Redacción El País
El optimismo de las empresas familiares uruguayas creció respecto a su facturación, rentabilidad, cantidad de empleados y expansión geográfica. Sin embargo, una de sus principales preocupaciones es la retención y el desarrollo del talento humano.

Estas conclusiones se desprenden de la segunda edición de Retratos de Familia en Uruguay, una encuesta elaborada por la consultora KPMG y el Centro de Empresas Familiares de la Cámara de Comercio y Servicios (Ccsuy) y a la que accedió El País.

Entre los principales hallazgos de la encuesta, se constató que en 2023, hubo un escenario de mayor optimismo en términos generales, por parte de las empresas familiares participantes, respecto de la primera edición realizada en 2021. De acuerdo con el informe, esto era “algo esperable” en la medida que los efectos de la pandemia del covid-19 van quedando atrás.

En relación a la posibilidad de vender o no el negocio familiar, el 73% de las empresas relevadas dijo que no visualizó oportunidades de venta o integración de capital a futuro. Esto representó un aumento significativo respecto a 2021, cuando el 56% de las firmas consultadas había respondido que no veía oportunidades.

Lo que sí se mantuvo sin cambios en comparación con la edición anterior fueron aquellas empresas que consideran la posibilidad pero la limitan al interés familiar (seis de cada 10 en ambas encuestas).

A diferencia de 2021, en la segunda edición participaron 96 empresas, lo que significó un aumento del 50% respecto al primer año, además de que se constató un mayor porte de las empresas encuestadas. Esto, sumado a las mejores condiciones económicas poscovid-19, incidió en que una mayor cantidad de empresas elaboró y formalizó un plan estratégico (41% en 2023 versus 33% en 2021) y en un aumento del 67% de las empresas que desarrollan alguna actividad en el exterior (15% versus 9% en 2021).

“Otro cambio interesante respecto a 2021 es que las encuestadas valoran entre las primeras tres preocupaciones la retención y desarrollo del talento”, indicó el informe, aspecto vinculado al hecho de que este año el 22% de las encuestadas tiene más de 40 colaboradores, cuando en 2021 eran solo el 12%.

En términos de financiamiento, la principal fuente elegida por las empresas familiares es la de origen externo (55%), siendo dentro de estas el financiamiento bancario (41%) la opción más destacada. En términos generales, las fuentes de financiamiento mantuvieron su peso relativo respecto a 2021.

La expectativa para los próximos 18 meses es de aumentar aún más las fuentes externas de financiamiento (55% actual versus 68% esperado), en particular a través de financiamiento externo privado no bancario, tales como créditos de proveedores, alianzas y franquicias.

Al ser consultadas respecto al principal destino de la captación de nuevos recursos, el 62% de las empresas familiares consultadas, manifestó que lo haría a efectos de expandir su negocio actual (concepto de mayor aumento respecto a 2021 cuando representó el 57%), o para llevar adelante nuevos proyectos (27%), mientras que el resto se refirió a necesidades de capital de trabajo o sustituciones de activo fijo.

Entre los aspectos que las empresas consideraron como más relevantes para el éxito de su negocio familiar, nueve de cada 10 participantes valoraron importante o muy importante, la separación de intereses de la familia y del negocio; la preparación y capacitación del sucesor antes del inicio de sus funciones; el conocimiento financiero de los familiares que operan en el negocio; y la comunicación tanto sobre la situación del negocio, como entre las generaciones de la familia.

El 94% de las empresas consultadas consideró importante la preparación del sucesor, guarismo que se mantuvo con respecto a la edición anterior. Sin embargo, solo tres de cada 10 consideró que el sucesor está en condiciones de asumir la gestión (dos de cada 10 en 2021).

De acuerdo con el informe, dicho aumento “puede relacionarse al mayor porte, y quizás nivel de madurez, de las participantes en esta edición respecto de la anterior”.

Por otra parte, según lo constatado por la encuesta, al igual que en 2021, casi nueve de 10 empresas familiares cuentan con hasta cuatro miembros de la familia ocupando puestos en la empresa.

No obstante, ocho de cada 10 respondieron que no han avanzado en un protocolo de familia, ni han establecido un consejo de familia, dos herramientas que ayudan a organizar el trabajo y separar los intereses de la familia de los de la empresa.

De manera similar a 2021, se encontró que la representación familiar en el directorio de estas empresas es muy alta: el 93% respondió tener al menos un familiar (90% en 2021) y en el 76% de los casos más de la mitad de los integrantes son miembros de la familia (80% en 2021). A su vez, el 71% dijo que el presidente del directorio ocupa también el cargo de gerente general (CEO o equivalente).