Se agrava la guerra en Medio Oriente, ¿cómo puede impactar esto en la economía y los mercados?

Los conflictos moderarán el crecimiento de la economía mundial, los mercados están asimilando las variables inciertas pero tienen un límite, las inversiones pueden irse cada vez más a activos seguros.

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Israel ataca instalaciones de Hezbollah en Beirut.
Israel ataca instalaciones de Hezbollah en Beirut
Foto: Agencia EFE.

La escalada de la guerraen Medio Oriente, que se ha ido expandiendo en estos últimos díasalcanzando incluso la zona del Mar Rojo (por donde pasa gran parte del transporte internacional de alimentos, actualmente bajo el acecho de los hutíes), más la prolongación de la guerra entre Rusia-Ucrania (dos productores importantes de granos, petróleo y gas), no deja más que volver a revisar el impacto económico mundial.

El lanzamiento de más de 180 misiles por parte de Irán sobre Israel esta semana generó inseguridad en los mercados sobre el petróleo, produciendo una tendencia alcista (que luego se aplacó y volvió a subir), y el oro también ha ido incrementando su precio en el mercado internacional, al tiempo que se ha moderado el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) global proyectado.

Aún en ese contexto, los mercados financieros no han mostrado cambios significativos en estas semanas. Lo cierto es que los próximos días serán vitales para determinar no solo la evolución de la guerra entre Israel e Irán (que, de las dos en curso, ahora es la de mayor ebullición), sino sus efectos en el plano económico mundial que muchas veces demoran en evidenciarse.

Beirut: un residente camina en medio de la devastación tras un ataque israelí en el barrio de Haret Hreik
Beirut: un residente camina en medio de la devastación tras un ataque israelí en el barrio de Haret Hreik
Foto: AFP

“Crecimiento moderado”

Mathías Consolandich, analista económico de Exante, señaló a El País que, debido al conflicto bélico —entre otros factores—, las perspectivas son de un crecimiento global moderado tanto para este año como para 2025, de algo más de 3% anual. “Ese porcentaje está por debajo del ritmo promedio al que creció el mundo en las últimas décadas”, afirmó.

El economista evaluó que el crecimiento moderado esperado se debe asimismo a otros factores más allá de las guerras, entre ellos, los cambios demográficos que afectan la contribución del trabajo al proceso productivo y la menor productividad. “Y más allá de estos elementos estructurales, está el freno de la economía de China”, agregó.

Consolandich recordó que Bloomberg, hace algún tiempo, realizó escenarios dependiendo de la intensidad del conflicto y manejaba un impacto que variaba entre décimas y más de 1% el crecimiento global por año.

Mercados financieros

Los analistas consultados por El País coincidieron en que los acontecimientos bélicos de las últimas semanas han tenido un impacto muy acotado en los mercados financieros. “Sin embargo, de escalar el conflicto podríamos volver a observar mayores niveles de volatilidad y un ‘vuelo a la calidad’, con inversores buscando refugiarse en activos más seguros”, dijo Consolandich.

Ese escenario es consistente con las caídas en las tasas de los bonos de Estados Unidos y un fortalecimiento del dólar en el mundo. “Escenarios de este tipo inducen a salidas de capitales desde activos que en términos relativos son más riesgosos y subas en las primas de riesgo en países de mercados emergentes”, advirtió el economista de Exante.

Por su parte, Mateo Fernández, gerente de Inversiones de AFAP Itaú, consideró que las guerras representan incertidumbre que a su vez generan volatilidad con impacto en las inversiones, pero que por ahora “no se nota”, afirmó, aunque reconociendo que se podría evidenciar más adelante porque muchas veces los mercados demoran en reaccionar.

Efectivamente, el precio del petróleo subió 7% en solo un mes, afectado precisamente por la crisis en Medio Oriente, donde están los mayores productores de crudo, pero, viendo las acciones en Estados Unidos o las acciones de los países emergentes, los mercados se han mantenido sin mayores cambios.

“Si se extiende la guerra en Medio Oriente por mucho tiempo, disminuirán las inversiones a nivel internacional, aunque no necesariamente será así si el conflicto se encapsula en una región geográfica y no se ramifica”, proyectó Fernández.

Ignacio Bartesaghi, director de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica (UCU) consideró que, de alguna manera, los mercados han aprendido a asimilar una franja de inestabilidad de los precios del petróleo y otras variables, por lo que no se notan sus reacciones, por ahora.

