Se conoció el resultado fiscal de 2024 y se encendió la polémica en torno a si es mejor o peor que en 2019

El rojo de las cuentas públicas bajó 0,5 % al comparar el último años de ambos gobiernos. La exprecandidata blanca Laura Raffo salió al cruce de Gabriel Oddone, ministro de Economía designado.

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Gestión: si bien no se alcanzó el resultado esperado, se esgrimen argumentos como la sequía y la pandemia.
Foto: Leonardo Mainé

Redacción El País
El resultado fiscal del último año de gestión del actual gobierno sin los ingresos al Fideicomiso de la Seguridad Social (FSS), cerró 2024 en 4,1% del Producto Interno Bruto (PIB). Mientras, el déficit fiscal del Gobierno Central-BPS, se ubicó en 3,4% del PIB, un 0,5% por debajo del que arrojó el último año del segundo gobierno de Tabaré Vázquez en el año 2019.

Ese 3,4% del PIB equivale a US$ 2.585,94 millones.

Un comunicado divulgado por el Ministerio de Economía informó que el resultado del Gobierno Central - Banco de Previsión Social (GC-BPS) se ubicó en -3,2% del Producto Interno Bruto (PIB). El ingreso de fondos al Fideicomiso de la Seguridad Social (FSS) en el marco de lo previsto en la Ley n.º 19.590 fue de 0,1% del PIB, por lo que el resultado fiscal del GC-BPS, excluyendo los ingresos al FSS, se ubicó en -3,4% del PIB, reduciéndose 0,1% en términos del PIB respecto al año 2023.

Los ingresos del GC-BPS cerraron el año en 27,6% del PIB, aumentando 0,7% del PIB respecto a 2023. Dicho incremento obedece al aumento de 0,5% del PIB en los ingresos del GC y de 0,2% del PIB en la recaudación del BPS. Dentro del GC, el guarismo se explica principalmente por mayores ingresos de entes públicos (particularmente del BROU), mientras que la recaudación de la DGI disminuyó en términos del PIB.

Ministerio de Economia
Ministerio de Economia.
Foto: Archivo El País

En términos nominales, los ingresos del GC-BPS subieron 10,1% interanual al influjo de una magra recaudación neta de la DGI (6,2% interanual) que no pudo ser compensada por los mayores aportes de entes públicos.

Los egresos primarios del GC-BPS se ubicaron en 28,4% del PIB en 2024, aumentando 0,6% en términos del PIB. El rubro Pasividades presentó un incremento de 0,3% del PIB. Por su parte, los Gastos no Personales, las Remuneraciones, Inversiones, y Transferencias del GC-BPS, aumentaron 0,1% del PIB respectivamente.

En términos nominales, los egresos primarios subieron 9,8% nominal interanual.

Por último, el pago de intereses del GC-BPS se ubicó en 2,5% del PIB, aumentando 0,1% del PIB respecto a 2023 y 12,4% nominal interanual.

El resultado del Sector Público Global consolidado (SPG) fue de -4,0% del PIB, -4,1% del PIB depurado del efecto FSS, disminuyendo 0,2% del PIB respecto a 2023.

Laura Raffo
Laura Raffo: la economista se refirió al déficit fiscal.
Estefania Leal/Archivo El Pais

Reacciones

Tras conocerse los datos oficiales, Laura Raffo, senadora suplente electa por el Partido Nacional y coordinadora de temas económicos de la bancada de Alianza País de esa colectividad, salió al cruce de declaraciones de Gabriel Oddone.

En entrevista con El País publicada este viernes, el ministro designado de Economía y Finanzas dijo: “El déficit fiscal que nos van a dejar es exactamente el mismo que le dimos, con más deuda y más gasto público. De todas maneras, hay que esperar para ver los datos. Yo creo que si uno sale del dato puntual del cierre del 31 de diciembre del 2024 y mira la globalidad, la situación fiscal, es verdad que no empeoró desde el punto de vista del resultado fiscal, pero no mejoró. A su vez, aumentó el nivel de deuda en porcentaje del PIB y el gasto público es mayor hoy que en 2019. O sea que esa parte no está completa”.

Ante ello y con los datos oficiales en la mano, Raffo contestó: “La situación fiscal que deja este gobierno ha estado en boca del nuevo equipo económico, como una especie de mantra, desde hace semanas. Hoy se conoció que el déficit fiscal efectivo del Gobierno Central-BPS fue de 3,4% del PBI en el 2024. Este cierre fiscal (como cifra aislada) implica una mejora de 0,5% respecto a 2019, último año de gobierno del Frente Amplio”.

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Gabriel Oddone, designado ministro de Economía de Yamandú Orsi.
Foto: Francisco Flores

Asimismo, la exprecandidata presidencial nacionalista dijo también que “hay otros factores muy importantes que marcan el gran ascenso en el posicionamiento de Uruguay frente a inversores internacionales y agencias de riesgo”.

“En 2019 la deuda uruguaya tenía grado inversor pero con la nota más baja dentro de esa categoría, incluso, con perspectiva negativa y alertas de varias calificadoras. Este gobierno logró que la nota subiera dos escalones y que la perspectiva pasara a estable. Las notas de deuda son una escala sobre la confianza que se tiene para que un país pague sus obligaciones”, explicó Raffo.

A nivel técnico también se conocieron alguna reacciones de reconocidos economistas.

Uno de ellos fue Javier de Haedo, quien a través de su cuenta en la red social X comentó: “Una defectuosa regla fiscal no impidió que el déficit volviera a subir en la segunda mitad del período de gobierno. 2024 termina, previsiblemente, como 2019. Nada nuevo bajo el sol”.

Por su parte, Nicolás Cichevski -gerente senior en CPA Ferrere- también utilizó la red social X, donde sostuvo que “considerando que los ingresos de la DGI estuvieron por debajo de lo previsto en la Rendición de Cuentas (y ello era consistente con un Resultado Estructural de -3,4%), en el 2024 habría cerrado en torno a 3,8% del PIB, un deterioro similar a otros años electorales (1% del PIB)”.

Evento Un Balance Anticipado 2024
Javier de Haedo.
Foto: Leonardo Mainé
CRUCE

Bensión rebate dichos de Sánchez

La directora de Política Económica del MEF, Marcela Bensión, también salió a rebatir dichos del gobierno electo, en este caso, de Alejandro Sánchez, designado secretario de Presidencia que sostuvo en el Secretariado Ejecutivo del FA que las empresas públicas debieron adelantar pago de impuestos por US$ 1.000 millones para mejorar las cuentas fiscales. En declaraciones a Búsqueda, Bensión sostuvo que eso es “un disparate”. Se “confunde el concepto de distribución de utilidades de las empresas públicas al gobierno central con anticipos de tributos a la DGI. US$ 1.000 millones es más de un tercio del déficit fiscal anual, con lo cual no es posible anticipar impuestos por esa magnitud”.

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