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ANÍBAL DURÁN
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Nos comprenden las generales de la ley, pero tampoco lo puedo soslayar. El pasado 18 del mes en curso se conmemoró el Día de la Industria de la Construcción y las cuatro gremiales empresariales del sector coorganizaron un acto alusivo.

Así, la Cámara y Liga de la Construcción del Uruguay, la Coordinadora de la Industria de la Construcción del Este y nuestra Asociación de Promotores Privados de la Construcción del Uruguay, convocaron a las autoridades y a la prensa para exhibir un documento que fue consensuado por aquellas y muy bien expuesto por el Presidente de la Cámara de la Construcción, Ing. Diego O’Neill.

Algunos aspectos a destacar antes de incursionar en el meollo del documento citado.

En primer lugar, la masiva concurrencia de autoridades. Desde el Presidente de la República, secretario y prosecretario de la Presidencia, varios de los ministros y subsecretarios, directores de entes, en el ámbito nacional. Pero en el ámbito departamental, nos prestigiaron con su visita los Intendentes de Montevideo y Canelones y asimismo, jerarquías de ambas intendencias.

Un respaldo que enorgullece y compromete.

Han sido virtuosas las medidas tomadas por el Poder Ejecutivo en beneficio del sector, reivindicaciones que la Asociación de Promotores Privados había planteado de vieja data (acompañada por las demás gremiales), como asimismo, medidas que han tomado las Intendencias en pro de la inversión y facilitando trámites que se volverían insostenibles.

El diálogo continúa y eso es un aspecto medular: algo que parece tan obvio como la pertinencia de una comunicación fluida con las jerarquías, no sucedía anteriormente antes de las asunciones de Luis Lacalle y Carolina Cosse.

Sucedía con el Intendente Orsi y dicha característica se mantiene.

Yendo al documento presentado por las gremiales, destacamos que la construcción fue el único sector que creció el año pasado, con incidencia positiva en el PBI nacional (1,8%).

Al cierre del año en curso, el sector experimentaría un crecimiento de entre el 6 y 8%, reafirmando su esmero en la reactivación y crecimiento del país.

Hay datos relevantes de viviendas promovidas (antes de interés social), vieja idea de la Asociación de Promotores Privados, allá por el 2011. Desde allí al momento actual se presentaron 26500 viviendas y el año pasado y fruto de atinadas medidas desde el Poder Ejecutivo se presentaron proyectos por 3185 viviendas. Asimismo, en enero-agosto del año en curso, ingresaron proyectos por 3330 viviendas, verdadero espaldarazo a la confianza en el país.

También y con el acicate de medidas gubernamentales, se incrementó la presentación de los megaproyectos, de mayor dimensión que la vivienda promovida.

Hay estímulos tributarios, se redujo el nivel de inversión para propiciar este tipo de proyectos, se exoneraron tributos a importación de equipos e insumos de construcción. Y eso redituó. Estímulo determinante para que los promotores privados se lanzaran al ruedo, con el consecuente círculo virtuoso que se genera.

Lo mismo sucedió con proyectos que se presentan ante la Comap (Comisión de Aplicaciones) que dependen del Ministerio de Economía y aquí los proyectos son de distinta laya, no estrictamente vivienda. El monto de inversión de los proyectos presentados ante la Comap el año pasado, duplica al del año 2019, como asimismo en enero-marzo 2021, el monto de inversión de los proyectos presentados resultó 6 veces superior al mismo período de 2020 y 2019.

Reitero: valen los elogios también para las Intendencias capitalina y de Canelones, que han fomentado la inversión y adoptado medidas que desburocratizan o en ese camino van, un derrotero que obstaculizaba la inversión de manera poco creíble. Se está revirtiendo.

La Intendencia de Maldonado, siempre ha estado a la altura de las circunstancias.

La inversión en construcción representa cerca del 70% de la inversión total de la economía, en los últimos 10 años la inversión se compuso en 2/3 de inversión privada y 1/3 de inversión pública.

El Ing. O’Neill también destacó las alternativas de financiamiento para aumentar la inversión en infraestructura, tanto social (vivienda), como económica (carreteras, puentes, puertos, comunicaciones), inversiones verdes (movilidad eléctrica), etc… y se refirió al fideicomiso para asentamientos. Fideicomiso entre todos, municipales, etc., y señaló el rezago que existe en la materia en nuestro país y en América Latina. La inversión en infraestructura en relación al PBI es del 2.7% (nuestro caso).

Esa mixtura del sector público, tan necesario y el privado permitiría conformar una Agenda de Desarrollo para seguir construyendo el Uruguay del futuro.

El título de la nota es ilustrativo y los hechos determinan las circunstancias. Los gobiernos lo han entendido. Los actores del sector no mellarán en su esfuerzo y vienen correspondiendo el buen tino de las jerarquías.

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