En un esfuerzo por “explicar lo inexplicable” sobre losresultados electorales del pasado domingo en Argentina, el economista Miguel Kiguel dio su visión sobre la situación de su país y perspectivas, en el piso 40 del World Trade Center (WTC) ayer, en una charla organizada por Sura Investments.
Kiguel -execonomista principal en el Banco Mundial, exjefe de asesores y subsecretario de financiamiento en el ministerio de Economía de Argentina, y actual director ejecutivo de la consultora Econoviews- fue categórico al estimar que Sergio Massa será el próximo presidente de su país.
“Los argentinos están ante una decisión difícil: elegir entre (Sergio) Massa visto como quien llevó al país a una brecha histórica (entre el dólar oficial y los paralelos) y a una pobreza del 40%, y un rock star (Javier Milei) con ideas exóticas, como la de dolarizar la economía”, afirmó. Y dirigiéndose a los asistentes (uruguayos) en la sala agregó: “Ustedes están mucho mejor”.
Kiguel señaló que, si bien la segunda vuelta del próximo 19 de noviembre en Argentina será “pareja”, Massa tiene cierta ventaja. “Es un político de raza, muy profesional, sabe apretar a los gobernadores para obtener apoyos”, dijo. En cambio, “se ha puesto en evidencia ante el electorado en los últimos días que Milei es un amateur, sin equipo y, además, difícil de formar en cuatro semanas”, comparó.
Una de las razones que llevan a Kiguel a dar a Massa como vencedor, es el dólar oficial en el mercado de futuros, que se pensaba iba a llegar a los 1.000 pesos argentinos, pero está en 500, debido a que la gente piensa que va a ganar Massa, quien no va a devaluar. Es decir, ver ese indicador ayuda a la proyección electoral. Además, el peronismo ha logrado mantener en el Senado casi una mayoría, lo que no se esperaba (alcanzó 34 senadores versus 24 de Juntos por el Cambio y ocho de Milei). Y en Diputados, el peronismo también tiene una bancada grande, aunque no tanto como en el Senado.
Estos indicadores, sumados a otros fundamentos, hicieron que Kiguel orientara su charla más hacia “el escenario Massa”, con la aclaración de que el mapa político de Argentina cambió, considerando que el peronismo acaba de perder provincias históricamente claves.
Con Massa ganador
En el caso de ganar Massa la presidencia, no tomará medidas de shock (por ejemplo ajustando de un golpe el tipo de cambio, o las tarifas), el cepo cambiario continuaría bastante tiempo para resguardar las reservas (las que quedan) y, en términos generales, optará por ajustes graduales, “para no mover el avispero”, dijo Kiguel.
En tal sentido, si bien tratará de ir acomodando el tipo de cambio, la brecha seguirá. A su juicio, Massa tirará más de la cuerda del Banco Central (a pesar de sus pocas o nulas reservas), jugándose a que entren unos US$ 25.000 millones a la economía a través de la agroindustria en el segundo trimestre de 2024, cuando no se prevé sequía.
“En 2024 la inflación seguirá alta, no habrá reservas, se seguirá sin poder pagar las importaciones, pero la situación quizás no será tan dramática como hoy, que se cuentan las monedas día a día. Massa buscará bajar la inflación con mucha intervención del Estado. El plan más difícil será para subir las reservas”, afirmó. En cuanto al Fondo Monetario Internacional (FMI), todo indica que Argentina sufrirá más atrasos (de hecho, ya no está cumpliendo el acuerdo), por lo que cualquier nuevo plan que proponga Massa será poco creíble para el organismo.
“Massa tiene una credibilidad perdida”, lapidó Kiguel. A esto se le agrega que, según el economista, el FMI, de ahora en más, va a pedir que los ajustes económicos se hagan antes de cualquier nueva propuesta, lo que será una limitante para Massa. En suma, según Kiguel, Massa hará pocos ajustes, o ajustes graduales, con la expectativa de que la situación se vuelva más tranquila a mediados de 2024.
Con Milei ganador
En el supuesto (un supuesto negado, según Kiguel) de que el libertario Milei resulte presidente, “no podrá dolarizar la economía”, afirmó. Pero, sí hay cierto consenso entre los economistas de que la devaluación de diciembre sería alta, lo que permitirá unificar el mercado cambiario en 2024. “La inflación se le irá para cualquier lado y eso es quizás lo que Milei espera”, agregó en el entendido de que una inflación y precio de dólar alto ayudaría a su plan de dolarización. Sin embargo, en tanto el FMI es más proclive a la flexibilización cambiaria que a la dolarización, disminuye la probabilidad de que Argentina reciba más dólares del organismo con Milei al frente.
En todo caso -dijo Kiguel- la devaluación e inflación serán más altas si gana Milei que si triunfa Massa. Y en cuanto a la brecha entre el dólar oficial y los paralelos, con Milei podría estar entre 0% y 20%, y con Massa entre 40% y 60%, agregó. Mientras que con Massa, la gobernabilidad será mayor que con Milei (dada la experiencia política del actual ministro de Economía y candidato), el experto considera que el clima de negocios del gobierno con el empresariado argentino se presentará con mejores luces con Milei que con un Massa que fomenta el intervencionismo del Estado.
Finalmente, en términos generales, Kiguel proyectó una inflación en Argentina del 180% al cierre de 2023, y de 220% a principios de 2024, descartando una hiperinflación; al menos por ahora. El riesgo país continuará en niveles de default. Y el gasto público, cerca del 40% del Producto Interno Bruto de Argentina, podría bajar en el caso de que Milei sea presidente, con un alto costo social y que lo pondrían en la cuerda floja, concluyó el economista.
Otras ideas de Kiguel en la conferencia
“Hay cuatro clases de países: desarrollados, en vías de desarrollo, Japón, y Argentina”, dijo Kiguel parafraseando al Nobel de Economía Simon Kuznets, al referirse a la incertidumbre que representa Argentina.
“Massa es un político de raza y Milei un rock star con ideas exóticas”, afirmó aunque también criticó duramente Massa.
Consideró que existe una gran crisis en Argentina, “pero no explosión”, y que en la “escala Richter” de las crisis económicas (la más grande) fue la de 2001, en la que, a diferencia de la actual, la inflación no fue tan alta (40%) porque no había tanta indexación como ahora. Agregó que las crisis que generan más impacto sobre la gente son las financieras (por la desaparición del crédito bancario) y que esto no está sucediendo en Argentina en este momento, dado que los bancos, con todo, “están bastante bien”, dijo.
Puso foco en que, a diferencia de la crisis de 2015 (cuando asumió Macri), hoy el atraso cambiario no es tan grande como en ese entonces y que el déficit fiscal actual sería bastante menor si no fuera por el impacto de la sequía. Recordó que en 2016, las tarifas se ajustaron 15 veces (“el tarifazo”).
Piensa que el problema de Argentina no es tanto la deuda externa, sino la falta de dólares y de credibilidad, lo que le impide conseguir prestamos internacionales.
Sobre Uruguay, considera que la crisis argentina tendrá un peso amortiguado por la estabilidad de este país, pero con afectación en el turismo y en las compras que los uruguayos seguirán haciendo del lado argentino.
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