REGULACIÓN
El presidente del Central, Diego Labat, afirmó que preocupan algunas de las medidas planteadas en los proyectos de ley que buscan solucionar el conflicto de los deudores del Banco Hipotecario.
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El Banco Central (BCU) dio su opinión sobre la situación que aún atraviesa un grupo de deudores del Banco Hipotecario (BHU) y de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) en Unidades Reajustables (UR) y analizó las iniciativas legislativas que están a estudio del Parlamento.
Los proyectos de ley propuestos -uno desde la bancada de senadores de Cabildo Abierto y otro proveniente del senador colorado Germán Coutinho- buscan solucionar un conflicto que ya lleva años y que ha enfrentado a autoridades del BHU, ANV y del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) con diferentes legisladores.
El presidente del BCU, Diego Labat señaló -en el marco de su comparecencia en la comisión de Vivienda y Ordenamiento Territorial del Senado- que si bien entiende que es un tema “relevante para un conjunto de ciudadanos, como órgano rector del sistema financiero nos preocupan algunas de las cuestiones” planteadas en los proyectos de ley.
De acuerdo con el jerarca, al BCU le preocupa la “seguridad jurídica” dado que entiende que “cambiar reglas de juego a posteriori, desconociendo en particular la libertad que pueden haber tenido las partes al contratar (los préstamos), genera inseguridad jurídica cuando, de alguna manera, hubo cuestiones pactadas entre partes”.
Los deudores cuestionan que las cuotas de sus créditos hipotecarios ajustaron según los salarios (así evoluciona la UR), que entre 2005 y 2018 subieron más que la inflación (que es como ajusta la Unidad Indexada, la unidad de cuenta en la que el BHU da sus créditos en la actualidad) y piden que los préstamos pasen a ser en UI de forma retroactiva.
La postura de la presidenta del BHU, Casilda Echevarría en relación a los reclamos judiciales que han hecho los deudores -sin éxito-, es que tanto el ajuste en UR como luego el de UI ha sido previsto por ley, y en el mes de junio afirmó que “no se trata de un tema de cumplimiento de contratos y mucho menos de cumplimiento de obligaciones del BHU”.
A su entender, “lo que se está solicitando es la adaptación de los contratos período a período, según la conveniencia del deudor”. En este sentido, Echevarría afirmó que si se hacen las modificaciones legales previstas en los proyectos de ley, “evidentemente puede llevar a que otros deudores tengan la misma iniciativa de socorro, porque los asistiría el mismo interés. No estamos hablando de derecho, porque ninguno lo tendría, pero sí de interés”, aseguró en ese entonces.
En este contexto, Labat afirmó que de aplicarse alguna de las medidas previstas en los proyectos de ley “puede traer aparejado un incremento del riesgo moral”, en el entendido de que “los ciudadanos pueden tener la percepción de que conviene no pagarle al Estado, refinanciar y después entrar en un reclamo”.
Para ejemplificar su advertencia, el presidente del Central mencionó las dos refinanciaciones que el Estado hizo a fines de los años ochenta en el sector agropecuario. “Notoriamente a partir de ahí, como la percepción de los agentes era de mucho mayor riesgo, lo que terminó pasando fue una contracción del crédito y no mejor crédito”, explicó Labat.
El jerarca también puso el foco en los efectos que las modificaciones legales tendrían en el BHU en caso de aplicarse. Si bien manifestó que la situación patrimonial del Hipotecario “hoy es buena, sólida”, si se atienden los reclamos de los deudores “claramente la deterioraría”.
Para poder solucionar el conflicto, según Labat “la mejor salida” es encontrar “soluciones caso a caso” entre los deudores y el BHU.
Por otra parte, Labat dijo que el tema “no debería ser una cuestión de cálculos”, pero dado que en la exposición de motivos de los dos proyectos de ley a estudio del Parlamento “se hacen cálculos comparativos de la UR y la UI”, recomendó incluir “como mínimo dos variables más que son: la tasa de interés -porque notoriamente hay una diferencia importante entre la tasa de interés de la UI y la de la UR- y el período de reajuste”.
Sobre este punto Labat explicó que “no es lo mismo un período de reajuste de una vez por año que uno como el de la UI (reajusta todos los meses). Eso tiene un efecto importante” en el momento de hacer las comparaciones, alertó.
“Quizás haya cuestiones loables en los objetivos que se buscan (con los proyectos de ley que están a estudio), pero me parece que para lograrlos es importante encontrar los instrumentos adecuados”, afirmó Labat.
Los créditos en UR que tiene el BHU
En la comparecencia en el Senado, el superintendente de Servicios Financieros del BCU, Juan Pedro Cantera cuantificó el total de créditos en UR que tiene el BHU al 31 de mayo y dijo que equivale a US$ 450 millones, de los cuales US$ 150 millones corresponden a colgamentos. Entre esos algunos están a tasa cero y otros al 2%. “En cuanto al número de clientes correspondientes a familias que tienen créditos en UR, son 7.200, de un total de 11.800 clientes deudores en UR, entre los que se incluyen inmuebles que no están destinados a casa habitación”, explicó Cantera. Según el jerarca, “no es fácil cuantificar el impacto que tendrían los proyectos de ley”.
De acuerdo con Labat, “es fundamental pensar en los futuros tomadores de crédito”, así como “en todos los ciudadanos que de alguna manera van a querer de acá para adelante tomar crédito y que el crédito fluya”. Por eso el presidente del BCU remarcó que “la inseguridad jurídica, algunos malos incentivos, la posibilidad de perjudicar a los ahorristas y el propio deterioro que podría haber de la situación del BHU, lo que va a hacer es perjudicar, sin duda, a todos los que quieran acceder a créditos hipotecarios en el futuro”.
Por su parte, el senador Coutinho enfatizó en que los legisladores tienen “responsabilidad política” en el tema por lo que se deben buscar soluciones. “Este es un tema que tiene que estar en las agendas de las autoridades”, remarcó. “Podemos intercambiar e para ver cómo llegamos a un mejor proyecto de ley” pero “tiene que haber” uno, indicó.