Como viajero frecuente a varios países latinoamericanos, muchos lectores estadounidenses y europeos me hacen la misma pregunta: ¿Es seguro viajar a México? ¿Qué tan peligroso es Brasil? ¿Debería dejar que mi hija vaya a Colombia? No es extraño que tengan tantas dudas: hay tal cantidad de estadísticas contradictorias, que confunden -y asustan- a cualquiera.
Como viajero frecuente a varios países latinoamericanos, muchos lectores estadounidenses y europeos me hacen la misma pregunta: ¿Es seguro viajar a México? ¿Qué tan peligroso es Brasil? ¿Debería dejar que mi hija vaya a Colombia? No es extraño que tengan tantas dudas: hay tal cantidad de estadísticas contradictorias, que confunden -y asustan- a cualquiera.
Apenas la semana pasada, mientras varias líneas de cruceros como Royal Caribbean y Celebrity Cruises cancelaban sus paradas en Puerto Vallarta, México, por la escalada de violencia en ese centro turístico, circularon por internet dos nuevos informes que parecen llegar a conclusiones totalmente diferentes sobre la violencia en América Latina.
El Instituto Igarapé, un centro de estudios con sede en Río de Janeiro, Brasil, dio a conocer un “Monitoreo de Homicidios” en 219 países, que concluye que América Latina es una de las regiones más peligrosas del mundo.
América Latina tiene solo el 8 por ciento de la población mundial, pero anualmente concentra el 33 por ciento de los homicidios. De los 20 países más peligrosos del mundo, catorce se encuentran en América Latina y el Caribe, dice el estudio.
Mientras que la tasa anual mundial de homicidios es de 6.2 personas por cada 100.000 habitantes al año, el número de asesinatos es de 85 homicidios por 100.000 habitantes en Honduras, 54 en Venezuela, 41 en Jamaica, 35 en El Salvador, 34 en Colombia, 29 en Brasil y 19 en México, según el Instituto Igarapé.
El nuevo informe señala que varias ciudades latinoamericanas se encuentran entre las más violentas del mundo, incluyendo a San Pedro Sula y Choloma en Honduras; Veracruz, Acapulco, y Nuevo Laredo en México; Maceió en Brasil, y Palmira en Colombia.
Sin embargo, si uno navega por internet buscando comparaciones entre las tasas de violencia en todo el mundo, se encuentra con algunos sitios que pintan un panorama muy diferente.
Por ejemplo, Howsafeismexico.com, un sitio web que compara las cifras del FBI sobre las grandes ciudades de Estados Unidos con estadísticas oficiales de México, señala que Ciudad de México es mucho más segura que la mayoría de las grandes ciudades estadounidenses.
La página web contiene un gráfica que muestra que la tasa de homicidios anuales en la Ciudad de México es de 9 asesinatos por cada 100.000 habitantes, en comparación con 15 asesinatos en Miami, 21 en Washington DC, 35 en Baltimore, 40 en San Luis y 49 en Nueva Orleans.
“Si bien los medios de comunicación a menudo retratan a México como el lugar más peligroso del mundo, estadísticamente es un lugar muy seguro”, dice el sitio web.
El problema con estas estadísticas es que diferentes países -y diferentes instituciones en cada país- categorizan el “homicidio” de diferentes maneras. Algunos incluyen tanto las muertes intencionales como las no intencionales, mientras que otros solo cuentan las muertes intencionales.
Cuando le pregunté qué le diría a un extranjero que está dudando sobre si viajar a México, el cofundador y director de investigaciones del Instituto Igarapé, Robert Muggah, me dijo que su Monitoreo de Homicidios estima la tasa de homicidios de Ciudad de México en unos 12.2 asesinatos por cada 100.000 habitantes, lo que efectivamente es menos que en muchas grandes ciudades estadounidenses.
“Uno no está en mayor riesgo de morir de violencia letal en Ciudad de México que en Nueva Orleans”, me dijo. “Pero cuando se trata de secuestros, asaltos y robos, sigue habiendo un nivel de riesgo que puede ser mayor que en la mayoría de ciudades de Estados Unidos.”
En América Latina, la violencia tiende a estar concentrada en vecindarios muy específicos, entre hombres jóvenes, y por lo general los viernes y sábados por la noche, dijo Muggah. La buena noticia es que ciudades como Juárez, Medellín en Colombia y Río de Janeiro en Brasil han reducido drásticamente la violencia gracias a políticas de participación ciudadana, y focalizadas en esos vecindarios y en esos días, agregó.
Mi opinión: La respuesta corta a los estadounidenses o europeos que se preguntan si vacacionar en algún país latinoamericano es seguro, que miren la tasa de criminalidad en la ciudad específica que quieren visitar, y que no se fijen solo en la tasa de homicidios, sino también en la de secuestros, asaltos y robos.
Y deben tener en cuenta que -a diferencia de los homicidios, que se pueden contar con mayor facilidad porque involucran a personas que son hospitalizadas o enterradas- muchos secuestros y atracos no aparecen en las estadísticas porque la gente no los reporta.
De manera que sí, es seguro viajar a la mayoría de los países latinoamericanos, y en muchos casos es incluso más seguro que visitar muchas ciudades de Estados Unidos. Simplemente, los turistas deben evitar las zonas más peligrosas, y tratar de no andar por la calle con joyas costosas. O sea, deben tener los mismos cuidados que tienen en sus propios países.