En el día de hoy se conocieron los datos de la inflación en el mes de marzo y se supo que se ubicó en 1,42%, en el año llega a 3,65% y en los últimos 12 meses se sitúa en 8,17%.

El rango meta establecido por el gobierno para la suba de precios es de entre 3% y 7% en un año ( ver nota relacionada ).

Ante esto, dos analistas coincidieron en señalar un "alerta" sobre los datos registrados, mientras que otro le quitó gravedad al asunto.

El economista Marcelo Sibille, de KPMG, dijo a EL PAÍS digital que ve "con preocupación" el nuevo dato de la inflación y que si bien se esperaba un aumento significativo de los precios en marzo, la expectativa se encontraba en el orden del 1% (finalmente fue de 1,42%).

"Fue una sorpresa desde el punto de vista negativo", expresó Sibille quien alertó por la posibilidad de que la inflación se sitúe demasiado por encima del rango meta establecido por el gobierno y entendió que el dato de hoy "no hace más que ratificar que hay un problema que el gobierno debe abordar".

En tanto, Gabriela Mordecki, directora del Área de Coyuntura del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, mantuvo una posición similar a la de Sibille.

La economista coincidió en señalar que el aumento de precios del mes pasado fue "bastante elevado", aunque aclaró que era algo que se podía prever dados los aumentos en los precios que ya se conocían.

Si bien consideró que son datos "para preocuparse" y que "alertan", entendió que no parecería ser un fenómeno que vaya a mantenerse con saltos tan grandes. Mordecki atribuyó las subas a fenómenos puntuales y dijo que esa tendencia puede revertirse.

Por otra parte, el economista Ramón Pampín, de PwC, tuvo una visión menos dramática del asunto.

El economista dijo que se esperaba una fuerte incidencia de los alimentos y del transporte en los precios pero que se estimaba que la inflación se situaría por debajo del 1%.

"No nos deja de sorprender", señaló Pampín y agregó que se "ratifica el escenario que estamos viendo instalado hace un tiempo".

El economista fue claro al señalar que "no se está ante una catástrofe (…) lo peor está sucediendo ahora" y que hay algunas medidas para combatir el crecimiento de precios.

Pampín dijo que "no es para alarmarse" sino que hay trabajar para mejorar y para cumplir las metas fijadas.

El economista de PwC dijo que el gobierno está actuando y entendió que "jugó muy fuerte" cuando subió la tasa de política monetaria, "fue un mensaje claro y contundente", dijo.

Además, el analista recalcó que Uruguay ha soportado "shocks" externos muy fuertes de precios, tanto en 2008 como ahora, y opinó que son elementos muy difíciles de administrar que además se trasladan a los precios.

MEDIDAS. El economista Sibille señaló los factores externos (la suba en materia internacional) como motivo de la suba de precios pero también subrayó la presión que la demanda interna genera.

El analista de la consultora KPMG opinó que el gobierno tiene que recurrir a algunos instrumentos para combatir la suba de precios. Recordó que algo ya se hizo con el aumento de la tasa de interés (aunque no descartó la necesidad de otro en junio) y señaló la necesidad de apoyar la política fiscal.

"Con el proyecto de rendición de cuentas el gobierno tiene una oportunidad para dar un mensaje a los agentes económicos", señaló Sibille y dijo que se puede tratar de provocar un shock positivo en las expectativas a través de una rendición prudente en materia de gasto.

Por su parte, Mordecki dijo que es necesario tomar alguna medida de política económica ante "el fuerte incremento que se ha producido".

Si bien la economista prefirió no adelantarse a lo que podría hacer el gobierno, señaló la posibilidad de continuar trabajando con el aumento de la tasa de política monetaria además de, en lo referente a la política fiscal, buscar algún acuerdo o tomar medidas que puedan mejorar las perspectivas de algunos rubros de alta incidencia.

En tanto, Pampín vio como "coherente" el movimiento a partir de la política monetaria y consideró que "se le pude quitar peso de la mochila" si las otras políticas logran colaborar en el objetivo de moderar el crecimiento de precios.

"No olvidemos que siempre en Uruguay es una sola moneda con dos caras, es decir la inflación y el tipo de cambio", explicó el economista. Además, señaló la conveniencia de utilizar otras políticas o herramientas que pueden ayudar a combatir la inflación directamente y que por otro lado no sea tan incompatible con asumir un control del tipo de cambio.