DISERTACIÓN
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, dijo que una de las metas del nuevo gobierno es “recuperar la credibilidad” fiscal.
En vez de cuatro días parece que van tres meses por lo intenso”, dijo ayer la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, cuando en la tarde inauguró el panel inicial del primer Foro de Integración y Desarrollo que organizó Fonplata -banco de desarrollo que integra los países del Mercosur más Bolivia- y LatinFinance. Es que a los desafíos ya conocidos por el gobierno entrante, en estos primeros días de gestión se sumó la polémica con el Frente Amplio por el ajuste de tarifas y la suba del dólar.
La convocatoria era para hablar sobre “Desarrollo, desafíos y oportunidades en el Cono Sur”. Como es probable que ocurra en el Mercosur, en buena parte de los temas tratados hubo sintonía entre Arbeleche y el representante brasileño Marcos Troyjo, secretario especial de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales, y el ministro de Hacienda paraguayo Benigno López, así como matices con Gustavo Beliz, secretario de Asuntos Estratégicos del gobierno de Alberto Fernández.
Luego del panel Arbeleche mantuvo una reunión con Beliz y se retiró sin hacer declaraciones a la prensa. El funcionario argentino es uno de los candidatos a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), junto con el paraguayo López y el salvadoreño Juan José Daboub, aunque también se maneja la posibilidad que Troyjo se sume a la lista de postulantes.
En sus breves disertaciones, Arbeleche habló sobre los desafíos en materia económica y los objetivos para esta gestión, las señales de “un gobierno austero” y los planes en materia de inserción internacional.
La ministra de Economía señaló que dos “desafíos grandes” son impulsar la inversión que se encuentra en caída desde 2014 y “recuperar el empleo”. Aclaró que “no solo importa el crecimiento económico sino también acompañarlo con un desarrollo” de la sociedad, y para eso “se necesita del Estado con una institucionalidad política y económica que apoye”.
En ese sentido, repasó que Uruguay posee una institucionalidad en materia política que “es un activo y orgullo”, pero que existen “falencias y desequilibrios” en la institucionalidad económica. “Uno de los hincapiés es lograr una consistencia entre la política fiscal, la de ingresos, la monetaria y la cambiaria”, manifestó.
A su vez, opinó que “la falta de competitividad” que afecta a la industria local “se debe a la conducta fiscal de la administración anterior”, y que la meta es “recuperar la credibilidad”.
Dijo que “hay temas de urgente impacto” en pos de ese objetivo que formarán parte del proyecto de ley de urgente consideración que el gobierno enviará en los próximos días al Parlamento, como la creación de una regla fiscal.
Este instrumento pone un límite al crecimiento del gasto público en función del resultado fiscal ajustado por el ciclo económico. No tendrá un efecto “por sí sola”, expresó Arbeleche, pero se trata “de una buena señal para recuperar la credibilidad fiscal, hoy inexistente”.
Sostuvo que tanto esto como la política de “cuidar cada peso” asignando recursos tras evaluar los resultados de los programas puestos en práctica, “dan la señal de un gobierno austero”.
Otro objetivo que mencionó fue “una gobernanza distinta de las empresas públicas y las agencias reguladoras (como la Ursea o Ursec)”, y sostuvo que si los cambios que forman parte del borrador divulgado en febrero por el gobierno ya estuvieran vigentes “no estaríamos en la discusión coyuntural de esta semana” por el ajuste de tarifas.
Esto último referido a que en el proyecto se modifica la actuación de la Ursea, planteando entre sus cometidos “examinar de forma permanente las tarifas y precios” de los servicios que controla, y la formulación de “recomendaciones” al gobierno sobre “los criterios de fijación tarifaria”, procurando que los precios “reflejen los costos de los servicios”.
Inserción
“Como economía pequeña, la apertura comercial es clave, nos va la vida”, subrayó Arbeleche y agregó que se debe “preparar con reformas estructurales” al país para ese objetivo.
Señaló que previo a firmar acuerdos de acceso preferencia a nuevos mercados se deben hacer estudios de impacto porque “es importante que el Estado acompañe a los sectores (perdedores) en la transformación hacia áreas donde hay ventajas y oportunidades”.
Sobre el Mercosur, la ministra reconoció que “tenemos dificultades”. Manifestó que hacia el exterior se debe potenciar “la marca Mercosur”, no solo para sumar exportaciones sino también para atraer inversión a la región. A su vez, expresó que “sería bueno poder avanzar a distintas velocidades” entre los socios al firmar acuerdos, “en función de las realidades de cada país”, en pos de un bloque “más flexible”.
Ida y vuelta entre un peronista y bolsonarista
Argentina “padece un endeudamiento insostenible y récord a nivel mundial por el volumen y el tiempo”; acompañado de “otro triste récord que es el deterioro de las condiciones de alimentación de la población”, dijo Beliz.
Ante ese escenario, el gobierno de Alberto Fernández debe “ser creativo en la agenda de desarrollo”, apostando a “la solidaridad y el restablecimiento de los equilibrios macroeconómicos”. Por su parte, Troyjo de Brasil dijo que en este país “hay un cambio de modelo de proporción histórica”, porque en las últimas décadas se optó por “la sustitución de importaciones y un mercado cerrado con la idea de la presencia del Estado como empresario y gran financiador”.
Esto cambió “hace 15 meses” con la llegada al poder de Jair Bolsonaro, que impulsó “un plan de vuelo con cinco marcas principales”: la reforma del sistema de pensiones; la privatización de empresas del Estado “por más de 100.000 millones de reales”; la ley de libertad económica con “menos obstáculos para abrir negocios y emprender”; la reforma fiscal aún pendiente y la apuesta por una inserción internacional con foco en lo comercial.
Troyjo destacó que esto último permitió al Mercosur firmar el postergado acuerdo con la Unión Europea (UE). Beliz luego le respondió: “descreo de las revoluciones caligráficas”, es decir “que ocurren grandes cosas solo porque se escribió un acuerdo”.
Agregó que a la interna del Mercosur aún falta “una agenda de integración” para unificar reglas sanitarias, laborales, de cadenas logísticas y hasta en los pasos fronterizos.
“De nada sirve invertir millones en infraestructura si un camión me demora tres días en la frontera”, expresó el secretario de Asuntos Estratégicos de Argentina.