FINANZAS DE BOLSILLO

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Cuando dos personas se casan uno de los temas a resolver es el financiero. Convivir, compartir gastos y planificar el futuro puede poner sobre la mesa una pregunta no menor: ¿hacemos separación de bienes? Pero, antes de tomar la decisión, se debe tener en cuenta qué significa el proceso judicial y cuáles son las otras opciones disponibles en la legislación uruguaya.

Lo primero a considerar es que, cuando una pareja contrae matrimonio, quedan bajo el régimen de sociedad de bienes, que deriva en que los bienes que se adquieran luego del matrimonio sean gananciales. ¿Qué significa esto? Sin importar cuál de los dos haya obtenido determinado bien durante la vigencia de la sociedad conyugal, pertenecen a ambos en partes iguales. No obstante, se excluyen algunos como, por ejemplo, los recibidos a título de herencia, legado o donación.

Si luego de casados los cónyuges hacen separación de bienes, esa sociedad se disuelve. Una vez separados de bienes, todo lo que se compra tras el casamiento y antes de la separación hay que dividirlo. Dicho proceso se denomina partición.

u201cPuede ser judicial si nos separamos de bienes y, estando casados o divorciados, no nos ponemos de acuerdo ni de quién va a ser la casa. La otra opción es la vía extrajudicial con un escribano, que es la ideal, por ser más rápida, normalmente menos costosa y sin dudas más amigableu201d, explicó a El País la abogada del estudio Ferrere, Eugenia Cal.

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Se podría suponer que la separación de bienes protege de un posible acreedor de la pareja mientras está vigente el régimen de sociedad de bienes. Sin embargo, la normativa uruguaya establece que u201cel acreedor debería poder atacar los bienes administrados por el cónyuge deudoru201d, comentó Cal.

u201cImaginemos que Juan y María se casaron y están bajo el régimen de sociedad conyugalu201d, plantea como ejemplo Beatriz Ramos, profesora de Derecho en la Universidad de la República. Un día Juan adquiere un apartamento y es el único que comparece ante la escritura. En ese caso, mientras esté vigente la sociedad conyugal los acreedores de Juan, sean personales o sociales, van a poder ir contra ese bien, explica. En cambio, los acreedores de María, por ejemplo un banco, u201cno van a poder ir contra ese apartamentou201d.

Entonces, ¿el acreedor de Juan nunca puede acceder a los bienes administrados por María? No. Si en un momento desarman la sociedad conyugal, en el proceso u201cse hace una masa de bienes ganancialesu201d de donde un acreedor puede ir contra los bienes administrados por cualquiera de los dos, dijo Cal.

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u201cHay algunos elementos que son teóricos que hacen pensar que la separación de bienes es lo más saludable en un punto para la pareja. ¿Por qué? Porque me olvido del tema plata. Si el día de mañana me divorcio hay un problema que no voy a tener sobre la mesa: de quién es la casa o cómo la dividimos. En ese sentido puede ser que la separación de bienes ayude a la hora de separarseu201d, comentó Cal.

Además, u201cen el otro sentido en que ayuda es con los acreedoresu201d. Un caso sería cuando uno de los dos cónyuges es un empresario con actividad de riesgo, por ejemplo expuesto a deudas, la separación de bienes ayuda a organizar los patrimonios. A su vez, implica que los acreedores del cónyuge u201cen ningún escenario puedan atacar el patrimonio del otro, ni siquiera en una situación de separaciónu201d.

Por el contrario, si las dos personas son u201cordenadas y se quieren, está bien que lleven un régimen comúnu201d porque, en definitiva, el matrimonio es para compartir la vida y los recursos que se obtienen, dijo Ramos.

También puede existir el caso de una persona que, como ya tiene bienes, es aconsejada de realizar separación de bienes. Pero, ¿qué se lograría haciendo el trámite? Si contrajo matrimonio con una persona que le va bien economicamente, no ganancializa los bienes.

