Uruguay apuesta a producir hidrógeno y podría convertirse en un exportador en 10 años

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El 98% de la energía eléctrica uruguaya proviene de fuentes renovables. Foto: Gerardo Pérez (Archivo)
Represa Rincon de Baygorria, central hidroelectrica de Ute ubicada en el rio Negro, entre los depratamentos de Durazno y Rio Negro, ND 20170912, foto Gerardo Perez - Archivo El Pais
Gerardo Perez/Archivo El Pais

PROYECTO

El hidrógeno verde es “una herramienta fundamental para la descarbonización, para lo que se viene llamando la próxima transición energética, dijo el ministro Paganini.

En pos de llegar al objetivo de “cero emisiones de carbono” para el 2050, Uruguay lanzó el proyecto piloto H2U, para la producción de hidrógeno verde, el cual se plantea que siente las bases para una colaboración público-privada de largo aliento.

Este jueves, participaron del evento de lanzamiento el ministro Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, la presidenta de UTE, Silvia Emaldi, el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, y en representación del equipo técnico la ingeniera María José González.

Según Paganini, el hidrógeno verde es “una herramienta fundamental para la descarbonización, para lo que se viene llamando la próxima transición energética. Se ha completado una primera etapa de transición energética en el país vinculado con la generación eléctrica. Tenemos que enfrentar la descarbonización, es decir, la reducción de los combustibles fósiles en la mayor medida”.

Agregó también que “para eso se requiere abundancia de recursos naturales y Uruguay la tiene. Además tenemos un posicionamiento estratégico desde el punto de vista logístico, porque estamos equidistantes de los principales centros que van a precisar el hidrógeno verde, que son Asia y Europa”.

Actualmente el método con mayor potencial para la producción de hidrógeno verde es a partir de la electrólisis del agua (H2O), de forma tal que, a partir de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables y agua, se obtiene por separado hidrógeno (H2) y oxígeno (O2). Por tanto, la producción del hidrógeno verde es un proceso con cero emisiones de gases de efecto invernadero.

A su vez, el ministro de Industria explicó que se hizo un estudio con Port of Rotterdam sobre la “perfectibilidad de la producción y exportación de hidrógeno verde para Europa”, para el año 2030, el cual les “llenó de entusiasmo”.

Según González, el estudio arrojó que “pueden a llegar a precio de producción cercano a los US$ 2,30 por kilo de hidrógeno, es un estudio al 2030 pensando en una capacidad grande instalada, no con la tecnología que hoy está disponible”.

Paganini afirmó que “Uruguay está posicionado especialmente bien al tratarse de un país con la tradición de mantener los contratos, con la estabilidad institucional. De manera que, abundancia de recursos naturales por un lado y estabilidad, institucionalidad y prestigio para cumplir contratos por otro, nos posiciona especialmente en una región del mundo que está llamada exportar hidrógeno verde”.

Por otro lado, en lo que respecta a incentivos fiscales, Arbeleche sostuvo que “el proyecto cuenta con el apoyo de la ley de Promoción de Inversiones, en donde se dan una serie de exoneraciones fiscales. Por otro lado, el gobierno analiza otorgar estímulos adicionales, puntuales y focalizados, que serán integrados al proceso competitivo licitatorio, que tendremos como siguiente etapa”.

Uruguay recibirá US$ 10 millones de carácter no reintegrable del Fondo Conjunto de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenibles.

La ministra Azucena Arbeleche hizo un balance de lo ocurrido en 2020 con la economia y la pandemia. Foto: susana Troude / Presidencia
Azucena Arbeleche. Foto: susana Troude / Presidencia. (Archivo)

Plan piloto.

“El primer proyecto está definido para transporte pesado. Es una inversión, provisión y montaje de la planta, de operación y mantenimiento 100% privado. En el cual, las empresas deberán proveer la flota vehicular y su mantenimiento, deberán venir con un acuerdo con el consumidor, de la demanda del hidrógeno a producir”, explicó González.

Otra posibilidad es “utilizar las instalaciones que tiene Ancap en el puerto de Capurro, por lo que puede disminuir algún costo aprovechando las capacidades ya existentes”.

Ancap Se enfrenta a un “cambio radical” en la fijación de los precios de los combustibles. Foto: Fernando Ponzetto
Ancap. Foto: Fernando Ponzetto

En cuanto al apoyo de energía eléctrica, se plantea desde UTE ofrecer la disponibilidad, en función de una gestión de la demanda. Se plantea tener una oferta de precios, según las horas que necesite de energía y la forma en que la consuma.

“Estamos apuntando al menos a 10 ómnibus o camiones. Buscamos una distancia mínima recorrida de 3.500 kilómetros por día, que puede ser entre ómnibus y camiones y una capacidad mínima de 1,5 MW”, dijo González.

En esta línea, según González, con su matriz eléctrica Uruguay logra posicionarse de forma “interesante”. Esta se conforma con un 44% de energía hidroeléctrica, 32% eólica, 18% termal, 3% solar y 3% fósil.

“Si vemos toda la matriz tenemos aún un desafío muy grande en el sector transporte e industrial,”, agregó.

Esta se conforma por un 37% no renovable, siendo 36% combustible fósil y 1% gas natural. Dos tercios de este combustible no renovable está destinado al transporte.

A su vez, aunque solo un 4% de la flota de vehículos corresponde a vehículos de carga pesada y ómnibus. Este segmento emite el 36% del total de emisiones de carbono.

Según González, “si sustituyéramos el transporte pesado con hidrógeno, se necesitaría una producción de 150.000 toneladas de hidrógeno por año. Si se utilizara hidrógeno para producir amoníaco y sustituir fertilizantes, necesitaríamos 6.000 toneladas de hidrógeno”.

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