La Cámara Uruguaya de las Tecnologías de Información (CUTI) estrenó directiva en un acto de la gremial ayer, con presencia de autoridades nacionales, en la sede del Uruguay Innovation Hub (HUB) en el Laboratorio Tecnológico (LATU).

Amílcar Perea (gerente general de Inswitch, quien era secretario ejecutivo de CUTI) asumió como presidente de la Cámara, en sustitución de Carlos Acle, quien continuará en la directiva de la misma.

Por su parte, Ana María Echavarren (de Infocorp) fue designada secretaria ejecutiva de CUTI. El 70% de la directiva de esta institución fue renovado y está previsto que sus integrantes se mantengan en sus cargos por cuatro años, según los estatutos.

“El desafío es que el sector de las tecnologías de información continúe siendo política de Estado y que se mejoren las condiciones competitivas del país, en comparación con otros de la región”, afirmó Perea dirigiéndose al vicecanciller de la República, Nicolás Albertoni, y a la titular del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Elisa Facio, ambos presentes en el evento.

Perea afirmó que la nueva administración de la CUTI continuará la línea de las anteriores, que fueron exitosas, y que ahora se han marcado como meta escalar con las siguientes metas: llevar más tecnología a las industrias (dado que la tecnología es transversal a todas ellas), apuntalar a las empresas del interior del país para que exporten más tecnología (hoy en día lo hacen solo 20 de ellas desde distintos departamentos), atraer más startups al sistema de innovación, y trabajar más que nunca en la generación del talento, en la medida en que faltan ingenieros y técnicos en el país.

Otra meta de la CUTI -destacó- es que se desarrollen más productos tecnológicos localmente para que se generen licencias y venderlas al exterior. Es decir, no exportar servicios como fundamentalmente se hace ahora, sino productos y licencias. “El 70% de las exportaciones de este sector son de software y ese negocio depende de la cantidad de mano de obra que tengamos. En cambio, con las licencias, no tenemos barreras”, alentó Perea.

En diálogo con El País, el presidente electo de CUTI destacó también la falta de talento en estas disciplinas y la necesidad de crear condiciones para que más jóvenes estudien ciencia y tecnología.

Foto: Fabiana Culshaw

Echavarren hizo referencia a cómo Uruguay avanza en la fase de “transformación de su matriz productiva” y que la sinergia público-privada es importante para ello.

Acle agregó a El País que la CUTI acaba de crear dos áreas de trabajo en sus filas, que se suman a las ya existentes, y son: la de “cambio de matriz productiva” (alineada con los objetivos del gobierno) y un “área de sinergias”, que busca potenciar los acuerdos entre cámaras, industrias, empresas y la academia.

Asimismo, está dentro de las metas de esta administración promover la diversidad e inclusión, sobre todo con más mujeres en la industria y personas de distintos orígenes, agregó Echavarren.

Tanto Perea como Echavarren hicieron hincapié en la importancia de motivar a los jóvenes a estudiar ingeniería u otras carreras tecnológicas, debido a la alta demanda que existe en esas materias. Para promover la docencia en estas disciplinas y crear condiciones para que más gente se sume a este campo, una alternativa que maneja la CUTI es la creación de más cursos a distancia a través de plataformas digitales, en alianza, por ejemplo, con la Universidad Tecnológica (UTEC).

Clases en línea podrían compensar, al menos en algo, la carencia de profesores para instancias presenciales.

“Esta área tiene desempleo cero, pero en el interior de país no es así. Hay chicos que quieren estudiar tecnología allí y no se dan las condiciones, y también hay egresados en tecnología que no tienen trabajo en el interior”, desmistificó Perea.

La industria de las Tecnologías de la Información (TI) representa 4,3% del PIB nacional y es la quinta industria de exportación, con ventas al exterior de unos US$ 1.800 millones en 2023, 80% de las cuales con Estados Unidos como destino. Le sigue Canadá.

El sector genera 22.000 empleos directos, y 50.000 considerando otros cargos de la industria tecnológica en general.

Se calcula que paga casi el triple que el promedio de los salarios a nivel nacional. Es por ello que generalmente se habla de los “empleos de calidad” que genera este sector.

Foto: Fabiana Culshaw