La parada de la refinería de La Teja por mantenimiento durante más tiempo del previsto, impactó en las cuentas de Ancap que en el primer semestre arrojó pérdidas por US$ 79 millones. Además, el ente presentó el status de una serie de proyectos de inversión en los que puede participar (que su desarrollo está en manos de privados) y de otro que se viene para Alcoholes del Uruguay (ALUR). Estos datos los presentaron ayer las autoridades del ente en un taller para periodistas.

Algunos de los principales datos expuestos por Ancap fueron que los ingresos operativos netos alcanzaron a US$ 1.049 millones en el primer semestre, mientras que el costo de ventas por US$ 1.038 millones y gastos de administración de ventas y otros por US$ 77 millones.

En ese sentido, el ente registró un resultado operativo de pérdidas correspondiente a unos US$ 66 millones.

Por otra parte, el resultado de las operaciones financieras arrojó un total de pérdidas de US$ 26 millones, que se explica por pérdidas con motivo de diferencia de cambio (US$ 14 millones), ganancias por colocaciones financieras (US$ 5,8 millones) e intereses perdidos (US$ 17,8 millones). Las autoridades señalaron que este resultado muestra el impacto positivo de la pesificación de la deuda de 2015.

A su vez, los resultados por participación de Ancap en empresas vinculadas fue positivo en US$ 13 millones.

Así se llegó a un resultado neto que arrojó pérdidas por US$ 79 millones en el primer semestre.

Ya en el primer trimestre el ente había arrojado pérdidas por US$ 48 millones. Por lo que en el segundo trimestre se redujeron en algo.

Visto de otra forma, el resultado total de Ancap se compone por pérdidas de US$ 77 millones en el mercado monopólico por la parada de la refinería, ganancias de los negocios no monopólicos del grupo por US$ 2,5 millones (pese a que el del portland volvió a perder, esta vez US$ 12,5 millones), otras ganancias por US$ 8,5 millones, las ya mencionadas ganancias por vinculadas de US$ 13 millones y pérdidas financieras por US$ 26 millones.

Foto: El País

El 4 de setiembre de 2023, Ancap anunciaba la parada por mantenimiento y obras de la refinería de La Teja, pero la misma se extendió más de lo previsto y se completaron 297 días sin funcionar. En ese lapso, se cambiaron tres torres de destilación, el precalentador de aire de horno, se instalaron 17 bombas nuevas, se reconstruyó la chimenea del incinerador y se hizo una adecuación tecnológica del cracking.

¿Por qué la parada técnica demoró más de lo previsto?

Si bien la parada de mantenimiento de la refinería comenzó el 4 de setiembre de 2023, hubo problemas ya que 45 días antes de esa fecha debían empezar los trabajos previos, lo que no ocurrió por medidas sindicales. Eso implicó que al comenzar ya se sabía que la refinería estaría parada más tiempo de lo previsto y de hecho, las autoridades de Ancap marcaron que este fue un aspecto clave en la demora.

A eso se sumaron otros problemas. Durante los primeros días de abril de 2024 se concretó la entrega de unidades a operaciones (excepto cracking) y la refinería comenzó a funcionar, pero su torre principal sufrió una fisura, por lo que se detuvieron las operaciones nuevamente.

Entonces, la parada terminó durando 297 días debido a las tareas previas no realizadas por conflicto sindical, demoras por lluvia, licencia de construcción y otros imprevistos.

Esto implicó pérdidas de unos US$ 670.000 por día hasta que el pasado 20 de junio el ente anunció el inicio de plena producción en la refinería.

Solo en 2024, el impacto de la parada implicó US$ 115 millones de pérdida, según la comparación del márgen bruto promedio de la estatal con y sin refinería operando a plena capacidad.

Foto: Leonardo Mainé.

Durante este tiempo, Ancap importó combustibles con precios más altos de los estimados por el Precio de Paridad de Importación (PPI) y los precios al público se fijaron por debajo de esa estimación.

Ancap utilizó la Terminal del Este para la llegada de gasoil ya que representa ahorros de unos US$ 23 millones en logística. Sin embargo, a partir de marzo de este año, la Terminal del Este se dedicó a recibir crudo, por lo que el gasoil utilizado en esos meses se descargó en La Teja y se perdió este beneficio.

Durante el 2022, Ancap registró las variaciones más significativas en los precios de sus productos y en julio del mismo año alcanzó su punto más alto. Si bien en la actualidad, tanto el precio del crudo como de los productos refinados se mantienen en valores elevados, corresponden a una disminución con respecto al año pasado.

