En América Latina, “la economía se desacelerará este año debido a las tasas de interés elevadas y los precios promedio más bajos en relación con 2022 para las exportaciones de commodities clave. Sin embargo, las llegadas más fuertes de turistas y la recuperación de China luego del levantamiento de las restricciones de covid-19 ayudarán al sector externo. Los disturbios sociopolíticos, el clima extremo y una política monetaria más estricta de lo esperado son riesgos clave”. Ese es el contexto que plantea la consultora FocusEconomics para la región.
En febrero la estimación promedio para la región es de un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023 de 1,1% (mismo guarismo que en enero y diciembre) y en 2024 de 1,9%, según el informe que acompaña el sondeo que se realiza a bancos y consultoras. Esto, tras un aumento de la actividad estimado de 3,6% en 2022.
En el caso de Uruguay, los economistas y bancos locales y del exterior mantuvieron sus estimaciones del PIB para 2023 luego de bajarlas en enero, según la encuesta FocusEconomics Consensus Forecast LatinFocus de febrero (a la que accedió El País). Las respuestas fueron recolectadas entre el 7 y el 12 de febrero.
“Después de que el crecimiento se desaceleró en el tercer trimestre, los datos disponibles indican que la economía se enfrió aún más en el cuarto trimestre de 2022. Las exportaciones anuales de bienes se contrajeron durante el trimestre, lo que contrasta con la expansión saludable del tercer trimestre”, señaló la consultora sobre Uruguay.
“Además, la producción industrial se contrajo en octubre-noviembre, mientras que las tasas de interés más altas probablemente obstaculizaron la actividad. Dicho esto, la desaceleración sostenida de la inflación a lo largo del trimestre, sumada a un menor desempleo, deberían haber apoyado el consumo privado”, añadió.
Para 2023, “el panorama económico sigue siendo sombrío, ya que el mal tiempo está pasando factura a la economía. El 24 de enero, el gobierno extendió el estado de emergencia agropecuaria hasta abril debido a una sequía persistente y pronósticos meteorológicos pesimistas para los próximos meses”, señaló el informe sobre Uruguay.
Por ello, “se prevé que el crecimiento económico se desacelerará este año debido a que la inflación y las tasas de interés aún elevadas lastran la actividad interna, mientras que la desaceleración económica mundial obstaculiza el sector externo. Los factores clave a observar incluyen las condiciones climáticas, las negociaciones comerciales con China, las relaciones con el Mercosur y la reforma jubilatoria”, concluyó.
Los bancos y consultoras (son 18 los que responden este mes) mantuvieron sus proyecciones en consenso y esperan que el PIB en Uruguay crezca 2,4% en 2023 (en enero estimaban 2,4%, en diciembre, en noviembre y en octubre pronosticaban 2,5%, en septiembre preveían 2,7% y en agosto 2,6%). Las respuestas varían entre 0,9% (Julius Baer) y 3,2% (Equipos Consultores y Euromonitor). La nueva estimación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es de un alza de 2% en 2023.
El pronóstico de crecimiento de 2,4% ubica a la uruguaya como la tercera economía que más crecería en 2023 en América Latina, por detrás de Paraguay (+4,2%) y Bolivia (+3%). El PIB de Venezuela (no incluido en el promedio regional) crecerá 5,1%.
Para 2024, los economistas y bancos estiman en consenso que la economía uruguaya crecería 2,5% (mismo guarismo que en enero, 0,1 punto más que en diciembre y mismo guarismo que en noviembre y octubre) con respuestas entre 2% (Capital Economics, Instituto de Economía y JP Morgan) y 3,1% (Cinve). El MEF prevé una expansión de 2,8%.
La Inflación seguiría fuera de la meta oficial
En febrero los 14 encuestados por LatinFocus (cuatro no respondieron) estimaron en consenso que la suba de precios en 2023 será de 7,2% (0,2 puntos porcentuales menos que en enero). Las respuestas van entre 6,4% (JPMorgan) y 7,8% (República AFAP). Para 2024 los analistas proyectaron en consenso una inflación de 6,6% (mismo guarismo que en enero). Las respuestas van entre 5,5% (Oxford Economics) y 8,4% (República AFAP). Ambas estimaciones de consenso (2023 y 2024) están fuera de la meta del gobierno de entre 3% y 6%.
