Sebastián Ortega: "Para ganar fuerte y de entrada hay que arriesgar"

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Sebastián Ortega

ENTREVISTA

Emprendedurismo, creatividad y la guerra de las pantallas, en la visión del productor y guionista argentino

Sebastián Ortega
Sebastián Ortega estuvo en Montevideo para participar del evento "Clínica de Tendencias".

Es el padre de varios hits de la televisión argentina de los últimos años: de «Tumberos», «Los Roldán», «Lalola» y «Los exitosos Pells» a «Graduados», «El marginal» y «Cien días para enamorarse». Nacido en el seno de una familia de artistas (su padre es «Palito» Ortega), Sebastián Ortega (45) construyó una carrera como productor y guionista primero bajo el ala de Marcelo Tinelli en Ideas del Sur hasta que en 2006 se aventuró a instalar su propia productora: Underground.

Ya sea al encarar un emprendimiento o el nuevo guión de una serie o una película, «asumir riesgos» es la brújula que lo guía a la hora de tomar decisiones, explicó Ortega, quien estuvo de visita en Montevideo esta semana invitado por la empresa Claro para participar en el foro «Clínica de tendencias». En la previa, charló con El Empresario sobre su carrera, las buenas ideas, la guerra por el rating y el futuro de la televisión en tiempos de Netflix.

—Fue responsable de varios éxitos de Ideas del Sur hasta que decidió abrir su productora, Underground. ¿Cuál fue el clic que lo motivó a dar ese paso?, ¿qué recuerda de ese momento?

—Me llamaban mis hermanos o amigos y me decían «¿estás loco, vas a dejar Ideas del Sur?». Yo les decía que sí, que estaba convencido. También tuvo que ver que Ideas del Sur se vendió a Canal 13 y sentía que no iba a tener el espacio que venía teniendo porque ya existía Pol-ka, la productora cautiva de Canal 13. Entonces fue una decisión que partió desde una lógica, no es que dije «quiero tener mi productora». Sentía que Ideas del Sur era mi productora también, porque me hacían sentir eso. Con esa decisión íbamos a tener que trabajar exclusivamente para Canal 13 y dije «yo, no». Si no me iba a ver limitado a hacer programas de entretenimiento, que no son mi fuerte.

—El emprendedor suele toparse con dificultades para acceder a capital para financiar su negocio. ¿Cómo fue en su caso?

—Fue vertiginoso. Venía de una empresa que habíamos ayudado a consolidar; en tres años hicimos «Tumberos» y «Los Roldán», y pasó a ser la productora de ficción más importante del país. Entonces, cuando me fui tuve la suerte de encontrarme con muchos interesados en integrar la sociedad que estábamos formando y brindarnos los recursos para poner esto en marcha. Salir no fue fácil en el sentido de tener que readaptarse a armar algo de cero, pero contamos con los recursos para poder hacerlo.

—A lo largo de su carrera ha creado varios hits. ¿Cómo identifica usted una buena idea?

—La idea puede venir por distintos lugares, puede venir por un personaje o desde un ámbito. Generalmente, parte de un personaje. Siempre pienso que ese personaje son los ojos del televidente, que se encuentra en una situación adversa o ingresa a un universo que le es ajeno. Y cuando me pongo a trabajar con los autores en función de este planteo y empiezan a aparecer rápidamente ideas y propuestas es porque tenemos algo especial entre manos. Hay proyectos como «Graduados» que estuvo 10 años encajonado y lo sacaba cada tanto y le agregaba cosas. Pero no fue hasta que cumplí la edad del protagonista que se juntaron todas las piezas y decidí hacerlo. Suelo tener cierta cercanía con los protagonistas, porque eso me ayuda a plantear mis inquietudes y a investigar acerca de eso.

Graduados
Cien días para enamorarse
El Marginal

—En un supermercado coexisten los productos de marcas competidoras y el consumidor elige. ¿Cómo es esa disputa llevada a la televisión?