En el caso de las gasolinas, supergás y propano, estuvieron por debajo de la Paridad de Precios de Importación (PPI). Además, según informó la empresa, las importaciones de gasolina y gasoil por la parada de la refinería tuvieron un costo mayor al PPI de US$ 19 millones.

En ese sentido, Ancap sostuvo que durante el primer semestre del año, la brecha de precios fue de US$ 25 millones y US$ 12 millones por subsidio del supergás. Es decir, los precios al público estuvieron por debajo de lo que pagó Ancap.

El ente defendió que desde 2021 "la sociedad lleva acumulado un ahorro de US$ 500 millones respecto del precio de mercado, estimado por la paridad de importación". Esto es debido a que los precios de los combustibles que paga el consumidor están por debajo del que indica el PPI (que es el ejercicio teórico de lo que saldrían los combustibles si Ancap no tuviera el monopolio de refinación y distribución, y un importador le compitiera).

La empresa estatal registró operaciones que aportaron a las arcas del Estado US$ 603 millones por concepto de Imesi, impuesto al CO2, IVA y fideicomiso del transporte.

Dentro de las empresas vinculadas al grupo Ancap, la que más ganancias registró fue la Distribuidora Uruguaya de Combustibles (Ducsa) por US$ 22 millones. Este resultado estuvo compuesto por ganancias por la red de estaciones Ancap (US$ 16 millones), lubricantes Ancap y Texaco (US$ 1,1 millones) y otros negocios (US$ 5,2 millones).

Del otro lado, las empresas que mayores pérdidas generaron fueron Alcoholes del Uruguay (ALUR) por US$ 6,1 millones y Cementos del Plata por US$ 2,7 millones.

La cantidad de hogares alcanzados por el subsidio del supergás aumenta cada año. Fueron entregadas alrededor de tres millones de recargas subsidiadas a unos 114.000 hogares por mes.

Según estimó el ente, se recibieron unas 680 denuncias de problemas de acceso a recargas, por lo que Ancap y el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) reunieron una serie de medidas para disminuir las denuncias.

A propósito, algunas de las disposiciones incluyen el procedimiento de ingreso manual de cédula de identidad por única vez, de las que se excluyen cédulas de menores entre los habilitados a retirar.

Por otra parte, se acordó la coordinación entre organismos para uso de aplicación TuApp con requerimiento de PIN para verificación de identidad.

Algunos de los cambios más resaltados por Ancap durante esta administración fueron las inversiones en la refinería de La Teja (con el mantenimiento y las obras) y en logística fluvial con un nuevo amarradero en el departamento de Paysandú.

El ente estatal resaltó los proyectos de transición energética que se esperan concretar entre los próximos cinco y ocho años.

Si bien las expectativas por la generación de hidrógeno verde a nivel mundial son cada vez más altas, Ancap sostuvo que los niveles de inversión en producción a gran escala son todavía muy bajos.

Algunos de los desafíos más importantes para Ancap incluyen la iniciativa de HIF Global en el departamento de Paysandú, proyecto sobre el cual la petrolera estatal tiene derechos por hasta el 30% de un total de inversión de US$ 6.000 millones. En este caso, se producirá hidrógeno verde para luego convertirlo a e-metanol y e-gasolina en el lugar.

El ente señaló que en diciembre de 2025 la empresa tomará la decisión final de inversión.

Por otro lado, como parte del acuerdo con Enertrag en Bella Unión, para producir e-metanol, Ancap también tiene el derecho a ingresar con hasta el 30% de un total de inversión de US$ 1.000 millones. En este caso, en marzo de 2025 estará el estudio de factibilidad del proyecto y se estima que en 2026 la empresa tomará la decisión final de inversión.

A su vez, sobre fin de este año Ancap licitará los primeros cuatro bloques en la plataforma marítima para la producción de hidrógeno offshore. Aquí también el ente tendrá la opción de entrar en la inversión con hasta el 30% en cada bloque. Se estima que entre 2028 y 2032 estará la decisión primaria de inversión.

“Los proyectos han recibido buena respuesta del mercado y configuran una oportunidad única para Uruguay”, afirmó la empresa estatal.

Por otro lado, las autoridades del ente informaron que se inició un proceso para conseguir interesados en ampliar el proyecto de producción de green diesel y bioSAF, a través de un llamado a expresiones de interés liderado por ALUR. El grupo Ancap ya contrató la ingeniería para una planta a instalar en la refinería de La Teja y se espera que operadores privados generen una mayor escala, ya sea a través del suministro de materia prima adicional o de mercados ciertos de destino.