El director de Zambrano & Cía., analizó que el gobierno que finaliza no aprovechó una buena coyuntura internacional favorable. Según su punto de vista quedaron en el debe una reforma de la Educación, "pilar básico para el país del futuro" y la reforma del Estado, "que no sólo no se hizo, sino que se aumentaron costos por compromisos sociales". Sobre el futuro gobierno mostró su deseo que no concrete ciertos temas "dichos para ganar". Elogió la labor de INAC y de su presidente, "que muchas veces defendió más a los productores que sus propios delegados". Consideró que es necesario un estímulo al sector ganadero y reclamó señales de parte de la industria.
PABLO D. MESTRE
- ¿Cómo empresario, qué balance hace de los 5 años del gobierno que finaliza?
-Este gobierno nos sacó el terror que existía previo a que subiera la izquierda, pero el cuco sigue estando.
-¿Por qué lo dice?
-Es que se escuchan cosas que no se entienden.
-¿Por ejemplo?
-Frases como que la tierra es de todos y hay que arrendarla, o instalar un Frigorífico Nacional regulador de precios, o meter mano en la propiedad privada, y muchas afirmaciones populistas, hacen que reafirme mi pensamiento que en política muchas veces se miente para llegar al poder y después se sigue siendo igual. Espero que ahora sea así en muchos temas que confío finalmente no se planteen por el gobierno electo.
-Volviendo al balance…
-Hay un tema social que marca. En Uruguay el éxito en vez de mostrarlo como ejemplo, hay que esconderlo para que no lo cuestionen, lo que es propio de un país mediocre. Es una lástima que el populismo empareje para abajo. La reelección del gobierno me marcó que hay un cambio social que hay que entender y aceptar. En consecuencia hay que trabajar en función de eso.
-¿Y respecto al sector?
-Se sigue sin entender que Uruguay es un país agropecuario. Lo de país productivo sigue siendo un slogan por cosas fácilmente comprobables como el precio del gasoil, las relaciones laborales, el tipo de cambio, que aún cuando no depende tanto del gobierno podrían hacerse cosas para que mejore la competitividad del sector.
Otro tema es el costo del Estado, todo lo que tiene que ver con los Planes de Emergencia que pagan para no trabajar y sacan gente del mercado laboral, porque muchos piden para trabajar siempre y cuando no se los ponga en planilla y se dificulta para conseguir operarios.
-¿Cree que eso quedó en el debe el gobierno?
-Absolutamente. Todo eso se diluye por el buen momento internacional y de valores de commodities que el país produce. Cuando uno tiene plata hace algún gasto superfluo en el almacén, pero cuando está ajustado se fija hasta en el costo de la sal. El período que este gobierno vivió fue y va a ser histórico, si se compara por ejemplo con el 2002. En algún momento el país le reconocerá a (Jorge) Batlle el manejo de la crisis del 2002. Pero este gobierno vivió el mejor momento histórico y no se aprovechó.
-¿En qué sentido?
-El país está más endeudado, hay más empleados públicos y no se pagaron las cuentas. Y cuando uno gana plata y se tiene una deuda, lo que hay que hacer es pagarla para quedarse tranquilo; pero si cuando se tiene no se pagan las deudas y se tira para adelante, como hizo este gobierno, en algún momento no sé quién las va a pagar. Somos cumplidores porque tenemos credibilidad con el pago, pero el endeudamiento subió.
Se usaron recursos para cumplir con las deudas sociales de promesas que implican plata, como el Plan de Emergencia. Pero lamentablemente se postergaron cosas importantes.
-¿Cómo cuáles?
-Y lo más claro es la Educación que es la base del futuro país que queremos para nuestros hijos, nietos y descendientes. La Educación es un desastre, no hay quien le ponga el cascabel al gato, ni los recursos necesarios. Ese es un debe enorme que no sé quién lo va a poder arreglar. Y no es un tema sólo de este gobierno, pero tampoco lo solucionó. Espero que lo encare el nuevo.
-Pero se instrumentó el Plan Ceibal…
-Dentro de todo es una inquietud. Estoy de acuerdo con este Plan, posiblemente no cómo se hizo, pero por lo menos fue algo distinto, aunque sin la preparación adecuada, claro, si uno espera que llegue, quizás no llega nunca.
Pero son de las cosas distintas que es bueno que ocurran.
