A Carolina Cosse se la critica por ser mujer.
La oposición es misógina, machirula, y ataca a la intendenta de Montevideo por ese trasnochado motivo. A pesar de que el expresidente José Mujica haya afirmado que “tiene un don a favor: es mujer y eso está de moda”, todos sabemos que no es así. Que el popular Pepe, como afirmó una vez Tabaré Vázquez, dice “estupideces” y claramente esta afirmación sobre Cosse es una estupidez más.
No vaya a creer el lector que los motivos de las críticas constantes que llueven sobre la dirigente respaldada por el Partido Comunista del Uruguay, son otros y tienen asidero en una mala gestión al frente del Municipio o de la Administración Nacional de Telecomunicaciones.
¿Quién en su sano juicio criticaría a la Intendenta por sus europeas ciclovías, sobre todo la más nueva, esa que convirtió el tránsito de la Rambla Sur en una pesadilla de lentitud?
¿O quién la criticaría porque el 95% de las compras realizadas por su administración hayan sido digitadas por el afamado dedazo femenino?
Mucho menos podría criticársela por el derroche de dinero público en la construcción de Antel Arena, o por cumplir promesas personales con el dinero del esquilmado contribuyente montevideano, como la contratación de los guardaespaldas de Vázquez porque “ellos cuidaron a Tabaré toda su vida, yo ahora le voy a cumplir a Tabaré”. Cumplir promesas propias con recursos ajenos no es delito, podría decir Fabiana Goyeneche. Tampoco una tomada de pelo.
Ni hablar que nadie la va a criticar por su firme posición ante los temas que importan al país, como la reforma de la seguridad social, aunque todavía no se haya atrevido a decir cuál es. ¡Igual sabemos que va a ser la correcta!
O por poner metal y cemento en el Parque Batlle, en el mismo lugar donde hasta hace un par de semanas había pasto verde. Allí, sobre la calle Ricaldoni, sustituyó el campito donde los niños jugaban, por unos gigantescos monstruos chinos que oficiarán de improvisados hoteles de alta rotatividad al aire libre. Y si alguien le reprocha que TV Ciudad es un canal compañero lleno de militantes dirigidos con mano dura por una jerarquía autoritaria, se le responderá: ¡facho!
La trayectoria de Cosse es intachable y las obras que ha dejado a su paso son tesoros para la comunidad. Por eso a sus opositores no les queda otra opción que criticarla por el género que la biología le asignó. La lideresa no deja ningún otro flanco abiertos para el ataque. Y la oposición no es boba. Sabe, como todo el mundo, que lo que paga hoy es atacar a las mujeres por ser mujeres.
Es entendible que usen ese recurso ante una candidata impoluta.
Alguien dotado de una sensibilidad única, que no logró contener las lágrimas cuando supo las desgracias que irían a sufrir los niños uruguayos por culpa del agua salada de una OSE oficialista durante la seca de 2023. Llanto honesto, genuino, que también brotó naturalmente el 1° de Mayo cuando el líder sindical y dirigente del PCU, Marcelo Abdala, citó una frase almibarada del fallecido expresidente Vázquez.
Según los acérrimos cossistas, la corte de la IMM, nada de lo mencionado hace de Carolina Cosse una mala candidata. Solo lo es el hecho de que sea mujer.