“Hace unas décadas, una guerra habría hecho subir en un 30% el precio del petróleo, pero actualmente no tanto, porque el mercado asume más la inestabilidad del nuevo sistema internacional. Al menos por un tiempo más, hasta que todo se encause o quede bajo cierto control, si es que esto ocurre”, afirmó.

Sobre el crudo, su precio no se habría disparado fuertemente al alza en forma mantenida, dado que la oferta del producto es bastante abundante, por la actividad de la producción petrolera estadounidense y de otros países, y sobre todo por las reservas de Arabia Saudí.

No obstante, es claro que las guerras desestabilizan y, tarde o temprano, terminan generando menos comercio, menores inversiones y más refugio en las monedas duras, como el dólar y el oro, lo que ya está ocurriendo.

Conflicto belico entre Israel y Hamas
Ataque aéreo en las afueras de la aldea de Zawtar, en el sur del Libano-
Foto: AFP.

Alteraciones en las cadenas logísticas

Cuando comenzó la guerra en Ucrania en 2022, uno de los primeros impactos fue la interrupción del suministro de granos y cereales al resto del mundo.

A través de acuerdos básicos y el reacomodo de suplidores, el déficit de esa oferta alimenticia —esencial para muchos países—, se fue amortiguando en la dinámica internacional.

Para Bartesaghi, en aquella oportunidad el problema era “la oferta” por la restricción de las exportaciones y puertos afectados, lo que hizo disparar los precios de los productos, pero en esta ocasión, el problema es más que nada “la demanda”, según el producto.

“Un escenario es que mercados como el europeo —cuya economía no está del todo bien— y Estados Unidos —que está muy involucrado en las guerras—, bajen sus demandas de alimentos a nivel internacional. Y un Estados Unidos con menor movimiento de compra traccionará a China y a otros países asiáticos en sus demandas”, lo que afectará negativamente a los exportadores, entre ellos Uruguay, dijo Bartesaghi. Esto sucedería, de agravarse el conflicto bélico, según proyecta.

Consolandich, por su parte, advierte que el conflicto en Medio Oriente ya está generando disrupciones en algunas cadenas logísticas del comercio marítimo y que los precios del petróleo corren el riesgo de cambiar rápidamente. “Eso puede tener un impacto en los costos de transporte y por tanto un empuje inflacionario”, afirmó.

“El impacto por ahora fue relativamente moderado. En estos días observamos un aumento de más de 10% en la cotización del crudo desde los niveles de US$ 70 por barril que teníamos hace algunas semanas. Eso nos deja con precios por debajo de los US$ 80 por barril, que siguen siendo precios bajos respecto a los de los últimos años. Ese escenario es lo que permitió reducir el costo de los combustibles en Uruguay recientemente. Pero hay un riesgo cierto de que este escenario de precios del petróleo cambie rápidamente”, dijo Consolandich.

En la medida en que Uruguay es un importador de petróleo —acotó— esto puede suponer un shock negativo a sus términos de intercambio.

Miembros ucranianos practican el asalto a posiciones enemigas durante un entrenamiento militar.
Miembros ucranianos practican el asalto a posiciones enemigas durante un entrenamiento militar.
Foto: AFP

Más proyecciones

Los analistas concordaron en que, si el conflicto en Medio Oriente se agrava, el crecimiento del PIB global mostrará un impacto negativo y también se notará en los mercados financieros. Es decir, el riesgo de un deterioro rápido del contexto financiero internacional está presente.

“Durante la pandemia vimos los efectos inflacionarios que generaron las disrupciones en las cadenas logísticas y los cuellos de botella en las cadenas de producción. No estamos en un escenario comparable, pero de sostenerse o profundizarse el conflicto en Medio Oriente, podría darse un potencial empuje inflacionario desde ese frente, o también ante un potencial aumento del precio del petróleo”, proyectó Consolandich.

Para Fernández, la coyuntura mundial se tornará más compleja si el crecimiento de la economía de Estados Unidos se enlentece y, ante un aumento de la inflación, la Reserva Federal (Fed) baja la tasa de interés nuevamente, o se genera una mayor situación de incertidumbre. “No es lo que estamos viendo hoy, hay que seguir la evolución”, concluyó.

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