-¿Qué otro tema no le conformó del actual gobierno?
-Hay un tema claro que es la reforma del Estado, que este gobierno que termina lo agrandó. El costo del Estado provoca que haya que recaudar más y subir los impuestos, atentando contra el país productivo.
Y lo que este gobierno dejó pasar fue el TLC, que se va a lamentar por mucho tiempo. Que un país como EE.UU. dé la oportunidad y no se haya aprovechado es una infamia.
Eso fue un error y mucho más con el slogan del país productivo. Y sobre todo optando por un Mercosur que es indefendible. Entonces por presiones de sectores de un partido de gobierno se privó al país de un tema que hubiera sido fundamental.
Estos temas confirman que en general los uruguayos tenemos mala memoria, no sólo para las cosas malas, sino también para las buenas, sino basta comprobar cómo ahora se inauguran obras relevantes para el país que en su momento eran fustigadas por los mismos que cortan las cintas orgullosos.
-¿Qué espera del gobierno que asumirá el 1° de marzo?
-Los discursos iniciales del Senador Mujica, a quien obviamente no voté, se han recibido bien. Una, porque no tenemos más remedio, pero además porque es dar un crédito a quien asume el poder y a que uno apuesta a creer.
-¿Cómo ve el estado de ánimo del inversor?
-El Uruguay mirado desde el exterior tiene mucho mejor imagen que en lo interno, incluyendo la elección de este gobierno y este presidente que asumirá en marzo.
Por su credibilidad en los gobiernos anteriores, desde el exterior se confía en Uruguay y está por encima de lo que sea el gobierno actual. Además en el exterior no se le tiene miedo a un gobierno socialista, si bien el socialismo moderno como en Europa no dice las cosas que dijo el presidente electo.
Pero desde el exterior en lo que más se fijan es la corrupción y Uruguay está mucho mejor que cualquier otro país de Latinoamérica en este sentido.
Desde afuera se ve un país seguro, estable, creíble, con un gobierno socialista antiguo, pero que no admite la corrupción. Por tanto no parecería, en la medida que no se concreten ciertas cosas que se dijeron, que hubiera problemas con las inversiones.
Además el gobierno tiene tantos ejemplos buenos y malos cerca que debería ser fácil elegir a cuál seguir.
Perfil
Nombre:
Gerardo
Zambrano
Casado con:
Beatríz Zerbino
Hijos:
Alejandro,
Rodrigo,
Agustín y María
Hincha de:
Nacional
MIRAR PARA ADELANTE, AUNQUE NO SE LLEGUE
Hace dos décadas fundó la empresa de servicios agropecuarios que hoy dirige junto con dos de sus hijos en quienes la proyecta. "He dado todo y llegó el momento que me dedique a cosas que van quedando para atrás por ese concepto de trabajar, trabajar y luego trabajar que traté de inculcar a mis hijos", asegura.
Una de estas actividades es la de un fuerte apoyo a lo social, dedicando varias horas a la Fundación Peluffo Giguens de la cual es vicepresidente. La otra es el campo su pasión desde siempre y que ahora le presta mayor atención estando directamente al frente de la gestión productiva.
Optimista por naturaleza su frase de cabecera es "mirar siempre para adelante y lo más lejos posible, aunque sepa que no voy a llegar". Para atrás dice mirar "sólo para no cometer los mismos errores". Y trata de no lamentarse por lo ya sucedido pues "no lo voy a poder cambiar".
Así encara la vida Gerardo Zambrano Antón tratando de transmitir a sus hijos y al centenar de colaboradores que la base del éxito es: "trabajar, trabajar y después trabajar".
"Seguimos siendo un país ganadero con agricultura"
-¿Qué balance hace del año 2009 en el agro?
-Arrancamos un año realmente mal climáticamente hablando, con una crisis internacional que no sabíamos qué iba a pasar y cómo iba a pegar y realmente con una incertidumbre muy grande. Con eso pasamos el primer semestre; ya en el segundo se vio que el impacto de la crisis iba a ser menor, y si bien no se había recompuesto el esquema forrajero, la seca en general había lugares donde se había atenuado. Se empezó a notar la inquietud de la inversión del exterior, empezaron nuevamente las ventas inmobiliarias y rentas agrícolas y en general se fue normalizando para terminar con un diciembre histórico con una primavera como hacía mucho no se daba, con la ganadería que terminó el año con precios de post zafra. Se evidenció que cuando el productor tiene posibilidad de manejar sus ventas se reflejan los precios internacionales. Porque acá el ganado subió un 15 o 20% sin subir los precios internacionales.
