CONTROL

Tras múltiples polémicas, vuelve el “Gran hermano” del transporte de carga: ¿qué hay detrás?

Según supo El País, el actual sistema de control solo relevará la información estrictamente vinculada con el recorrido de los camiones, el tipo de mercadería transportada y la cantidad, entre otros.

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Transporte de carga en la ruta - camión de palos
Transporte de carga en la ruta.
Foto: Fernando Ponzetto

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Por Pía Mesa
Tras las múltiples polémicas y la final suspensión por parte del gobierno en marzo de 2020, las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) se preparan para renovar el Sistema Integral de Control del Transporte de Carga (Sictrac), conocido como el “Gran Hermano” del transporte de carga. El MTOP está por estos días ultimando los detalles de los pliegos de licitación para hacer un llamado a empresas interesadas en brindar los dispositivos electrónicos de control.

El anterior sistema -suspendido por el exministro de Transporte y actual ministro del Interior, Luis Alberto Heber tras múltiples polémicas en su implementación-, tenía como objetivo el monitoreo de los camiones de carga, sus recorridos, horarios, choferes, mercadería transportada, entre otros datos, con la finalidad de eliminar la informalidad del sector y mejorar las condiciones laborales.

Sin embargo, según supo El País, el actual sistema de control solo relevará la información estrictamente vinculada con el recorrido de los camiones, el tipo de mercadería transportada y la cantidad, entre otros. De esta forma, dejará de lado el objetivo de controlar aspectos relacionados con lo laboral y tributario.

“Lo que se va a recolectar es información que nos sirva como insumo para tomar medidas de políticas públicas en materia de transporte. Por dónde se saca la mercadería, qué cantidades, entre otras cosas. Por ejemplo, no es lo mismo un camión que vaya por determinada ruta trasladando pedregullo a que vaya con carga de granos. De repente (a partir de esa información) se necesitará convertir una ruta secundaria en primaria, o reforzar determinados tramos”, explicó a El País el director de Transporte, Pablo Labandera.

En relación a las diferencias con el “viejo Sictrac”, el jerarca explicó que antes “se pretendía que el MTOP adoptara facultades que no tiene”, como por ejemplo controlar el pago de los tributos internos, la liquidación correcta, controlar el pago de los aportes a la seguridad social o si había contrabando de combustibles.

“Esas eran todas tareas que corresponden a otros organismos del Estado. Por tanto, mal puede el MTOP hacer ese control y recolectar esa información”, indicó Labandera.

Sin embargo, el control de los aspectos laborales era uno de los principales reclamos que las gremiales transportistas hacían al gobierno.

Otra diferencia del actual sistema -del que aún se desconoce su nombre-, es que el dispositivo electrónico que se colocará en los camiones será aportado por el MTOP, es decir que no tendrá costo para los privados.

“Va a haber un llamado a licitación, se están terminando los pliegos para que se presenten aquellas empresas que van a establecer el sistema en base a un dispositivo electrónico”, indicó el director de Transporte del MTOP.

De acuerdo con el jerarca, “ya se están terminando” los pliegos de esa licitación, por lo que esperan poder hacer el llamado en el primer semestre de este año y tener el sistema “funcionando, o al menos encaminado” a finales de este año.

Se prevé que el nuevo sistema sea obligatorio, aunque en una primera instancia solo sería para el transporte profesional.

“Esos son los plazos si no sucede nada extraño, porque después aparecen impugnaciones y reclamos”, dijo Labandera en alusión a los antecedentes que tuvo el Sictrac durante el gobierno del Frente Amplio, bajo la administración del entonces ministro de Transporte, Víctor Rossi.

Durante esa administración, el Sictrac estuvo envuelto en múltiples polémicas: fue rechazado por parte del sector transportista, el llamado a licitación de las empresas proveedoras del sistema fue catalogado como poco transparente y finalmente fue suspendido por la Justicia.

Posteriormente, comenzó a implementarse de forma gradual pero en marzo de 2020 el entonces ministro Heber decidió su suspensión y anunció su reformulación. En ese momento, los principales intereses del exministro eran que el Sictrac se convirtiera en un sistema satelital y georreferencial que lograra cuidar el estado de las rutas uruguayas.

Sin embargo, tras la ida de Heber al Ministerio del Interior -debido al fallecimiento de Jorge Larrañaga- y luego de la asunción del actual ministro de Transporte, José Luis Falero, no había habido novedades respecto a cómo y cuándo se haría la implementación del nuevo sistema.

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“Hay malestar en el sector transportista”

El presidente de la Integremial del Transporte de Carga (ITPC), Ignacio Asumendi, dijo a El País que “hay malestar en el sector transportista” con las autoridades del MTOP, debido a la “falta de avances” en los reclamos de la gremial. Entre los principales temas que actualmente preocupan a la ITPC están la falta de un sistema de control, los costos de las patentes, problemas de diseño de los esquemas salariales del sector, así como también la “falta de avances y estancamiento” de la mesa de trabajo que se había creado con el gobierno.

Asimismo, Asumendi señaló que proyectos como las posibles extensiones del Ferrocarril Central o la hidrovía Laguna Merín - Laguna de los Patos, son iniciativas que “preocupan al sector por el elevado grado de incertidumbre”. El “camión siempre soluciona todo, pero nunca se le da ningún tipo de mejora ni se lo tiene en cuenta”, dijo el presidente de la ITPC.

En relación al nuevo Sictrac, Asumendi dijo que “la gente del sector está preocupada porque” el MTOP “quiere poner esos controles pero sin solucionar todos los problemas salariales que hoy existen en el rubro”.

El presidente de la Cámara de Autotransporte Terrestre Internacional (Catidu), Mauro Borzacconi, criticó la demora en la implementación del Sictrac y dijo que el gobierno “se está dando cuenta de que fue peor el remedio que la enfermedad”, en alusión a su suspensión. “No fue una buena decisión no tener los controles, miraron el árbol y no el monte. Ahora Falero se dio cuenta de que la realidad del sector era un cambalache”, dijo.

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