Confieso que los resultados del reciente balotaje no fueron los que esperaba. Las últimas encuestas pronosticaban un resultado donde, era muy difícil señalar un ganador. Alguna llegó a pronosticar un empate técnico pese a que percibía una tendencia hacia la Coalición Republicana entre los indecisos. Nada de ello ocurrió y los guarismos finales mostraron un claro ganador.
En el Uruguay vivimos una aparente paradoja. Cuando se trata de elegir representantes a las Cámaras legislativas a través de los partidos políticos, triunfa la Coalición Republicana. Pasa lo opuesto en la elección de Presidente donde venció el Frente Amplio, sugiriendo que su candidato era preferible con independencia de su origen partidario. Tal como si opciones políticas y preferencias más intuitivas y personalizadas, se mantuvieran en equilibrio. En ese sentido cabe preguntarse si el régimen de dos vueltas con balotaje incluido tiene sentido en casos en que son solamente dos bloques los que se disputan el poder, sin un tercer grupo minoritario, al que por esa razón, se otorga la oportunidad de poder pronunciarse en el balotaje.
Mucho se polemiza entre los perdedores por las causas de este resultado. Lo cierto es que la discusión parece errar el objetivo, ninguna de las causas mentadas parece decisiva. Yo creo, por más que solo sea una intuición que si el balotaje lo hubieran disputado dos heladeras, una republicana y otra frentista, igualmente hubiera triunfado el Frente. Ello en tanto la elección no la definieron los votantes de ambos grupos, si no quienes sufragaron por fuera de ellos. Intentaremos probarlo, obviamente sin completa seguridad de estar en lo correcto.
En la Capital se mantuvo la paridad respecto a las elecciones de Octubre. Por ende en el Interior el Frente hubiera necesitado crecer en un 7% en sus votos totales, para absorber la distancia de 3% de ventaja obtenidos por la Coalición en Octubre. Sin embargo, puesto que en Noviembre la misma perdió 1.6% de sus sufragios al Frente le alcanzaba con crecer un 5.4%. ¿Dónde están estos votos? Hipoteticemos, resguardados por cierta lógica de sentido común.
Entre blancos y anulados hubo una mayoría de 0.7 en el Balotaje. Cabe pensar que por su carácter antisistema se trató mayoritariamente de una disminución de votos republicanos. Los sufragios sólo por Sí a la reforma de la seguridad social fueron 2.4%, puede postularse que en tanto Montevideo representa una 30% del total, un 70% de ellos, 1.8%, apoyó al Frente en el interior. Por su parte los votos de los partidos que no obtuvieron representación parlamentaria en Octubre suman 2.8%, si un 70% de ellos vive en el Interior, esto representa alrededor de un 2%, con algún retoque, presumible votantes antisistema igualmente del Frente. Cabe asimismo colegir que la mitad de los sufragios de Salle, votó en el interior (ello sin desconocer su origen capitalino), lo que arroja un 1.4% adicional. El total supone un 5.9% un guarismo mayor a los votos necesarios para el triunfo del Frente en el Interior y en el país. Pese a la imprecisión de estos cálculos y algún posible error en los mismos, igualmente significa que no hubo votos viajeros o que los mismos fueron mínimos y que la Coalición Republicana es más firme de lo que se presumía. Cabe mantenerla y engrandecerla.