Por Lautaro Brum
A veces puede costar la organización de las finanzas personales. Mientras más responsabilidades tiene una persona, se hace aún más desafiante el correcto uso del dinero que entra a la cuenta bancaria mes a mes. Uno debe saber contemplar cuáles son sus prioridades dentro de todo lo que rodea al dinero, ya sea pagar cuentas, comprar comida, hacer gastos de ocio y demás.
Por ello, en este Finanzas de Bolsillo trataremos de identificar qué hábitos son positivos y cuáles son preferibles dejar atrás para ir mejorando nuestra economía personal.
Tal vez, el punto fundamental y donde uno debe hacer más hincapié es en la constancia y en los hábitos. Todo lo que rodea a la educación financiera tiene que ver con los hábitos que uno realiza día a día. Bárbara Mainzer, directora ejecutiva de la Asociación de Bancos Privados (ABPU) dialogó con El País y sostuvo que en estos casos, lo primero siempre sería organizarse, ordenar y armar un presupuesto mensual, donde cada uno deberá poner sus gastos por escrito, ya que, según aseguró, “todo lo que está hecho por escrito tiene más posibilidades de ejecutarse”. A fin de mes, uno debe hacer el trabajo de revisar su comportamiento económico y lograr visualizar los desvíos que tuvo.
Mainzer destacó que al comienzo siempre habrá errores y la persona llegará a ejecutar algún gasto que no era necesario, pero que esa es la clave para luego corregir y repasar los gastos.
A su vez, indicó que dicho presupuesto se debe dividir en ingresos y egresos, y que lo mejor que se puede hacer para moderar el autocontrol de los gastos es intentar parar las compras impulsivas y los denominados “gastos hormigas” (un café al paso, refrescos, comida rápida), ya que son esos pequeños gastos que, una vez sumados a fin de mes, hacen la diferencia.
En ese sentido, Marcela Romero, coordinadora del programa de Planificación Financiera de Beca Advisors, señaló que la planificación del dinero personal debería ser un tema de conversación desde la temprana edad, ya que ayuda a tomar el control para lo que cada uno desea para tener una mejor calidad de vida. Por otro lado, afirmó que para ahorrar se necesita de mucha disciplina y autocontrol, para así tomar conciencia de nuestros gastos.
Una vez dominado este hábito uno se pregunta cuáles son los gastos que sí o sí debo realizar antes de pensar en el ahorro y cuidar el bolsillo para llegar sin sobresaltos a fin de mes. Para cumplir este ítem, es necesario primero pensar en gastos como el alquiler, comida, luz, agua y educación, y luego se aparta dinero para generar el hábito del ahorro.
Si se puede (dependiendo de los ingresos y la economía personal de cada uno) Mainzer cree que lo mejor es ahorrar un 20% o 30% del sueldo. Luego, si uno lo desea, ya puede pensar en gastos de ocio para darse gustos.
Asimismo, Romero dijo a El País que uno debe saber visualizar los ingresos que se pierden en gastos innecesarios para así mejorar nuestra conducta. Además, sostuvo que a veces las redes sociales no ayudan a seguir ese comportamiento, ya que “nos tientan para gastar en lo que no necesitamos”.
El juego de azar: un camino sin retorno
Al momento de buscar nuevas formas de generar ingresos para aumentar mi economía, uno puede creer que apostar dinero y dejar la suerte al azar es una puerta fácil de entrada de capital a nuestra cuenta, pero lo cierto es que es un error. De hecho, si hablamos estadísticamente, es más probable que nos caiga un rayo durante una noche de tormenta que acertar los números ganadores de la lotería. Así lo comprobó Victor Muñoz, profesor en la facultad de Ciencias Universitarias de Chile, ya que halló una probabilidad promedio de 1 en 4,5 millones de ganar la lotería. Por ello, es díficil que tu economía mejore gracias al juego de azar.
Una herramienta más que conocida tanto para gastar o saldar deudas es la famosa tarjeta de crédito. Ahora, ¿qué tan beneficiosa es esta herramienta si no tenemos noción y un límite al utilizarla?
Mainzer la destacó como una herramienta fantástica ya que te permite visualizar todos tus gastos cuando llega el estado de cuenta, lo que permite a la persona ordenarse y ver qué gastos valen la pena y cuales no. Sumado a ello, brinda muchos beneficios en relación a los descuentos, y afirmó que Uruguay cuenta con beneficios como muy pocos países tienen en ese sentido. Sumado a ello, también te permite financiarte cuando ocurre algún gasto de urgencia.
