SÁBADO 30 DE MARZO
Atando cabos de las noticias que dieron la vuelta al planeta.
Buenos días, amigo lector. Inauguramos hoy un encuentro sabatino para analizar los principales temas de la política internacional que ocuparon las páginas de El País en la última semana. La idea es ir atando cabos que nos ayuden a entender qué pasa fuera de nuestras fronteras terrestres y cómo nos afecta. Ahí vamos.
Trump cantó victoria.
La semana arrancó con el presidente Donald Trump exultante. Y no era para manos. El informe del fiscal especial Robert Mueller, encargado de la investigación sobre la llamada “trama rusa”, es decir, la supuesta coordinación del equipo de campaña electoral de Trump con los servicios de inteligencia de Rusia para dañar la imagen de la demócrata Hillary Clinton, concluyó que el presidente es inocente. Al menos de conspirar. Trump, que durante los dos años que demandó la investigación denunció una “caza de brujas”, reaccionó de acuerdo a la magnitud de la noticia: “No colusión, no obstrucción, EXONERACIÓN TOTAL”, publicó en Twitter. Liberado ahora de la carga de la “trama rusa”, Trump podrá dedicarse a preparar su campaña para la reelección en 2020. Tampoco es que el presidente haya salido ileso. En el marco de la investigación, varios de sus allegados fueron alcanzados por la espada de la justicia. Nuestro columnista especializado Claudio Fantini analizó cómo quedó parado Trump a partir del informe Mueller.
Respaldo a Netanyahu
La primera aparición en público de Trump luego de conocerse las conclusiones del informe sobre la “trama rusa”, fue el lunes 25 cuando recibió en la Casa Blanca al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu. Trump lo esperó con un gran espaldarazo y un fuerte mensaje a sus vecinos árabes: Estados Unidos reconoció la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, un estratégico territorio que reclama Siria. Como era de esperar, esta decisión de Trump, como antes el traslado de la embajada a Jerusalén, provocó las protestas de los árabes, y agregó tensión a la siempre frágil situación en Medio Oriente. De todos modos, Netanyahu se llevó de Washington un fuerte apoyo para las elecciones del próximo 9 de abril, donde se juega su futuro político. Los Altos del Golán están además en la agenda uruguaya. La ONU ofreció a Uruguay participar en una misión en la zona.
El Brexit no sale.
Esta fue otra semana de dolor de cabeza para la primera ministra Theresa May. El acuerdo para la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el Brexit, que le llevó tres largos y tensos años de negociaciones, fue rechazado otra vez en la Cámara de los Comunes.May llegó a ofrecer su renuncia para que los diputados aprobaran el acuerdo. Pero no bastó. Ahora tiene hasta el 12 de abril para decirle a la UE qué van a hacer. Las opciones se abren como un abanico. Nueva votación, Brexit sin acuerdo, prórroga, otro referéndum que anule el de 2016, o anticipar las elecciones. Todo hace pensar que el tiempo de May en el gobierno se está agotando. La lista de candidatos a ocupar su lugar tiene tantos nombres como opciones para saldar esta crisis.
La Conquista.
Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, se ganó varias cachetadas. En un acto por los 500 años de la batalla de Centla, considerada el primer enfrentamiento entre el conquistador Hernán Cortes contra pueblos originarios de México, el presidente planteó que España debería pedir perdón por los abusos durante la época de la conquista de América. En España hicieron cola para pegarle. Desde el gobierno hasta académicos y escritores. Una de las bofetadas más fuertes se la dio Arturo Pérez-Reverte: “Que se disculpe él, que tiene apellidos españoles y vive allí. Si este individuo se cree de verdad lo que dice, es un imbécil. Si no se lo cree, es un sinvergüenza”. Pero como no todo es siempre blanco o negro, nuestro analista Claudio Fantini planteó lo lógico y lo demagógico que hay detrás del reclamo de López Obrador.
Venezuela, cómo duele.
La crisis en Venezuela es uno de los temas más importantes de estos tiempos, donde las grandes potencias hacen su juego, y pequeños países como Uruguay son protagonistas de primer orden. Esta semana volvieron los apagones, un asunto que contribuye al hastío de los venezolanos con el régimen de los gobierna. Y Nicolás Maduro ordenó inhabilitar al líder opositor Juan Guaidó por 15 años para ejercer cargos públicos. Pero el hecho político vino del lado del Grupo Internacional de Contacto (GIC), que integran un conjunto de países europeos y latinoamericanos, entre ellos Uruguay.Reunido en Quito, el GIC aprobó una declaración que les quema las manos a algunos sectores del Frente Amplio por estos lares. La declaración, firmada por el canciller Rodolfo Nin Novoa, condena la inhabilitación de Guaidó y propone una hoja de ruta para convocar elecciones “libres, transparentes y creíbles” en Venezuela; exige la liberación de los presos políticos, y expresa su preocupación por el deterioro de las condiciones de vida de millones de venezolanos. Uruguay es de los pocos países de la región que no ha reconocido a Guaidó como presidente encargado, y esta semana se opuso en la OEA a una declaración que reclamaba vía libre para la ayuda humanitaria.
Hasta el próximo sábado.