La pandemia de covid-19 dejó una “nueva normalidad” instalada entre los uruguayos en materia laboral: el trabajo remoto. Esta modalidad, que hasta el 2020 era desconocida para la mayoría de los trabajadores, hizo que cada vez más empresas la adaptaran a su dinámica, y en la actualidad, la tasa de teletrabajo se mantiene en el entorno del 9%. Es decir, 9% de los trabajadores realizan sus tareas desde el hogar.
Según el último monitor laboral de Advice con datos a julio de este año, si bien el teletrabajo se mantuvo estable desde la pandemia, la modalidad híbrida aumentó a un 4,2% desde el 2022, su máximo valor histórico.
En agosto del 2021, el Poder Legislativo aprobó la ley 19.978 que regula y promueve el teletrabajo en Uruguay. Para el presidente de Advice, Federico Muttoni, la normativa supone un “avance importante” al regular una modalidad que llegó para quedarse en el país.
Desde el punto de vista de las empresas, el trabajo remoto puede generar, en especial, ahorros en infraestructura y mantenimiento de oficinas. En ese sentido, la gerenta general de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Andrea Mendaro, indicó que desde la percepción de los empresarios, el desempeño “no se vio afectado negativamente”.
Sin embargo, se observaron casos de “incompatibilidad” en los que por temas específicos se requiere la presencialidad de los trabajadores. Otro de los aspectos que resaltó fue que no todos los trabajos cuentan con la posibilidad de trabajar remoto ya que, en su mayoría, para áreas no técnicas se requiere la presencialidad.
Aumento de modalidad híbrida
Desde su expansión en 2020, hasta el final de la emergencia sanitaria, el teletrabajo se mantuvo alrededor del 9%, según el relevamiento de Advice. Sin embargo, los datos preliminares del Censo 2023 del Instituto Nacional de Estadística (INE) indicaron que un 6,5% de los ocupados en el país teletrabajan de forma total o híbrida.
En Montevideo, este porcentaje escala a un 11%, lo que de acuerdo con Muttoni, representa a unas 108.000 personas.
En América Latina, desde el final de la emergencia sanitaria, se observó una reducción en los niveles de teletrabajo, mientras que Uruguay se enmarca en una contratendencia regional.
Según la matriz productiva de cada país, se estima que un 30% de los trabajadores tiene la posibilidad de hacerlo de forma remota. Así lo explicó el director de Randstad Uruguay, Juan Pablo Lara y agregó que en la actualidad se observa una mayor claridad respecto a las perspectivas personales y laborales de los empleados.
Por su parte, Muttoni resaltó la fusión de características en el trabajo híbrido; por un lado, la “flexibilidad y eficiencia” del trabajo remoto y la interacción social y la cultura organizacional del trabajo presencial.
Desempeño de los trabajadores
En cuanto a la productividad, un estudio realizado por The ADP Research Institute, reveló que la estabilidad mental que adquirieron los trabajadores entre la vida personal y el trabajo hizo que mantuvieran un alto nivel de desempeño.
El involucramiento de las personas con su trabajo es 1,9 veces mayor en los empleos híbridos en comparación a los empleos totalmente remotos y 1,7 mayor con respecto a los empleos presenciales.
En ese sentido, Lara hizo referencia al estudio anual de Employer Brand Research 2024, que señaló que el 53% de los uruguayos estaría dispuesto a dejar su trabajo por un mayor equilibrio en su vida personal.
Por otra parte, la gerenta de CUTI sostuvo que la flexibilidad de trabajar desde cualquier lugar es un aspecto “muy valorado” ya que genera un balance en las dinámicas personales y laborales y como resultado, derivan en un impacto positivo en el aspecto profesional.
Uruguayos en el mundo
El teletrabajo hizo que algunas fronteras se desdibujaran y generó una mayor deslocalización de los trabajadores, lo que permite que las personas puedan trabajar desde cualquier parte del mundo.
Por un lado, estas posibilidades generan mayor flexibilidad y oportunidades para los uruguayos. Sin embargo, Lara sostuvo que esto puede incentivar a que varios uruguayos emigren, lo que catalogó como una “fuga de talento”.
“Puede ser una gran amenaza para la competitividad de las empresas y del país como exportador de servicios”, sostuvo y agregó que en la actualidad, la emigración ya no es física, sino virtual.
En ese sentido, el director de Randstad sostuvo que el hecho de dejar el país y los vínculos funcionaba como barrera de contención y el teletrabajo permite que se contraten muchos talentos de ciudades del interior del país sin sufrir el desarraigo de sus vínculos.
La gerenta de CUTI también se refirió a la situación del interior de Uruguay y señaló que repercute de manera positiva en la descentralización del empleo.
Sector TI
El sector de Tecnologías de la Información (TI) en Uruguay se ha posicionado como pionero en los últimos años y es uno de los principales sectores de la economía del país. En ese sentido, la actividad cuenta con un total de 50.000 puestos de trabajo y es la que se adapta más fácilmente a la modalidad de trabajo remoto.
“El volumen de actividad se multiplicó por 13 desde el año 2000 y la facturación de las empresas nucleadas en Cuti alcanzó los US$ 2.840 millones en 2022” señala la institución en su resumen de mayo del 2024 y agrega que su registro en 2022 fue equivalente al 4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Las empresas del sector TI generan más de 22.000 empleos directos con un promedio de ingresos de $ 91.000.
Sin embargo, uno de los desafíos más importantes para el sector es la disponibilidad y retención de talentos, en particular perfiles senior calificados. Por este motivo y ante la alta demanda, el sector aplicó modelos en otros países con el fin de complementar la oferta de recursos.