Déficit fiscal
Los analistas prevén que el déficit fiscal en Uruguay mejore en 2023 y 2024 (respecto a cada año previo respectivamente). En 2022, el déficit sin el efecto “cincuentones” fue de 3,2% del PIB. El efecto “cincuentones” genera que aquellos que tienen en torno a esa edad y se salen del régimen de AFAP (una ley los habilitó) vuelquen lo acumulado en esas administradoras a un fideicomiso que administra el Banco de Previsión Social. Si bien eso es un ingreso para las arcas del Estado, en el largo plazo más que se revertirá, al ser mayor el gasto en pagar esas jubilaciones.
Para 2023 el consenso de los consultados (respondieron nueve) prevé que el déficit fiscal (sin efecto “cincuentones”) sea de 2,6% del Producto (0,5 puntos más que en enero, mismo guarismo que en diciembre y 0,1 punto menos que en noviembre).
El mínimo previsto es de 1,9% (BBVA Argentina) y el máximo es de 3,8% del PIB (Instituto de Economía). El MEF prevé un déficit de 2,6% del PIB en 2023.
Para 2024, bancos, consultoras y AFAP proyectan un déficit fiscal de 2,,2% del Producto (en enero preveían 1,8% del PIB de déficit, em diciembre pronosticaban 2,4% del PIB y en noviembre 2% del PIB).
Las respuestas van entre 1% del PIB (Moody’s Analytics) y un déficit fiscal máximo de 3% del PIB (Equipos Consultores y Oxford Economics). El MEF estima un déficit de 2,3% del PIB para 2024.
Prevén suba del dólar, que ayer cortó racha de caídas
En febrero los bancos, consultoras y AFAP ajustaron a la baja sus pronósticos del precio del dólar para fin de 2023 y mínamente al alza para fin de 2024.
Para el cierre de 2023, los encuestados por LatinFocus prevén en consenso que la moneda estadounidense cotice a $ 42,50 (estimaban $ 42,90 en enero, $ 44,50 en diciembre y $ 44,80 en noviembre). Las respuestas van de $ 39,5 (JP Morgan) a $ 45 (Capital Economics).
La estimación de consenso, supone una suba del dólar de 9,6% desde ayer hasta fin de año.
Para fin de 2024, las consultoras, bancos y AFAP ven al dólar en $ 45,10 (en enero pronosticaban $ 45, en diciembre $ 46,80 y en noviembre preveían que cerraría 2024 a $ 47,50). El mínimo esperado es de $ 42,5 (Oxford Economics) y el máximo es de $ 47,90 (Moody’s Analytics).
Ayer, el dólar cortó una racha de tres caídas consecutivas, al subir 0,55% y negociarse en promedio a $ 38,764.
En la jornada, la moneda estadounidense cotizó entre $ 38,70 y $ 38,90 para finalizar en el máximo. El valor de cierre subió 0,65% respecto al del jueves.
En la semana, el billete verde cayó 1,37% “punta a punta” (al comparar el valor de ayer con el del viernes previo) . Es la primera baja semanal en tres semanas y es la mayor en más de un mes (en la semana del 17 al 20 de enero retrocedió 1,63%).
En lo que va de febrero el dólar sube 0,21% mientras que en el año cae 3,26%.
A través de las pantallas de la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa) en la semana se hicieron un total de 141 operaciones por un monto de US$ 76,5 millones (lunes y martes no hubo operativa por el feriado de carnaval) Ayer se negociaron US$ 24,5 millones en 49 transacciones.
Al público, en las pizarras del Banco República (BROU) , ayer el dólar subió 25 centésimos para la compra y 35 centésimos para la venta y cerró en $ 37,70 y $ 40,20 respectivamente.En la semana, “punta a punta”, el dólar al público bajó 15 centésimos para la compra y 25 centésimos para la venta.