ENCUESTA

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En 2022 en América Latina “el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) se desacelerará este año, en parte debido a un efecto estadístico. Un crecimiento más moderado del gasto privado y de capital, junto con condiciones crediticias y políticas fiscales menos favorables, también contribuirán a la moderación general. Las nuevas variantes de covid-19, la inflación elevada y la incertidumbre política y de políticas debido a las elecciones en algunos países enturbian el panorama”. Ese es el contexto que plantea la consultora FocusEconomics para la región.

En febrero, la estimación promedio para la región es de un crecimiento de la actividad en 2022 de 2,2% (0,1 punto menos respecto a enero), según el informe que acompaña el sondeo que se realiza a bancos y consultoras. Para 2023, la expansión regional prevista es 2,3% (misma estimación que en diciembre y enero). Todo esto, tras un aumento de la actividad estimado en 6,5% en 2021.

En el caso de Uruguay, los economistas y bancos mantuvieron sus estimaciones del PIB para 2022, según la encuesta FocusEconomics Consensus Forecast LatinFocus de febrero (a la que accedió El País).

El sondeo se realizó previo a la invasión de Rusia a Ucrania, ocurrida en la medianoche (hora uruguaya) del miércoles pasado.

“El PIB debería haber seguido fortaleciéndose en términos secuenciales en el cuarto trimestre, pero es probable que el crecimiento se haya desacelerado en términos interanuales en relación con la sólida lectura del tercer trimestre debido a un efecto de base de comparación que se desvanece. En el cuarto trimestre, la tasa de desempleo cayó al nivel más bajo desde noviembre de 2017, mientras que el ingreso familiar promedio aumentó considerablemente, casi alcanzando sus niveles previos a la pandemia, lo que sugiere que el consumo privado se mantuvo sólido”, señaló la consultora sobre Uruguay.

“Además, la producción industrial continuó creciendo a un ritmo acelerado en el cuarto trimestre, mientras que el crecimiento de las exportaciones de bienes se disparó, lo que es un buen augurio para la actividad general”, agregó.

Los datos del PIB del cuarto trimestre de 2021 se conocerán el próximo 23 de marzo.

De todas maneras, FocusEconomics advirtió que “la detección de la variante Omicron (de covid) en diciembre probablemente influyó en la actividad a fines del trimestre”.

En cuanto al primer trimestre de 2022, “el crecimiento del PIB debería acelerarse, a pesar de que algunas inundaciones afectaron la producción en la capital a mediados de enero, ya que el gasto de los hogares continúa fortaleciéndose, respaldado por un crecimiento saludable del crédito y una rápida implementación de de vacunas de refuerzo que ayudan al sentimiento”, afirmó.

Según la consultora “se proyecta que el PIB se expanda a un ritmo más lento este año debido a un efecto de base (de comparación) que se desvanece. Dicho esto, un mercado laboral mejorado y restricciones de covid-19 más flexibles deberían respaldar el gasto de los hogares. Además, las exportaciones deberían beneficiarse de una cierta reducción en las interrupciones de la cadena de suministro”.

“Sin embargo, el potencial para la imprudencia fiscal y la persistente incertidumbre relacionada con la pandemia nublan las perspectivas”, añadió.

Los bancos y consultoras (son 19 los que responden este mes) mantuvieron sus proyecciones en consenso y esperan que el PIB en Uruguay crezca 3,3% en 2022 (mismo guarismo que en enero, en diciembre estimaban 3,2% y en noviembre 3,3%). Las respuestas varían entre 2,7% (FitchRatings) y 3,8% (BBVA Argentina). La nueva estimación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es de un alza de 3,8% en 2022.

El pronóstico de crecimiento de 3,3% de los analistas ubica a la uruguaya como la tercera economía que más crecería en 2022 en la región, por detrás de Colombia (+4,1%) y Bolivia (+3,4%). Venezuela (que no está incluida en el promedio regional) verá crecer su economía 6,2% tras varios años de recesión.

Para 2023, los economistas y bancos estiman en consenso que la economía uruguaya crecería 2,6% (misma estimación que en enero y en diciembre) con respuestas entre 2% (Capital Economics) y 3% (HSBC, The Economist Intelligence Unit y el Cinve). El MEF prevé una expansión de 3,1%.

Los analistas prevén que el déficit fiscal en Uruguay mejore en 2022 y 2023 (respecto a cada año previo respectivamente) tras el mayor impacto del coronavirus que generó menor recaudación de impuestos, aportes, tasas y mayor gasto en salud y medidas paliativas por la crisis económica. En 2020, el déficit sin el efecto “cincuentones” fue de 5,8% del PIB (cuando la estimación del gobierno era de 6,5% del PIB). El efecto “cincuentones” genera que aquellos que tienen en torno a esa edad y se salen del régimen de AFAP (una ley los habilitó) vuelquen lo acumulado en esas administradoras a un fideicomiso que administra el Banco de Previsión Social. Si bien eso es un ingreso para las arcas del Estado, en el largo plazo más que se revertirá, al ser mayor el gasto en pagar esas jubilaciones.

En 2021, el déficit fiscal se ubicó en 4,2% del PIB y la meta del MEF era de 4,9%.

Para 2022 el consenso de los consultados (respondieron 13) estimó que el rojo de las cuentas públicas (sin el efecto “cincuentones”) será de 3,7% del Producto, 0,3 puntos menos que en enero. El mínimo previsto es de 2,2% (HSBC) y el máximo es de 4,8% del PIB (Oikos). El MEF prevé un déficit de 3,1% del PIB en 2022.

Para 2023, bancos, consultoras y AFAP proyectan un déficit fiscal de 3,2% del Producto -en enero preveían 3,3% del PIB, en diciembre 3,2% y en noviembre estimaban 2,9%-, con respuestas entre 1,7% (HSBC) y 4,1% del PIB (Oikos). El MEF estima un déficit de 2,9% del PIB.

¿Qué prevén los bancos y consultoras sobre la evolución del dólar y los precios en Uruguay?

Proyecciones para 2022 y 2023

Para el cierre de 2022, los encuestados por LatinFocus prevén en consenso que el dólar cotice en Uruguay a $ 46 (estimaban $ 45,90 en enero,  $ 45,70 en diciembre y $ 45,60 en noviembre y en octubre). Las respuestas van de   $ 42,80 (HSBC) a $ 48,10 (Moody’s Analytics). La estimación de consenso, supone un aumento de 8,2% desde los $ 42,533 (a los que cotizó el interbancario el viernes pasado) hasta el cierre de 2022.}

Para fin de 2023, las consultoras, bancos y AFAP ven al dólar en $ 47,90 ( en enero pronosticaban $ 47,60, en diciembre preveían $ 47,50, en noviembre $ 47,80 y en octubre $ 48). El mínimo esperado es de $ 46 (Barclays Capital) y el máximo es de $ 53,20 (Moody’s Analytics).

Respecto a la inflación, en febrero los 15 encuestados por LatinFocus (cuatro no respondieron) estimaron en consenso que la suba de precios en 2022 será de 6,9% (en enero proyectaban 7%). Las respuestas van entre 6,2% (Fitch Solutions) y 8% (Capital Economics). Ninguno espera que se cumpla la meta oficial de entre 3% y 6%.

Para 2023 los analistas proyectaron en consenso una inflación de 6,5% (preveían 6,4% en enero), con un mínimo de 5,5% (BBVA) y un máximo de 7,7% (República AFAP). Solo dos esperan se cumpla la meta oficial.