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PABLO ANTÚNEZ

Los churrascos uruguayos siguen abriéndose camino en Rio Grande do Sul y durante el pasado mes de noviembre y, a lo largo de gran parte de diciembre, los frigoríficos "gaúchos" incrementaron sus compras de ganado en pie en Uruguay.

La crisis económica desatada en el mundo provocó un desmoronamiento de los mercados cárnicos y los frigoríficos uruguayos quedaron con las cámaras llenas de carne y sin clientes. El primer efecto de la crisis fue que a los tradicionales importadores de carne los bancos les quitaron los créditos y dejaron de comprar.

La situación provocó que los productores no pudieran vender sus ganados al frigorífico y encima, la sequía los apuró para que alivianaran los campos. Prácticamente la única opción que tuvieron los ganaderos uruguayos fue exportar en pie sus animales hacia Brasil.

El Ministerio de Agricultura de Brasil informó que desde comienzos de noviembre y hasta mediados de diciembre, registró pedidos de importación por 63.220 cabezas, nacidas y criadas en Uruguay. Los animales tuvieron por destino los frigoríficos de Rio Grande do Sul.

Sin embargo, la misma fuente, aseguró que durante todo 2008 entraron 87.520 reses uruguayas con destino a faena. La cifra es tres veces mayor que la registrada durante 2007, cuando los frigoríficos importaron 21.632 cabezas, según divulgó el portal BeefPoint.

Herramienta. La exportación de ganado en pie "es una herramienta válida y sirvió para alivianar los campos y mantener el precio de las haciendas, pero no creo que tenga sustentabilidad en el tiempo", aseguró a El País Fernando Mattos, ex presidente de la Asociación Rural del Uruguay y ex delegado de la gremial en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes.

Mattos, además, estuvo durante 20 años vinculado al negocio de la carne en Brasil y asegura que, a medida que mejoren las condiciones de venta de los frigoríficos uruguayos, se irá menos ganado a Brasil.

"Como productores nos causa mucha lástima que la mejor opción sea la exportación de ganado en pie listo para faena, porque es materia bruta que se va sin valor agregado", aseguró el empresario.

"Uruguay depende mucho de la exportación de carne, pero con la recesión, hubo muchas dificultades para vender. La salida fue enviar ganado a los frigoríficos de Rio Grande do Sul y fue muy fuerte durante noviembre, pero cayó un poco en diciembre, porque los precios en Uruguay se recuperaron y se están retomando los negocios con el exterior", admitió Carlos Simm, director de la Federación de Agricultura de Rio Grande do Sul, según divulgó BeefPoint.

Compras. Son cinco los frigoríficos riograndenses que se están abasteciendo de ganado carnicero uruguayo. El principal comprador es el frigorífico Mercosul, que tiene cinco plantas y maneja cerca del 20% de la faena, con una capacidad para matar 2.000 reses diarias. De ese total, la mitad son uruguayas. Mientras tanto, en el frigorífico Silva, de Santa María, aproximadamente el 60% de las 400 cabezas que mata por día provienen de Uruguay .

Las ventas están bajando y no se explicaba fácilmente por qué los frigoríficos gaúchos importaban ganado vivo y no carne con hueso uruguaya.

"En ningún momento hubo una corriente exportadora fluida. Cuando pasa lo que nos sucedió, el primer mercado que surge es la media res con hueso para darle salida a un ganado que no es especial, lo que para nosotros sería un ganado de segunda", sostuvo Mattos.

Agregó que, "el incremento de la exportación en pie durante noviembre, viene por el lado de que la industria brasileña, vio una oportunidad para reducir los precios del ganado en Rio Grande y eso se juntó con una presión vendedora de los productores uruguayos como consecuencia de la sequía".