A poco del desembarco de Uber en Uruguay, en el año 2015, los choferes de las aplicaciones buscaron estar comprendidos bajo el paraguas del marco laboral que se aplica en el país y dentro de éste, afiliarse a la Unión de Trabajadores del Transporte (Unott), lo que es rechazado por esa federación, según dijo a El País Daniel Martínez, presidente de la Unión de Conductores de Trabajadores de Aplicaciones del Uruguay (Uctradu).
Uctradu fue la principal agrupación de choferes de aplicaciones —hay otras— que solicitó integrarse al Pit-Cnt y la Unott le negó la adhesión.
“No estamos de acuerdo con que exista Uber”, explicó a El País el dirigente, Miguel Marrero, y argumentó que el ingreso de la aplicación a Uruguay fue “irregular”.
Por su parte, el integrante de la mesa representativa de Unott, Daniel Spinetti, dijo a El País que Uber ingresó a Uruguay para “destrozar” al taxi y agregó que está de acuerdo que sus choferes integren otro gremio, “pero no en la Unott”.
Consultado sobre alternativas propuestas a la intención de los trabajadores de Uber de integrarse como filial de Unott, Spinetti dijo que podrían hacerlo a la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio y Servicios (Fuecys) o a la Cámara de Transporte del Uruguay (CTU).
Martínez, por su parte, recordó que si bien integraron la federación unos meses, se tuvieron que ir “por presiones del sindicato del taxi”.
En tanto, Marrero remarcó que “no estaban dadas las condiciones” para el posible ingreso de Uctradu a la Unott. Además, aclaró que en la actualidad, la central sindical se mantiene enfocada en revertir la caída del número de choferes de taxis y poner especial atención a las organizaciones en el interior del país.
Martínez explicó que en la actualidad son unos 1.800 choferes con los que cuenta Uber y enfatizó que con la llegada de la pandemia del covid-19 en 2020, la demanda por los servicios de las aplicaciones se contrajo 80%.
Datos no oficiales indican que antes de la pandemia eran 3.500 los permisarios de las aplicaciones de transporte y que en la pospandemia pasaron a ser 2.000.
Martínez también destacó la falta de una figura jurídica que ampare el trabajo de los choferes de aplicaciones y remarcó la necesidad de crear una agrupación sindical que los reúna.