: cómo va a trabajar la nueva Administración Trump en EE.UU., qué tanto proteccionismo podemos esperar, cómo va a responder China” -afirmó- lo que va a incidir en los precios internacionales o logísticos”, además de “una nueva administración en Uruguay”, finalizó.
Ana Laura Fernández - Economista de la Cámara de Comercio
“La nueva ronda de negociación salarial será clave en 2025, porque se va a dar en un marco de inflación controlada (hoy en 5%). Hay que internalizar eso como base de la negociación”.
Fernando Pache - Presidente de la Cámara de Industrias
“En 2023 se realizaron adelantos a cuenta de la inflación que luego fue menor a la prevista. La distorsión se fue corriendo en 2024, pero en forma paulatina”, dice la CIU.
Alejandro Ruibal - Presidente de la Cámara de la Construcción
“Para 2025 estarán los proyectos de saneamiento, construcción de data centers, otros de vialidad”, afirmó. Sobre el nuevo gobierno, dijo que “hay incertidumbre, pero no nerviosismo”.
Carmen Porteiro - Presidenta de la Unión de Exportadores
“En la Rendición de Cuentas se estimó un crecimiento del sector de las exportaciones de un magro 1,7% para 2025. Necesitamos trabajar en una agenda para potenciar eso”.
Enrique Buero - Presidente de Cámara de Zonas Francas
Ante el impuesto mínimo global, afirmó: “El gobierno debería rediseñar su sistema de incentivos. Queremos trabajar con el gobierno (...) para seguir captando inversiones”.
Zonas francas e Impuesto Global
El sector de las zonas francas del país es el que presenta una de las visiones más alentadoras para 2025 de los sectores consultados por El País, con doce zonas francas operativas y tres más autorizadas.
Representa alrededor del 6% del PIB y, según dijo a El País el presidente de esta Cámara, Enrique Buero, “este es un sector que se sigue desempeñando por encima de la media de la economía”.
Para 2025, Buero espera que la puesta en funcionamiento de UPM2 genere más ingresos a Uruguay. También hay expectativas por dos nuevas zonas francas: World Trade Center (WTC) Punta del Este y la Zona Franca del Plata en Colonia, ambas en construcción. La tercera zona franca autorizada es la Audiovisual, de la que habrá más detalles el próximo año.
Buero destacó el nuevo centro Google en el Parque de las Ciencias, nuevas infraestructuras en zonas francas ya existentes (como en Aguada Park, una nueva torre en WTC y otras).
Las verticales de mayor desarrollo de este sector, según estudios realizados, serán: biotecnología, ciencias de la vida, e-commerce transfronterizo, inteligencia artificial y otras tecnologías.
Sobre los desafíos para 2025, Buero destacó el Impuesto Mínimo Global (15% que aplica a multinacionales con ingresos superiores a 750 millones de euros).
De alguna forma, ese nuevo impuesto (que estableció la OCDE a nivel internacional) contradice los beneficios fiscales que ha establecido el gobierno nacional a determinadas empresas.
Consultado al respecto, Bueno señaló: “Queremos trabajar con el gobierno (sea cual sea en 2025) para transformar ese desafío y seguir captando inversiones”.
Apuntó, en esa línea, que el país debería rediseñar una estrategia de sus mecanismos de incentivos, “para que las empresas paguen ese impuesto en Uruguay, que es una de las opciones que tienen”, dijo.
Mencionó a Singapur como uno de los países que han rediseñado sus estrategias para mitigar el impacto del nuevo impuesto global, con éxito. “Un rediseño de incentivos a la inversión no sólo tiene que ver con zonas francas, sino con otros sectores y organismos vinculados, como la Comap”, dijo.
“Sobre 2025, nos preocupa cuidar la seguridad jurídica y los derechos ya adquiridos por parte de quienes han invertido acá. Si eso está claro, estamos para trabajar”, concluyó.
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