¿Qué ve en la región uno de los organismos internacionales más importantes y qué financiamiento dará a Uruguay?

CAF destinará financiamientos a América Latina y el Caribe, una de las regiones que estará más estancada en 2025. Para Uruguay, aprobó operaciones que fortalecerán el sistema previsional.

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CAF
Fachada de la nueva sede del Caf Banco de Desarrollo de America Latina (Comunidad Andina de Fomento), ubicada en el predio del ex Mercado Central, entre las calles Ciudadela, Reconquista, Bartolome Mitre y Camacua, Ciudad Vieja, Montevideo, ND 20230427, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

La algo marcará la tónica de 2025 es el bajo crecimiento económico de América Latina y el Caribe. Así lo han advertido diversos organismos internacionales, al señalar que esta región ha demostrado ser resiliente —sobre todo de los impactos de la pandemia del covid-19—, pero aún sufre secuelas que se suman a dificultades endógenas que resultan persistentes.

Esto, a pesar que Estados Unidos, China y Europa han puesto más la mira en los recursos naturales de esta región últimamente (dado que otras partes del mundo están más convulsionadas), lo que abriría una oportunidad.

El desafío de esta región, entonces, está en crecer más allá de las proyecciones que no son alentadoras, y hacer valer sus recursos ante potenciales compradores del exterior, que también podrían ser —eventualmente— aliados para el desarrollo.

El litio de países como Chile o Argentina, por ejemplo, es uno de los grandes bienes que, ante tendencias globales hacia las energías renovables, está llamando la atención.

En cuanto a Uruguay, su política vinculada a la segunda transición energética también es un atractivo para inversores extranjeros y su estabilidad constituye un “imán” que hay que saber mantener y mostrar.

Energia Eolica en Uruguay
Molinos de viento del Parque Eolico Peralta sobre la Ruta 5 en el departamento de Tacuarembo, energia eolica, energias renovables en Uruguay, ND 20240826, foto Darwin Borrelli - Archivo El Pais
Darwin Borrelli/Archivo El Pais

En ese marco, la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe ha aprobado apoyos financieros para impulsar proyectos específicos en esta región, precisamente por su crecimiento estancado, con el marco a nivel global de las guerras Rusia-Ucrania y de Medio Oriente y a una vuelta al proteccionismo que se ve venir.

En su última reunión de directorio del año 2024, la CAF aprobó US$ 2.478 millones para 10 países de la región destinados a crear infraestructuras más eficientes, acelerar la transición energética, aumentar la productividad y mejorar la movilidad urbana, ambiental, sistemas de agua y saneamiento. Los proyectos estratégicos que serán apoyados están en Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Honduras, Panamá, República Dominicana y Trinidad y Tobago.

La meta de la CAF, según ha señalado Sergio Díaz-Granados, su presidente ejecutivo, es “apoyar la transición energética, la reducción de la pobreza y las desigualdades, así como la transformación digital y la resiliencia climática”.

Uno de los temas que más preocupa a este organismo, es el impacto del cambio climático en la región. Además, el 35% del financiamiento de la CAF en 2024 se destinó a iniciativas que promueven la protección de la biodiversidad, la preservación de ecosistemas y la mitigación del cambio climático.

En gran parte, estas iniciativas responden al objetivo de la CAF de convertirse en el “banco verde” de la región y dedicar el 40% de su financiamiento a iniciativas ambientales y de sostenibilidad al 2026, según anunció.

Uruguay y el cono sur

Entre las operaciones aprobadas por la CAF sobre el cierre del año, destaca que en Uruguay el foco sea el fortalecimiento del sistema previsional.

Mientras en otros países, el apuntalamiento se da, por ejemplo, para la modernización de estructuras viales, sistemas de saneamiento o de otros servicios esenciales, el organismo evaluó que el “talón de Aquiles” de Uruguay para alcanzar un mayor desarrollo —por encima del histórico 2%-2,5%— está en este momento en el sistema de seguridad social. Es decir, más allá del monto asignado para ello, es bueno ver dónde la CAF puso el foco.

