Estados Unidos tiene una “muy buena relación” con Uruguay y por eso quiere “ayudar (al país) a seguir creando empleo y seguir incrementando su clase media”. Para ello, ya no se apuesta a los acuerdos de libre comercio (TLC) como en el pasado, sino que en conjunto con otros 10 países (además de Uruguay), Estados Unidos promueve la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP, por sus siglas en inglés) y con otros 16 países (además de Uruguay) generó un grupo para prepararse para la próxima pandemia.
Así lo señaló el subsecretario de Estado para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de EE.UU., José W. Fernández, en una reunión con El País y periodistas de Canal 12 y la agencia de noticias EFE.
Fernández estuvo ayer en Uruguay donde participó de la Semana de la Energía y mantuvo reuniones con ministros.
Estados Unidos promovió la conformación de un grupo denominado Diálogo Económico y de Salud de las Américas (EHA, por sus siglas en inglés) que integran otros 16 países de América Latina (Uruguay entre ellos) y Canadá. Este grupo tendrá su próxima reunión en Montevideo a comienzos de diciembre y tiene el objetivo de “prepararnos para la próxima pandemia, que no sabemos cuándo viene, pero sabemos que desgraciadamente vendrá”, señaló el funcionario estadounidense.
Allí ministros de Salud y de Economía o Finanzas de los países dialogarán sobre aspectos claves y buscarán llegar a implementar acciones concretas a mediados del año próximo. El grupo también lo integran el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Panamericana de la Salud y la Organización de Estados Americanos (OEA), explicó Fernández.
“Todos aprendimos y pagamos con mucha tragedia los estragos de la pandemia. América Latina con el 8% de la población, tuvo el 30% de las muertes por covid-19. Eso demuestra que les debemos a nuestras familias y vecinos, no repetir los mismos errores porque cuestan mucho”, afirmó el subsecretario de Estado.
En ese sentido, dijo que “lo primero es intercambiar opiniones sobre qué aprendimos, qué políticas funcionaron y cuáles no”.
Por un lado, apuntó que todos los países dieron algún tipo de apoyo económico para su población durante la pandemia del covid-19, “porque no podían trabajar, había que darle dinero a la gente para que fuera al supermercado y entonces, ¿qué aprendimos de eso?”.
Fernández también señaló que “hubo mucha corrupción en la contratación de medicinas. En algunos países fue una fuente de corrupción porque estábamos comprando, estábamos apurados y nadie revisaba los libros. Entonces no se trata de abordar el tema de corrupción en general, sino abordar el tema de corrupción en la compra de medicinas”.
El funcionario dijo que “gracias a Dios es un problema que en Uruguay no existe”, pero en países como Honduras y El Salvador “hay estudios que muestran que hasta 3%, 4% y 5% del Producto Interno Bruto se va en corrupción en compra de medicinas”.
“Es una tragedia que haya gente que muera por esa corrupción. Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir esa corrupción?”, se preguntó.
También en la pandemia, “parte del problema fue que las cadenas de suministro en temas de equipamientos médicos no funcionaron bien” y una de las sugerencias del Uruguay en la reciente cumbre de APEP “fue trabajar en tema de equipamientos médicos”, indicó Fernández.
Alianza
El subsecretario estadounidense recordó que “en la última década América Latina ha crecido un 1% anualmente. No hablemos de la década perdida de los años 80, porque esta ha sido peor” y eso “aun con ocho o nueve tratados de libre comercio que tenemos en la región”. Por lo que “no se trata ya de libre comercio, se trata de cuidar las condiciones que permiten que los países puedan progresar, que crezcan y que los ciudadanos vean los beneficios del comercio internacional. ¿Qué quiero decir con esto? Educación, infraestructura, seguridad. Lo que trata de hacer la APEP es enfrentar esos desafíos, esos retos”, agregó.
“Los aranceles promedio en América Latina son menos del 4%. No son los aranceles, no es el libre comercio lo que está limitando el crecimiento, son otros temas mucho más difíciles de abordar, pero que hay que abordarlos”, insistió.
Fernández dijo que “en estos momentos nosotros no vamos a promover acuerdos de libre comercio” porque Estados Unidos cree que se debe “tomar una posición que enfrente los retos que tenemos. Porque no se trata simplemente de bajar barreras (comerciales), se trata de buscar buena inversión que genere empleos, que tenga buenos salarios y que le permita a los ciudadanos del país ver el beneficio de la democracia”.
Consultado respecto a si se busca con esto contrarrestar la incidencia de China y el vínculo que ha desarrollado con la región, Fernández respondió que “no se trata de pedirle a los países que escojan”.
“Tenemos una relación con Uruguay que se remonta a siglos, que no comenzó ayer, no comenzó hace 10 años. Lo que queremos es ayudar a Uruguay a seguir creando empleo, seguir creciendo su clase media y pensamos que si tenemos éxito el resultado van a ser estándares más altos. La competencia es buena. Nosotros estamos dispuestos a que nuestro sector privado compita, y si tenemos éxito, lo van a hacer respetando el medio ambiente, trayendo buen empleo y todos nos vamos a beneficiar”, afirmó el funcionario.
“No se trata de escoger, se trata de participar en un país con el cual tenemos una muy buena relación”, concluyó.
Un país “modelo” y el “mejor posicionado” en energía
En el diálogo que mantuvo ayer, Fernández remarcó que en Uruguay hay 180 empresas estadounidenses que emplean a 25.000 personas y que si se suman las exportaciones de bienes y servicios, Estados Unidos el principal socio comercial del país.
También destacó varias veces que el 95% de la matriz eléctrica de Uruguay es en base a energía renovable y es un aspecto que posiciona bien al país de cara a la transición energética en general, además de ser un “modelo” para otros países de América Latina.
En el marco de la APEP, “si podemos trabajar con el Uruguay en el hidrógeno verde, eso va a mejorar la economía de manera exponencial. El Uruguay se va a convertir en un país donde quieran invertir empresas internacionales porque tienen energía más limpia y más barata”, aseguró Fernández. “Sería un beneficio para el Uruguay y crearía buenos empleos. Una cosa que no nos estamos dando cuenta, es que la transición energética crea buenos empleos”, añadió.
El subsecretario de Estado expresó que “los países a nivel mundial están en una carrera para ver quién se beneficia más y más rápido de la transición energética y creo que no hay un país mejor posicionado que Uruguay”.
Este año Ancap, entre seis ofertas, seleccionó a la firma HIF Global que será la encargada de producir 180.000 toneladas por año de combustibles sintéticos a partir de la captura de 710.000 toneladas al año de carbono y de la producción de 100.000 toneladas de hidrógeno verde por año. La inversión prevista es de US$ 4.000 millones.
Reuniones con Rando y Paganini del funcionario
El subsecretario de Estado para Crecimiento Económico, Energía y Medio Ambiente de Estados Unidos, José W. Fernández, estuvo de visita en Uruguay donde participó de la Semana de la Energía y mantuvo reuniones con la ministra de Salud Pública, Karina Rando y el flamante canciller (y exministro de Industria, Energía y Minería) Omar Paganini. Fernández estuvo previamente en Chile donde dio seguimiento a la cumbre de líderes de la Alianza de las Américas celebrada el viernes pasado.
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