De por allá y de por aquí también

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¿Alguien esperaba algo diferente? Se dio lo previsible.

Para el MLN no hubo duda y lo proclamaron de inmediato, casi antes que lo hiciera el Comité Electoral bolivariano:

“El Movimiento de Liberación Na-cional-Tupamaros saluda al pueblo venezolano que una vez más, en un ac- to eleccionario ejemplar, decidió continuar el camino de la paz junto al proyecto bolivariano de soberanía y justicia social.”

Esa lapidaria definición, más los consabidos agregados contra el antiimperialismo y la conspiración fascista y por la Patria Grande, marcan la coherencia y fidelidad a los “principios” y propósitos que inspiraron los ataques iniciados contra la democracia uruguaya por principios de la década del ’60. Eso es lo que el MLN ha querido siempre, desde un principio, para nosotros. (Y parece que van bien: el candidato “favorito” es del grupo).

El otro que ya una semana antes la vio claro fue Maduro: de aquí no salgo de aquí no me retiro proclamó al tiempo que prometió una baño de sangre. Y va cumpliendo. ¿Hasta cuándo? Es difí- cil. ¿A dónde va a ir Maduro si admite la derrota y entrega el gobierno? ¿Y los generales encaramados en el poder? ¿Y Diosdado Cabello? ¿Y los cubanos, que perderían su la principal fuente de ingresos? No es fácil irse o arbitrar una salida.

La esperanza era el simulacro Lula-AMLO-Petro (los más vivos de la clase) de “respeto progresista” a la institucionalidad y a la no intervención.

Pero han tenido un tropiezo grande: el Centro Carter celoso de su bien ganado prestigio también ha sido coherente y lapidario:

“Atlanta (30 de julio de 2024) - La elección presidencial de Venezuela de 2024 no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática.

El Centro Carter no puede verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela…” “…El proceso electoral de Venezuela en 2024 no ha alcanzado los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional…”

Creo que no da para joder mucho más. Pero Lula sigue: su cinismo e hipocresía no tienen limites. El mejicano y Petro son laderos. Tratarán de “ acomodar algo”. Puede suceder cualquier cosa; menuda tarea colocar a Maduro y a su banda.

Lo que nos debe preocupar a nosotros es que Lula es el referente -por decirlo así- de la política exterior del Frente Amplio en general (Foro de San Pablo) y de Yamandú Orsi en particular. A este, cuando se le pregunta algo sobre el tema no es claro -nunca es muy claro sobre lo que sea- y solo le falta responder: vamos a esperar a ver lo que hace Lula. De seguro si hoy gobernara el FA, Uruguay estaría a favor de Putin y Rusia y apoyaría la invasión de Ucrania; en el conflicto de Medio Oriente estaría en contra de Israel y apoyaría a Hamás y a Hezbollah y en lo que hace a Venezuela estaríamos “saludando el acto eleccionario ejemplar”.

Todo esto, en realidad, mueve muy poco la aguja local, creo. Cómo que no le llega mucho a la gente de a pie. Esto es, a los que van a votar en octubre.

No nos afecta, piensan.

Lo mismo pensaban hace unos 25 años los venezolanos y hace unos 20 los argentinos; y así les va.

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