Conjura de los necios

Compartir esta noticia

La carrera electoral que aviva al Frente Amplio no amaina. Desde marzo del 2020 vienen con los patines puestos. Reparten promesas y chocolatines todos los días. Para la felicidad de todas, todos y todes ¿Cómo se va a lograr? Lo seguro es que para el jolgorio de este kirch-nerismo uruguayo, como dice la periodista argentina Viviana Canosa respecto del kirchnerismo auténtico de su país, todo lo harán “con la nuestra”. La del laburante.

En temas difíciles, como la tortuga meten la cabeza en la caparazón. Si perciben la oportunidad de subirse al carro de la popularidad aparecen rutilantes. Para encarar soluciones a la pandemia, o la crisis de Ucrania, o la reforma de la educación pública o del sistema de jubilaciones y pensiones que requiere terapia de urgencia, protestan sin fundamento y desaparecen. Si merced a una sequía histórica hay problemas con el agua potable, aparece “Figureti”.

Hay que hacer un “‘GACH’ del agua potable” dice alegremente el candidato Yamandú Orsi, un clase “A” (según la calificación que le otorgara Orsi a su mentor el Presidente argentino Alberto Fernández). A lo que retruca ágilmente la candidata Carolina Cosse presentando veintitantas “soluciones” para el agua. De hacer llover no dicen nada porque lo de hacer milagros convengamos no es pa´cualquiera.

La materia del agua potable era compleja ya en 2005 cuando el Frente inició su gobierno nacional. Se referirá al tema en gruesos brochazos. Merced a estudios dispuestos por OSE en 2013, quedó claro que una solución posible para el agua potable para Montevideo y el área metropolitana era un embalse y una represa a construir sobre el arroyo Casupá en Florida. Se iniciaron los procedimientos administrativos para consultoría y posterior ejecución de la obra. Al gobierno del Frente Amplio en la evolución de este proceso se le planteó el dilema entre llevar adelante este emprendimiento o financiar el Antel Arena de la actual intendenta Cosse. Bajo presión de esta se optó por hacer el circo de cemento que dará pérdidas al bolsillo de la gente para siempre antes que al sistema de agua potable esencial para la población.

Al finalizar su mandato el presidente Vázquez le entregó en el 2020, una carpeta con el tema al gobierno entrante, sin una financiación dispuesta, con las arcas públicas quebradas, y dejando planteada la posibilidad de avanzar sobre el proyecto Casupá en marcha incrementando con préstamos internacionales el gasto público, o sea la necesidad de aumentar impuestos para que pagasen los contribuyentes.

En marzo de 2022 -bajo el gobierno actual de Coalición- el Directorio de OSE en medio de dificultades urgentes a superar por la República como la pandemia y la guerra de Ucrania, firmó un acuerdo con Mekorot, la compañía nacional de aguas de Israel, y técnicos de la misma vienen prestando servicios de consultoría en el tema. Un aspecto aconsejado es el proyecto Neptuno, considerado mejor que la solución de Casupá. Tomaría aguas del Río de la Plata en la zona de Arazatí, en San José, con posibilidades de abastecimiento al infinito (las de Casupá son finitas). Sobre el particular se estudia la posibilidad de que parte del proyecto se financie con aporte de capitales privados. El director frentista en OSE y el sindicato se oponen a la iniciativa. Pasaron quince años ganados por el sueño de la Bella Durmiente y ahora ante una solución a realizar, la conjura de los necios: ¡protesta!

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Ricardo Reilly Salaverri

Te puede interesar