—Es fuerte, porque muchas veces para que sobreviva uno tiene que «morir» el otro. Sobre todo cuando trabajás para un canal líder. El canal líder quiere ganar, no salir segundo. Eso es haber perdido la batalla. Podés ganar con mayor o menor contundencia, hemos ganado triplicándole el rating a la competencia y hemos perdido por décimas. A nosotros nos gusta ganar de entrada y ganar fuerte. Y para eso hay que trabajar y asumir riesgos. Una de las características de la productora es que apuesta a propuestas diferentes y arriesgadas. Tenemos programas para la familia en los que tratamos temas tabú... y eso siempre nos ha dado buen resultado, porque lo hemos hecho con mucha contundencia, yendo a fondo y recibiendo asesoramiento. Así se hizo con mucho respeto y responsabilidad.

—¿Cómo está impactando la coyuntura económica argentina en la industria televisiva?

—Es difícil. Antes producías para un canal, hoy necesitás tres o cuatro socios para llegar al presupuesto. Tenés primera y segunda ventana, venta internacional y un montón de cosas que hay que planificar por adelantado, incluso subsidios del instituto del cine o de medios públicos.

—Hasta hace unos años se vivía la «era dorada» de la TV...

—(Hoy) es la era dorada de los contenidos, no de la tele. La tele está atravesando un momento muy complicado, el cable también. Las plataformas ganaron un espacio gigante en poco tiempo y cada año es más grande.

—«El Marginal» está disponible en Netflix. ¿Qué diferencias tiene para el productor colocar una serie en la plataforma respecto a la televisión abierta o el cable?

—En un canal abierto ponés un programa al aire y con el minuto a minuto sabés como te está yendo. Con las plataformas es diferente, es un proceso muchísimo más lento y te enterás en la calle. El valor más grande de estas compañías es la información acerca de los gustos del consumidor, entonces no la comparten con nadie. Es increíble, pero la calle es el termómetro más fiel que hay para medir el éxito.

(Hoy) es la era dorada de los contenidos, no de la tele"

Sebastián Ortega
Sebastián Ortega

—¿Cómo se generó esa posibilidad? ¿Qué puertas se abrieron desde entonces?

—Nosotros habíamos ganado Series mania, un festival mundial sobre series en París, y a partir de ese premio nos contactaron desde Netflix y Canal+ y compraron «El Marginal» antes de que saliera por la TV Pública. Eso fue nuestra introducción al exterior, porque Netflix nos abrió la posibilidad de ser vistos en todo el mundo. Antes tenías que viajar con la gente del canal, con la carpetita abajo del brazo, hablar con ejecutivos que habían visto 800 programas, y todo era más dificultoso. Las plataformas te permiten no tener que viajar a todos lados y tener un alcance inmenso.

—Cada vez hay más servicios de streaming. ¿Las plataformas son el futuro de la industria?

—Sin duda, las plataformas van a ser las grandes protagonistas, (pero) no creo que muera la televisión abierta porque lo que son noticias y deportes se van a seguir viendo. Pero hay una migración muy grande del auspiciante que se siente año a año.

—¿La proliferación de plataformas es una buena noticia para los productores?

—Creo que tenemos una ventaja, cambia el envase pero no el contenido. La Coca-Cola sigue siendo la misma, después la podés tener en lata grande, chica, botella de vidrio, de plástico, de tres litros. Lo que tenemos que hacer es adaptar los contenidos a diferentes pedidos que te hacen las plataformas. Ahora estamos en negociaciones con una plataforma nueva que va a salir para celulares y nos piden desarrollar contenido de 10 minutos. Es algo totalmente diferente, tenés que considerar que es una pantallita.

—¿Qué serie está viendo ahora?, ¿alguna recomendación?

—Ahora empecé a ver Chernobyl, pero vi una serie que me gustó mucho por su producción que se llama «The Marvelous Mrs. Maisel». «Six feet under» es mi favorita. Después hay otras muy buenas, ahora está «El cuento de la criada» que está muy bien hecha y es muy oportuna para la época que se está viviendo. Me gusta mucho el concepto de «Black Mirror», aunque no siempre son buenos los capítulos. Refleja hacia dónde está yendo la sociedad y te asusta un poco (se ríe).

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