ALUR
Se proyecta una producción de 492.000 toneladas, en una zafra que será más larga de lo habitual.
Las expectativas sorprenden en un buen sentido: la producción de caña de azúcar será mucho mejor que la del año pasado. “Estimamos que estará en las 492.000 toneladas”, dijo a El País Álvaro Lorenzo, gerente general de Alcoholes del Uruguay (ALUR) al hacer referencia a la nueva zafra de azúcar y etanol en el complejo agroenergético en Bella Unión, que comenzó esta semana.
La zafra 2021 ya fue histórica con una cosecha de 457.000 toneladas de caña de azúcar, a un promedio de 69 toneladas por hectárea y con un rendimiento de 7.900 kilos de azúcar por hectárea. “Ahora esperamos 8.200 kilos de caña por hectárea”, agregó Lorenzo.
Humberto Graña, gerente de la Unidad de Negocios de Caña de Azúcar de ALUR, precisó que de ese total de caña de azúcar (cercano a las 500.000 toneladas) se van a transformar en el orden de 20.000 toneladas de azúcar y 28.000 metros cúbicos de alcohol, en una zafra que va del 11 de mayo a mediados de noviembre. “Seguramente será la zafra más larga en años, dada la cantidad de caña que se va a cosechar”, señaló.
Cabe recordar que el alcohol de Bella Unión se mezcla con el que produce la empresa en Paysandú, en base a cereales, y ambos se mezclan en las naftas que comercializa Ancap.
Djelil Brysk, presidente de la Asociación de Plantadores de Caña de Azúcar del Norte Uruguayo (Apcanu), coincidió con las proyecciones de ALUR: “Estaremos manteniendo números importantes, aunque vamos a tener alguna merma en ciertos sectores debido al déficit hídrico que sufrió Artigas y Salto de enero y febrero”.
Sin embargo, Camilo Botta, gerente de la parte agrícola de ALUR, consideró que el cultivo de caña de azúcar se maneja mayoritariamente con sistemas de riego, por lo que las zonas afectadas por las sequías, que fueron pocas, no tendrán impacto visible.
Lo que resultará sí un desafío serán los fertilizantes, ya que sus precios se han duplicado en las últimas semanas.
Esto se debe a que Ucrania y Rusia son los principales proveedores de fertilizantes del mundo y la guerra ha impactado los precios internacionales de los commodities. En Uruguay, se utilizan unos 450 kilos de fertilizantes por hectárea y el presupuesto anual de ALUR para ese concepto es de US$ 2,5 millones. “No es mi área, pero sé que se están analizando más opciones de compra de fertilizantes”, dijo Botta.
Anualmente la zafra de caña de azúcar en Bella Unión emplea a más de 2.400 personas en forma directa, 1.400 cortadores, 550 empleados de ALUR y unas 600 personas más, entre los productores y prestadores de servicios.
Zafra temprana
Desde 2017 la producción agrícola nacional viene aumentando por mejoras en el rendimiento de la caña (hay nuevas variedades genéticas desarrolladas por ALUR), cierto incremento del área plantada, depuración del sistema de productores de bajo rendimiento, el cambio climático (con veranos más intensos) también favorece el cultivo de la caña de azúcar, entre otros factores.
Pero incide otro factor en 2022: el acuerdo con el sector por cinco años, firmado en 2021, que ha dado un horizonte más claro a los productores y permitió comenzar la zafra 2022 antes y sin tantas tensiones, según Lorenzo.
“Siempre lo más razonable es empezar la zafra en mayo, pero nunca se lograba porque cada año estaba el problema del precio de la caña de azúcar con los productores. No iniciaban las quemas, que es el punto de partida del corte de la caña, porque no estaba definido el precio y las negociaciones demoraban todo el proceso”, insistió Lorenzo.
Brysk reconoció que los productores no están acostumbrados a comenzar la zafra tan temprano y valoró el acuerdo como “una evolución” para la cadena agroindustrial de Bella Unión. “Siempre cerca de la zafra había conflictos, este año no los hubo y podemos mirar más a futuro”, señaló.
Energía eléctrica
ALUR Bella Unión también produce energía eléctrica que vende a la red de UTE. En tal sentido, Graña destacó el hecho de que “durante la zafra, ALUR vuelca a esa red el equivalente al 70% del consumo de toda la zona de Bella Unión en un año”.
“Durante la molienda, esta empresa genera energía eléctrica para el proceso industrial de la caña de azúcar y el excedente se vende a UTE. Por eso, cuanto más larga sea la zafra, mejor”, explicó el gerente. ALUR estima que la venta de energía será de alrededor de 13.000 megavatios/ hora (MWh) este año; mientras que habitualmente ha estado en los 12.000 MWh.
En otro orden, en esta zafra la empresa lanzó el programa orientado a la certificación Bonsucro, para procesos de mejora continua en el marco del desarrollo de la sustentabilidad económica, ambiental y social en la cadena productiva de la caña de azúcar.
Proyectos de nuevos cultivos bajo la lupa
La diversificación de la producción en Bella Unión es un objetivo del gobierno. De hecho, existen propuestas de cultivos de cáñamo, estevia (sustituto del azúcar) y yerba mate, entre otras.
Consultado al respecto, Álvaro Lorenzo, gerente general de ALUR, confirmó que existen proyectos y experiencias de otros tipos de cultivos que están siendo estudiados: “Tuvimos contactos de empresarios y productores que quieren desarrollar otro tipo de cultivos. ALUR quiere ser palanca para complementos a la caña de azúcar, pero valorar otros cultivos lleva procesos de largo plazo”. Y agregó: “Hay todo un campo experimental, hay que probar, analizar, validar, para que cuando una nueva producción se abra al mercado, la variedad no tenga problemas sanitarios ni de ningún tipo. El cáñamo tiene futuro y un mercado infinito en relación a la fibra, al papel, al CBD, en el campo medicinal, pero todavía es embrionario. Sino, la prueba la paga la sociedad uruguaya, porque esta empresa (ALUR) es propiedad de Ancap y todos los costos van a parar a los combustibles”, lanzó.
“En su momento, ALUR tuvo plantaciones de sorgo, pero no va a ser productora agrícola. Sí seremos palanca para desarrollar alternativas. En la zona hay productores hortícolas muy buenos, pero hay que cuidar que el impulso de querer desarrollar una actividad nueva, rinda a largo plazo”, concluyó.