Aguas profundas

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La escala que realizó en la flamante terminal especializada de UPM, el buque granelero de bandera de Hong Kong Atlantic Faith, para complementar un cargamento de celulosa, demostró de la manera más categórica posible, con los hechos, que el puerto de Montevideo puede operar con buques de la clase Panamax a plena carga.

El granelero realizó una operación de complemento de carga: embarcó la mayor parte de carga en Nueva Palmira (celulosa proveniente de la planta de UPM1 en Fray Bentos) y luego entró a Montevideo para cargar 17.500 toneladas adicionales producidas por UPM2 en Pueblo Centenario. Salió del puerto con un cargamento completo de 47.000 toneladas de celulosa. Comenzó, así, un nuevo tráfico. UPM2 producirá dos millones de toneladas de celulosa anuales que serán exportadas por el Puerto de Montevideo.

Las dimensiones del Atlantic Faith son comparables a las de los buques clase Panamax. Tiene una eslora de 199 metros, manga de 32 metros y un calado de diseño de 13,32 metros. Ahora, una cosa es el calado de diseño y otra el calado efectivo del buque en un determinado momento. Este es determinado (además de las características técnicas de la nave) por varios factores, incluyendo la densidad del agua, la velocidad, el tipo de carga (la relación volumen/peso), el fondo marino y el ciclo diario de las mareas.

Los trabajos para profundizar a -13.00 metros el puerto y su Canal de Acceso están teniendo muy buenos resultados. Ya en octubre del año pasado salió el primer granelero con una carga de 65.950 toneladas de soja cargadas en la terminal especializada de Obrinel. Como en el caso anterior se trató de un complemento de cargas. El buque había cargado primero en Nueva Palmira y luego completó su cargamento en Montevideo. Estos calados permiten aprovechar en forma óptima la capacidad de carga de los Panamax, con el consiguiente ahorro de fletes.

Las estadísticas de ANP confirman que la profundidad actual es, por ahora, adecuada a la demanda del sector naviero, por ahora (algo que Emilio Cazalá observó en su momento).

Los calados promedio de las principales clases de buques que acudieron a Montevideo el año pasado fueron: graneleros, 11,92 metros; portacontenedores, 12,7 metros; carga general 6,59 metros; cruceros, 6,65 metros; reefers, 6,99 metros; y petroleros, 9,28 metros. Con una profundidad de trece metros Montevideo y su Canal de Acceso pueden recibir buques con esos calados, incluso tomando en cuenta la necesaria revancha bajo la quilla.

En comparación, las profundidades actuales de los canales de navegación aguas arriba son: Canal Punta Indio, 10,40 metros; Canal Intermedio, 10,50 metros; y Canales de Martín García entre 10,36 y 11,20 metros. Esas serían, también, las profundidades del proyectado canal Magdalena.

La profundidad de catorce metros es un objetivo importante al cual se llegará cuando culmine el moroso proceso de comunicación y acuerdo en el seno de CARP.

Entretanto, paciencia estratégica. Con sus trece metros de profundidad, Montevideo es el puerto relativamente más profundo, con mucho, del Río de la Plata. Y continuará siéndolo en el futuro. Con o sin el canal Magdalena.

Y eso es lo que realmente importa.

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