-¿Es una crítica a la industria?
-Es que cuando sobran, los ganados son de más o menos calidad y los rendimientos son malos; pero cuando falta el ganado, todos son de excelente calidad y los rendimientos son bárbaros. Eso es claramente la desconfianza que hay entre los que producen la carne y quienes la industrializan.
-¿Sigue habiendo disputas en la cadena?.
-Sigo sosteniendo que el tema de la cadena está mal concebido. Si se compara los laneros con los frigoríficos, se ve que la industria de la lana sale al exterior a vender sus productos, mientras a la industria de la carne lo que más le preocupa es comprar la materia prima más barata. Si bien hoy salen más, se lo deben a INAC y a la gestión de Fratti. Otra comparación es con la agricultura, donde se da una sociedad entre el plantador con el dueño de la tierra en una relación clara, planteándose los problemas y buscando soluciones.
-¿En la carne no?
-En la carne tenemos mil problemas, como los feed lot. La gente que tiene inquietudes trata de buscar opciones, apunta a lo que hacen otros países del mundo con los encierros. Y es un compromiso que debería tener la industria con ese productor, pero no ha cumplido, porque no le ha levantado los ganados en su momento, postergando los embarques, provocando que muchos vendieran los ganados sin terminar para la exportación en pie.
-¿Si Ud. tuviera un frigorífico cómo actuaría?
-Trataría de comprar al productor lo más barato posible su ganado gordo, como hace el invernador cuando trata de comprarle lo más barato posible al recriador o criador. No estoy en contra de eso. Pero digo que si quieren desarrollar la carne en un país que es ganadero, van a tener necesariamente que buscar otra forma de incentivo, en base a los precios, de todos los otros escalones. Y fundamentalmente la cría. El tema cárnico necesita un sacudón, un despertar.
-¿Qué opinión le mereció la gestión de INAC?
-Contrario a lo que opinaba de Fratti reconozco que, más allá de alguna acción de corte populista, ha hecho una buena gestión a favor de los productores, quizás hasta más que la representación de los mismos productores. En cuanto a la Junta, considero que debería haber una representación de los consignatarios, que mueven el 60% de los ganados gordos del país. Pero en general INAC ha hecho un buen laburo.
-¿Cree que sigue siendo un país ganadero con agricultura?
-Claro que sí. En el año 1956 en Uruguay se hicieron 1,4 millones de Hás. de agricultura; hoy ocupa un millón, si bien se siembran 1,7 millones porque hay de segunda. Hay otro millón de hectáreas de forestación. Pero quedan 14 millones de hectáreas para ganadería y por más que se agrande la agricultura siempre la ganadería tendrá más. O sea que dónde hay que apuntar y trabajar es en la ganadería, hay que incentivarla porque sigue siendo un país netamente ganadero, con condición agrícola.
MGAP, la Brucelosis y el crédito a Tabaré
-La gestión del MGAP no fue buena. Un ejemplo es el tratamiento de la Brucelosis que sigue siendo un problema y no la van a poder erradicar porque no hay infraestructura, ni recursos, ni profesionales que puedan encararla. No se puede tomar una medida sin saber con qué se cuenta. Fíjese, interdictan la seccional, pero hay campos, alambrado por medio, que no los interdictaron porque estaban en otra seccional y sí lo hacen con otros ubicados a 50 km.
-¿Y qué arriesga?
-Va a pasar lo que dije hace dos años. Van a terminar vacunando porque no la van a poder erradicar y si quieren hacerlo van a tener que buscar recursos y elementos posibles que hoy no tienen. Creo que estuvieron mal la Asociación y la Federación Rural por transar en políticas del MGAP. Espero que Tabaré Aguerre pueda recomponer esta imagen.
-¿Que el ministro sea "del palo" es una buena señal no?
-Es un buen paso. Pero muchas veces la persona no es suficiente, sino que debe tener el equipo y el respaldo necesario. Si Tabaré los tuviera, quizás pueda hacer un buen ministerio, solo no lo puede hacer ni él ni nadie.