PABLO ANTUNEZ
La ganadería uruguaya ya tiene dos nuevos terneros de probeta, producidos a partir de embriones recuperados durante el proceso de faena, fertilizados in vitro a nivel de laboratorio y posteriormente implantados en vacas "nodrizas".
Luego de 12 años que la técnica fue probada con éxito por la Facultad de Veterinaria, a partir del trabajo realizado por el equipo de la doctora Clara Larocca y que contó con la cooperación del gobierno japonés, una empresa privada (Quiniman Com) instalada en Zonamérica, ultima detalles para ofrecer este servicio a los cabañeros uruguayos.
Tras dos años de fuertes inversiones, capacitación de personal especializado y pruebas en Uruguay, Quinimam Com está pronta para producir entre 1.000 y 1.500 embriones mensuales, pero aún tiene por delante el desafío de desarrollar el mercado.
"Nacimos en 2002 como una empresa que ofrece servicios tecnológicos en el área de la reproducción animal, apuntando al desarrollo de la ganadería; en una primera instancia apoyando al sector ganadero", explicó el ingeniero agrónomo Alberto Fossati, presidente de Quiniman Com.
Según Fossati los pasos siguientes son incursionar en el sector ovino y poner nuevos elementos al servicio de los cabañeros. Según el empresario, "en Uruguay hay un potencial muy interesante en cuanto al nivel genético en las distintas razas y nos entusiasma poder brindar servicios que ayuden a lograr mayor progreso genético".
Las dos primeras terneras de probeta, pertenecen a la raza Holando y se encuentran en Young, en la cabaña de María M. De Souza, pero la empresa uruguaya ya espera más nacimientos para el mes que viene con la misma tecnología.
El presidente de Quiniman consideró que la fertilización in vitro, es un complemento de todas las demás técnicas de reproducción que utiliza la cabaña uruguaya.
MERCADOS. Uruguay importa material genético de varios países. En 1995 se adquirieron en el exterior 254.303 dosis de semen bovino, 400 dosis de semen ovino y 1.529 embriones bovinos congelados, según los datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Actualmente, a partir de haber logrado más terneros de probeta, Uruguay puede convertirse en un exportador de genética (embriones congelados y fertilizados in vitro) y eso abre grandes perspectivas de inversión. Quiniman Com ya aprovechó esa oportunidad y realizó un joint venture con la empresa Vitrogen, la más importante de Brasil en el área genética, puesto que produce la mitad de los embriones in vitro que hoy se manejan en el mundo. Tiene 90.000 animales nacidos por fecundación in vitro y produce, entre 9.000 y 10.000 embriones mensuales por fertilización in vitro, a partir de los cuales se consiguen 2.500 preñeces mensuales.
Fossati precisó que la empresa que preside mira, por el momento, hacia el mercado interno, aunque es consciente de las limitaciones que este presenta. Según su análisis, "durante largos años hubo una incorporación de animales del exterior, lo que posibilitó obtener genética adaptada a las condiciones pastoriles de Uruguay y eso hoy se puede proyectar hacia los rodeos nacionales, pero con técnicas de mayor aceleración de los procesos productivos".
El empresario no pasó por alto que hay que trabajar mucho en materia de costos, para que "sean competitivos", pero subrayó que hoy se cuenta con "niveles de seguridad y eficiencia que permiten entrar al mercado con un costo razonable".
Quiniman Com, una empresa integrada por capitales uruguayos, logró poner a punto la fertilización de embriones in vitro, y ahora apuesta a lanzar, al mercado interno primero y a la exportación después, esos embriones congelados.
En un futuro las aspiraciones de la empresa son las de lograr la determinación de sexo y hasta la clonación.
Beneficio genético y económico
A partir de la producción de embriones de laboratorio (fertilizados in vitro), se puede duplicar o triplicar la descendencia de una vaca y eso abre una perspectiva muy interesantes para la cabaña uruguaya, explicó Juan Miguel Secco, productor y vicepresidente de la Sociedad de Criadores de Holando de Uruguay.
En el caso de una de las terneras nacidas en Young, los óvulos fueron colectados luego de su faena, porque ya había cumplido su vida útil como productora de leche. Era una vaca criada por Granja Roland que a su vez había sido producto de transferencia embrionaria. Sus óvulos se fecundaron en un laboratorio, en un ambiente propicio que sustituyó al útero del animal y posteriormente se implantaron en otra vaca receptora (o vaca nodriza).
"Ahora su hija producirá leche y terneros cuando su madre ya hacía mucho que había muerto", recordó Secco, para mostrar el potencial de la técnica.
Se espera que Uruguay esté a la par de los países del primer mundo y, una vez que ponga a punto la aspiración folicular, se podrán obtener embriones de vacas vivas. Se pueden aspirar terneras de un año y también vacas preñadas a partir del tercer mes, por lo que "son técnicas que para los productores uruguayos tienen una gran importancia", consideró Secco.
El estatus sanitario da ventajas comparativas
Con un estatus sanitario libre de vaca loca y sin fiebre aftosa, Uruguay tiene enormes posibilidades de exportar genética de punta, no sólo en pie, sino también a partir de semen y embriones. Esto no pasó desapercibido para los empresarios brasileños que comenzaron a radicar inversiones en Uruguay. Es el caso de Vitrogen, la empresa brasileña líder en la fertilización in vitro de embriones, que ya cuenta con seis clones hijos de toros brasileños destacados.
"La ganadería uruguaya es impresionante, hay 4 veces más bovinos que personas y con una sanidad incomparable, lo que es una situación extremadamente buena para un grupo que tiene interés en invertir en la ganadería", dijo a El País Andre Dayan, presidente de Vigrogen. Esta empresa brasileña ya desarrolló una join venture con Quiniman Com. "Uruguay tiene una condición sanitaria que Brasil no posee, puede exportar material genético a cualquier parte del mundo, por eso estamos trabajando mucho con Quiniman para viabilizar los embriones congelados", explicó el empresario.
Vitrogen produce entre 9.000 y 10.000 embriones fertilizados in vitro y tiene 90.000 animales nacidos por esta técnica. "Estamos entrenando veterinarios uruguayos en aspiración folicular (se aspiran los óvulos dentro del ovario con el animal vivo) y en el congelado de embriones. A partir de la congelación se apuntará a la exportación", adelantó.