Romero, desde su punto de vista, dijo que sin dudas la tarjeta de crédito puede usarse a nuestro favor. Sin embargo, uno debe comprometerse a pagar el total de la deuda cuando llega la cuenta a nuestra puerta y a “no dejarnos engañar con la sensación de que si lo pago en cuotas es dinero que me sobra para gastar en otra cosa”.
“Si solo llegamos a cubrir el pago mínimo estamos planificando mal nuestros gastos y dejamos dinero en intereses que representan pérdidas para nosotros y ganancias para los emisores de las tarjetas de crédito”, agregó.
¿Cuándo no hay que usar una tarjeta de crédito?
Es un hecho de que las tarjetas de crédito son una herramienta que nos puede ayudar en el camino mientras mejoramos nuestras finanzas personales. De todas fromas, Mauricio Minarrieta, gerente de deal advisory en KPMG, dijo a El País que para lograr un buen uso de esta herramienta de pago se debe tener en cuenta los ingresos. “Si el resultadoes que esas cuotas entran dentro de la planificación sin generar un estrés sutancial sobre los ingresos del hogar, puede ser conveniente hacer uso de esta herramienta”, explicó.
El ahorro. Otro punto destacado a la hora de generar buenos hábitos financieros al adentrarse en el mundo del dinero. Ahora, ¿cómo nos conviene ahorrar? ¿Es preferible guardar el dinero o invertirlo si recién nos adentramos en el cuidado de nuestras finanzas? Para despejar esta duda, Romero aseguró que bajo ningún concepto es bueno guardar el dinero, ya que debemos hacer que “trabaje para nosotros” y la única manera de hacerlo es invirtiendo. Dicho esto, en qué y en qué moneda siempre estará atado de nuestros flujos de dinero y de nuestro “apetito” por el riesgo, ya que hay varias formas de invertir, dependiendo del perfil de cada persona y de su contexto económico.
Desde el punto de vista de Mainzer, guardar los ahorros debajo del colchón nunca es una buena opción debido al riesgo que uno corre al momento de que la inflación “te coma el poder de compra, ya sea en pesos o en dólares”. En ese sentido, la inflación es el primer enemigo del que uno se debe cuidar a la hora de tomar una decisión respecto a qué hacer con los ahorros, por lo que uno debe resguardarse de ella. ¿Cómo? Invirtiendo. ¿En qué moneda? En la que uno tenga sus gastos principales, según Mainzer. “Al uruguayo le gusta ahorrar en dólares, pero de todas formas siempre es recomendable tener una parte en pesos e invertir en depósitos bancarios o en bonos del gobierno uruguayo”, agregó.
Por otro lado, Valentina Maiorano, directora de Maiorano Inversiones, dijo que tener quieto los ahorros es equivalente a perderlo, debido al costo de la inflación. A su vez, destacó que para quienes recién se están iniciando en el mundo de las finanzas, lo mejor es que sus primeros ahorros estén en pesos, ya que se recomienda, en este caso, que el primer paso sea crear un fondo de emergencia equivalente a unos seis meses de sueldo.
¿Qué puntos debo tener en cuenta a la hora de invertir mis ahorros?
Luego de haber destinado un tiempo a generar ahorros tras estabilizar las finanzas personales, puede ocurrir que uno desee utilizarlos.
Si se toma esa decisión, se debe pensar en una serie de puntos. Primero, qué deseo hacer con ese dinero. Puede que la persona quiera realizar un viaje, mudarse a una vivienda con mejores prestaciones o comprar un vehículo. Se debe destinar algo de tiempo a determinar el para qué se está invirtiendo el dinero para luego determinar el cómo.
Luego llega el momento de determinar si la inversión va a ser a corto, mediano o largo plazo. Objetivos como la compra de un vehículo o la reserva de un viaje pueden considerarse de corto plazo, mientras que utilizar dicho dinero para generar un fondo de retiro, por ejemplo, debería ser determinado como un objetivo a largo plazo.
Por último, la moneda. Nuevamente es clave determinar la moneda en la que se va a ahorrar. Si el objetivo es realizar un viaje, lo mejor es generar ahorros en dólares o euros, ya que son la moneda en la que típicamente están los costos de turismo. Si el objetivo es el retiro, y ese retiro es en Uruguay, lo ideal sería invertir en Unidades Indexadas para no especular con el tipo de cambio en el futuro.