Redacción El País
Un informe de la Auditoria Interna de la Nación (AIN) -una unidad del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)-, señaló que se constataron debilidades en la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), que exponen al organismo a múltiples riesgos.

La auditoría se centró en la evaluación de las actividades de control implementadas por la Ursea -un servicios descentralizado que funciona bajo la tutela del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM)- en los procesos de gestión de sanciones, desde la planificación y ejecución de las inspecciones, hasta el registro y cobro de las sanciones aplicadas, en los sectores de combustibles lÍquidos, eficiencia energética y generadores de vapor.

Tras realizar la auditoría, la AIN constató “la implementación de múltiples registros y una subutilización de los sistemas informáticos disponibles”. Esta situación “dificulta el control y el respectivo seguimiento del proceso de sanciones”, señaló el informe.

Asimismo, desde la AIN informaron que se detectaron debilidades en el ambiente de control de la Ursea en múltiples aspectos, tales como: “la segregación y formalidad en la definición de funciones y responsabilidades” y “la continuidad del personal contratado”. Esas situaciones “dificultan la adecuada gestión de los recursos humanos”, indicó la AIN, así como también, “la necesaria transmisión del conocimiento para el cumplimiento de los objetivos” de Ursea, agregó.

De los procedimientos de auditoría realizados, la AIN informó sobre cuatro hallazgos, a los cuales clasificó según su nivel de criticidad (extremo, alto, medio y bajo). En ese sentido, de los cuatro hallazgos, tres presentaron un nivel de criticidad alto y uno, medio.

Entre los hallazgos cuyo nivel de criticidad fue catalogado como alto, se señaló el hecho de que la información de las sanciones “no es íntegra”, debido a la “subutilización de recursos informáticos”. Sobre este punto, el informe de la AIN manifestó que la información de las sanciones se encuentra “fragmentada”, dado que si bien la Ursea tiene sistemas informáticos que le permiten hacer un seguimiento de todo el proceso de sanciones, utiliza planillas electrónicas.

En ese sentido, la auditoría concluyó que “la existencia de múltiples registros para realizar una misma tarea”, así como el uso de herramientas informáticas que presentan dificultades de intercomunicación, “no permite asegurar que se cuente con información íntegra y confiable”. Según la AIN, esta situación conlleva el riesgo de que Ursea pueda cometer “errores y omisiones en los registros”, así como manejar “información inexacta para la toma de decisiones”.

El segundo hallazgo tuvo que ver con “debilidades en el ambiente de control interno” de la Ursea. Sobre este hallazgo, la auditoría señaló que “las responsabilidades y las funciones de cada área y cargo, no se encuentran debidamente definidas ni documentadas”. Asimismo, advirtió que “muchas de las designaciones fueron efectuadas de forma verbal” y que, de los 91 funcionarios totales, 29 no pertenecen al organismo (siete son becarios y 22 responden a pases en comisión entrantes).

El tercer hallazgo catalogado con un nivel de criticidad alto, fue el referido al “incumplimiento en la presentación” de los estados financieros, cuyo riesgo asociado es la “pérdida de imagen y transparencia en la gestión del organismo”.

Por último, el hallazgo catalogado con un nivel de criticidad medio, fue el vinculado a las “debilidades en la planificación de las inspecciones” correspondientes al área de eficiencia energética.