¿Qué va a pasar con la economía de un vecino relevante para Uruguay en 2025? Entre certezas e incertidumbres

En 2025 la economía argentina tiene algunas certezas y otras incertidumbres según analizan los economistas luego que el gobierno de Javier Milei enviara el Presupuesto al Congreso.

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Javier Milei: en un hecho inédito, el presidente presentó él mismo el Presupuesto del año próximo.
Javier Milei: en un hecho inédito, el presidente presentó él mismo el Presupuesto del año próximo.
Foto: AFP

Buenos Aires
El Presupuesto de la República Argentina enviado al Congreso por el presidente Javier Milei anticipa para el año próximo un crecimiento de la actividad económica y una marcada desaceleración de la inflación. Sin embargo, aún con el esperado cambio de tendencia en esas dos variables clave, buena parte de las incertidumbres sobre el rumbo de la economía siguen sin ser despejadas. La continuidad tanto del duro ajuste fiscal como del cepo cambiario, según surge del Presupuesto, abre interrogantes acerca de qué tan vigorosa podrá ser la recuperación en un contexto en el que no parece que vayan a ceder las severas dificultades que enfrenta el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para acumular dólares.

“Lo más destacado del Presupuesto es que refleja una clara voluntad política de alcanzar el déficit cero, y tratar de llegar a ese objetivo como sea. Si bien el Presupuesto no permite determinar cómo se alcanzará el equilibrio fiscal dado que buen parte de los números presentados no cierran, queda claro que el ajuste continuará”, dijo a El País Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, en Buenos Aires.

La novedad del Presupuesto presentado por Milei es que, a diferencia de lo que sucedió históricamente en Argentina, en lugar de definir en primer lugar un nivel de gastos y luego buscar su financiamiento, esta vez el gasto del Estado se ajustará al nivel de los ingresos disponibles.

Bajo esas condiciones, el gobierno garantizará el pago de intereses de la deuda pública y de los gastos automáticos indexados por inflación, como jubilaciones y algunas partidas de asistencia social. En caso de que los ingresos no sean los suficientes para cubrir la totalidad de los gastos, los recortes solo podrán pasar por las partidas que componen las erogaciones discrecionales.

Entre esos gastos figuran los subsidios a las tarifas de transporte, electricidad, gas y agua; las transferencias a las provincias; el financiamiento de las obras públicas y los recursos destinados a las universidades.

“Lo más importante es que Argentina va a un déficit cero como una regla irrompible. Esa regla es creíble porque el gobierno ha venido trabajando con una idea de equilibrio fiscal desde el inicio de la gestión”, dijo a El País Fernando Baer, economista asociado en Quantum Finanzas, en Buenos Aires.

“Ahora bien, si hubiera una caída en los ingresos, dentro del gasto discrecional a ajustar están partidas que ya han venido reduciéndose mucho en estos últimos meses, con lo que no queda mucho margen para seguir recortando”, agregó.

Además de la continuidad del ajuste fiscal, otro aspecto clave que permanecería según se desprende del Presupuesto 2025 es el cepo cambiario. Más allá de su retórica ultra liberal, el gobierno de Milei parece decidido a seguir controlando el valor del tipo de cambio, el principal precio de la economía. En esa línea, el Presupuesto proyecta que el dólar oficial llegará a fines del año próximo a 1.207 pesos argentinos, lo que implicaría una devaluación controlada del 18,4% a lo largo de 2025. Esa corrección promedio del 1,4% mensual correría a la par del crecimiento estimado para la inflación.

Cepo al dólar
Cepo al dólar
Getty Images

Lejos del consenso del mercado que esperaba una inmediata liberalización de las restricciones cambiarias bajo un gobierno de Milei, ese anuncio deberá seguir esperando.

Tras la presentación del Presupuesto, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, señaló que “del cepo se saldrá, como dijo el presidente y el ministro (de Economía Luis Caputo), cuando estén dadas las condiciones”. Consultado si el Presupuesto 2025 supone la persistencia del cepo, Guberman se limitó a decir que no lo prevé para “todo el año”.

¿Hay recuperación de la economía?

En el esquema delineado por el gobierno de Milei que incluye la continuidad del ajuste fiscal y del cepo cambiario -al menos durante una parte del 2025-, uno de los interrogantes entre los analistas es si, bajo esas condiciones, la economía argentina podrá iniciar un proceso de recuperación sostenida más allá del rebote esperado tras la fuerte caída de este año.

Las proyecciones del gobierno indican que luego de un descenso del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,8% en 2024, el año próximo la economía se expandirá un 5%.

Para alcanzar esa meta, la administración Milei confía en un alza del consumo, las inversiones y las exportaciones. En el caso del consumo privado, la previsión es una recuperación del 4,5% luego del derrumbe registrado este año.

Javier Milei
Javier Milei, presidente de Argentina
AFP

No obstante, hay economistas que advierten que esas estimaciones son demasiado optimistas dado que el gobierno proyecta esa alza del consumo en función de una inflación que prevé en el 18,3% para el año próximo.

Esa proyección está muy por debajo del 38,4% de inflación estimado por el promedio de las estimaciones de consultoras y bancos que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que difunde todos los meses el Banco Central.

“Bajar la inflación a un 18% anual no parece algo que esté al alcance de la mano. Que haya una recuperación del salario real y de las jubilaciones no se visualiza entre las expectativas para el año próximo”, dijo Beker.

Pero, no es la única interrogante sobre el Presupuesto.

¿Habrá dólares suficientes?

Otra de las dudas en torno al crecimiento proyectado por el gobierno es si habrá dólares suficientes como para abastecer el incremento de las importaciones que se registraría en un contexto de recuperación de la actividad y del consumo.

En Argentina, por cada punto que crece el PIB, las importaciones se incrementan más del 3%. Si bien el gobierno proyecta un aumento del 9% en las exportaciones, la entrada de divisas por el canal comercial podría ser más reducida. La apreciación cambiaria y la caída del precio de commodities como la soja en un contexto en que, a contramano de las promesas de campaña, tampoco se prevé para 2025 una reducción en la alícuota de las retenciones podrían ponerle un techo más bajo que el previsto al aumento de las exportaciones. Al menor superávit comercial que el proyectado podría agregarse un mayor déficit en la balanza de turismo ante la creciente salida de argentinos al exterior por la apreciación del peso argentino.

En ese marco desfavorable para acumular dólares, el foco de los analistas está dejando de lado las preocupaciones por la cuestión fiscal para encender las alertas en torno a la evolución de las cuentas del sector externo. El interrogante clave es cómo conseguirá el gobierno las divisas necesarias tanto para financiar importaciones que apuntalen la reactivación como para afrontar el desafiante cronograma de vencimientos a partir de enero próximo. Esas alarmas crecen aún más si se tiene en cuenta que las reservas netas del BCRA -aquellas que están efectivamente disponibles- son negativas en unos U$S 6.000 millones.

“Hay un gran olvido en el Presupuesto. Toda la atención del gobierno está puesta en que los ingresos sean mayores a los gastos para alcanzar un resultado fiscal primario favorable, pero ese excedente es en pesos argentinos. Dado que los intereses de la deuda hay que pagarlos en dólares, falta una regla de oro para garantizar también el superávit del sector externo. Además de superávit fiscal, es clave tener superávit externo y no se informó cómo se llegará a eso ni en el discurso del presidente ni en el Presupuesto”, dijo Beker.

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