En Montevideo la multiplicación de autos y camiones ha transformado la conducción en una odisea y no hay transporte colectivo alternativo ágil para quienes le precisan. Tiempo atrás estuvo varios años complicada la circulación -¡arriba Uruguay!- por la construcción de un túnel en las cercanías del Hospital de Clínicas. Al final -en el 2021- la montaña parió un ratón. Estas soluciones universalmente sirven para reducir el tiempo de los viajes. Entre nosotros, el nuevo túnel, de dimensiones que no permiten la circulación fácil de un ómnibus o camión grande, poco ha aportado en este aspecto.
En Buenos Aires capital -fuera de otras dificultades argentinas- la obra de las autoridades se nota en la ciudad. El estado de las calles, las plazas, la iluminación, las veredas, la limpieza, es prolijo, sobrellevando y superando al mare magnum de vehículos y transeúntes. La instalación administrativa y física del Metrobús, inaugurado en 2011, con carriles exclusivos y excluyentes para camiones y autobuses, ha ordenado el tráfico y ahorra actualmente muchos minutos a los pasajeros que llegan de un punto a otro, el centro incluido, de la gran urbanización. Fue tiempo atrás una de las razones que impulsaron el crecimiento político de Mauricio Macri por entonces jefe de gobierno de la ciudad. Y, en 2019 se inauguró el Paseo del Bajo, una obra nacional, durante esta vez la presidencia de Macri, que separa a ómnibus y camiones de los autos. Es una autovía de más de 7 kms. que atraviesa Puerto Madero, en la ciudad. Un recorrido que era de 45 minutos pasó a realizarse en 10 minutos. Dio lugar al desarrollo de grandes parques verdes y beneficio a automovilistas y a un universo de 600.000 personas. Salvando las distancias entre población y área geográfica porteños y nosotros, esto ilustra sobre obras ciudadanas relevantes para la población.
Las bicisendas existen en muchas ciudades del mundo. Hay lugares en los que el desplazamiento en bicicleta tiene larga tradición y uso masivo. En algunos casos el trazado antiguo de calles muy angostas impone la bicicleta. En otros hay señalizaciones en calles más amplias como las hechas en Montevideo. Importa al respecto el tamaño de las calles y considerar el volumen de la circulación a pedal. En Montevideo, donde la Intendencia más allá del cobro de patentes y multas muestra fastidio por la circulación de vehículos automotores particulares, se han hecho bicisendas como las de la Ciudad Vieja, angostas e ideales para romper la cubierta de un auto, y las de las calles 18 de Julio y San José. Adefesios que sirven para devaluar a lo que fue históricamente una gran avenida caracterizada de nuestra capital y a una calle paralela agobiada de vehículos, que supo tener vida comercial propia.
La multiplicación de autos ha traído una multiplicación concordante de “cuidacoches”. Una seudo actividad laboral contra natura, que es complicación para todas los automovilistas que deben encararle. De acuerdo con estudios las personas dedicadas a esta “tarea”, suelen tener antecedentes de adicciones y trayectoria poco recomendable de vida. No hacen nada de ayuda y están agazapados para impedir la circulación de un auto del que esperan propina. El progresismo municipal ha trascendido, viene preparando cuidacoches para que cobren los óbolos, en vez de en moneda, por transferencia bancaria. ¿Solidaridad social? No. Año electoral.