En concreto, con una línea de crédito de US$ 300 millones, la CAF apoyará a la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias (CJPB) en el marco de la reforma del sistema previsional de Uruguay.

“Ese financiamiento garantizará el pago de prestaciones a más de 38.000 beneficiarios, en su mayoría mujeres, contribuyendo a la sostenibilidad financiera de la institución y el bienestar social”, afirmó la CAF en un documento.

Asimismo, el organismo decidió la ampliación del financiamiento regional de Fonplata (banco de desarrollo conformado por cinco países: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay), para proyectos estratégicos de desarrollo socioambiental, económico producto e infraestructura en esos países.

Sergio Díaz-Granados

En Argentina, la CAF hizo foco en Río Negro, aprobando US$ 140 millones para el “Programa de Desarrollo Territorial” de esa provincia.

“Este financiamiento permitirá mejorar los sistemas de agua y saneamiento, fortalecer la gestión gubernamental y mejorar la conectividad vial, beneficiando a más de 730.000 habitantes de la región patagónica”, afirmó.

En Brasil, para abordar los impactos de las graves inundaciones sufridas en Porto Alegre, sobre todo en abril y mayo de 2024, la CAF llevará a cabo un proyecto para fortalecer la resiliencia climática de la ciudad, con lo que se proyecta que se beneficiarán más de 100.000 personas en áreas vulnerables.

Finalmente, en Chile, la CAF anunció un préstamo de US$ 300 millones para apoyar el “ambicioso plan” —así lo calificó— de expansión del Metro de Santiago, que tiene como meta aumentar su red en 50%.

El gobierno de Gabriel Boric ha planteado que dicho proyecto beneficiará a más de 4 millones de viajeros diarios, con una cobertura del 80% del área metropolitana y, por ende, impactará en diversas áreas de la actividad económica del país.

ONU proyecta 2,8% de crecimiento mundial en 2025

La economía mundial crecerá este 2025 un 2,8 % de media, porcentaje similar al del año anterior, según el informe de proyecciones económicas globales presentado ayer por el Departamento Económico y Social de las Naciones Unidas (ONU).

Bajo este porcentaje global se esconden grandes diferencias, pues mientras que el PIB de Europa “se recupera modestamente” y pasará del 0,9 % en 2024 a solo un 1,3 % en 2025, Asia registrará cifras mucho mejores: el sur del continente crecerá un 5,7 % en 2025 (liderado por India, con un notable 6,6 %), mientras que el este asiático avanzará un 4,7 %, impulsado por China (4,8 %).

En cuanto a Estados Unidos, su crecimiento va a ralentizarse, de un 2,8 % en 2024 a un 1,9 % en 2025, debido principalmente a un menor gasto de consumo.

El informe destaca que la economía global ha mostrado cierta resiliencia ante las turbulencias, pero el crecimiento aún está claramente por debajo de los niveles prepandémicos (cuando alcanzaron una media de 3,2 %) “limitado por una inversión débil, lento aumento en la producción y altos niveles de deuda”.

El panorama para 2025 puede verse favorecido por una inflación más baja y la flexibilidad monetaria actual, pero sus efectos pueden verse lastrados por factores de incertidumbre: conflictos geopolíticos, tensiones comerciales en aumento y elevados costes de la deuda para gran parte del mundo, factores todos ellos que pesarán en los países más pobres.

“Los países no deben despreciar estos peligros: en nuestra economía interconectada, las conmociones en un lado del mundo empujan los precios en otro. Cada país se ve afectado y debe ser parte de la solución”, dijo António Guterres en el informe.

El estudio también prevé que, si bien la inflación a nivel mundial podría moderarse, en muchos países en desarrollo seguirá en máximos históricos, incluso con porcentajes de dos dígitos. EFE

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