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Ramos y Cal coincidieron en que se debe analizar cada caso en particular para poder determinar qué es lo más beneficioso para cada pareja. A veces u201chay que pensar en un tercer, cuarto, quinto régimen dependiendo de las condicionesu201d de cada uno. u201cNuestro sistema legal nos brinda libertad para eso siempre que no vaya contra el orden público y las buenas costumbresu201d, comentó Ramos.

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A diferencia de la separación de bienes, las capitulaciones matrimoniales se realizan antes del casamiento. El futuro matrimonio se presenta ante un escribano público y realizan una escritura.

u201c¿Cuáles son las particularidades? La primera, no necesita proceso judicial y solo se hace con escribanou201d, explicó Cal. La segunda u201ces que solo se necesita la voluntad de las dos partesu201d. Por último, u201cse puede pactar el régimenu201d que se le ocurra a la pareja. Sin embargo, u201cen la práctica, casi todos los que hacen capitulaciones pacta separación de bienesu201d, agregó.

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u201cEstar separado de bienes no significa que, a la hora de que uno muera, al otro no le corresponde nadau201d, explicó Cal. Sin importar de si se realizó o no, u201cuna persona por estar casada genera el derecho a lo que se denomina porción conyugal u2014derecho que tiene el cónyuge pobre en relación a la herencia de su marido que fallecióu2014u201d.

La abogada de Ferrere explicó que u201cel cónyuge pobre es el que tiene menos plata de la que recibiría de su maridou201d. A modo de ejemplo: u201csi yo tengo una casa y mi marido tenía un campo de US$ 15 millones, tengo un bien y no me muero de hambre porque trabajo. Pero, a los efectos de la ley, soy cónyuge pobre porque lo que recibiría de él es mucho más de lo que tengo en mi patrimoniou201d.

Lo anterior solo aplica a las personas que contrajeron matrimonio, ya que los concubinatos no tienen derecho a la porción conyugal. Aunque la ley de unión concubinaria le reconoció determinados derechos al concubino superviviente, u201cno son los mismos que tendría un cónyuge en un escenario idénticou201d, explicó Ramos.

u201cA su vez, tanto el concubino como el cónyuge tienen derecho real de habitación y uso, o sea que puede seguir viviendo en el hogar concubinario siempre que se den determinados requisitos. Sin embargo, los requisitos para el concubino son mucho más exigentes que lo que es para el cónyuge. Ahora, como herederos ambos están en el mismo orden de llamamientou201d, finalizó Ramos.

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La pregunta

¿La separación de bienes en un matrimonio o concubinato puede ser por voluntad de una de las partes?

Hay personas que por voluntad propia toman la decisión de disolver la sociedad patrimonial que se creó en el matrimonio ya que no hicieron capitulaciones matrimoniales. De querer iniciar el proceso, puede hacerlo solo, ya que basta con que se presente uno de los integrantes.

Por lo tanto, no u201ctienen porqué estar de acuerdo las dos personas que integranu201d la pareja, explicó María Eugenia Cal, abogada en el estudio Ferrere. u201cPuedo estar casado con mi marido y un día, en la casa que compartimos, le llegue un cedulón que le diga que me quiero separar de bienes y no le dije nadau201d, agregó.

Sobre el accionar del juez en los casos en que hay una sola voluntad de las partes, u201cla reglau201d es que u201cdebería decretarlou201d, detalló la profesional.
En estos casos, el magistrado debería publicar la resolución tomada u201cen el diario oficial y en otro diario de circulaciónu201d para u201cque los esposos no busquen, a través de la separación de bienes, perjudicar a acreedoresu201d, señaló Cal. Agregó que si ningún acreedor se presenta, u201cse sigue adelanteu201d con la división de bienes.

En cuanto a los tiempos del proceso, la abogada dijo que u201csi están los dos de acuerdo, es bastante ágil, pero si ese no es el escenario, puede complicarse un poco másu201d.