Estamos inaugurando una etapa nueva en la discusión política de nuestro país. La discusión política civilizada se basa en acordar mínimos comunes que todos aceptamos. Ponerse de acuerdo en lo que no estamos de acuerdo: agree to disagree dirían los gringos.

Ayer un senador dijo que los datos del INE están mal, que la creación de empleo no es la que estos datos indican. Esto sumado a los cuestionamientos que veníamos escuchando de las estadísticas oficiales de delitos, pone la cosa en un terreno distinto al que estábamos acostumbrados en Uruguay.

En este mismo sentido escuchamos hasta el hartazgo expresiones del tipo que el 95% de la ciudadanía está peor que cuando asumió el gobierno. Algo totalmente insostenible conversando con cualquier comerciante, pero mucho más importante: absolutamente incompatible con lo que nos muestran los datos oficiales.

El Instituto de Economía publicó un informe sobre la recuperación pos pandemia. Un informe no muy original que replicaba un análisis con alto impacto político que una consultora había realizado unas semanas antes. En estos casos hay que separar lo que dicen los datos de lo que son las interpretaciones, y no adjudicar intencionalidad. Lo concreto es que el informe sirvió para que numerosos militantes políticos hicieran una interpretación insostenible de la evolución de los ingresos de las personas durante esta administración. Decenas de personas repitieron hasta el hartazgo que el 95% perdió ingresos durante este gobierno.

Hay por lo menos dos problemas muy evidentes en este análisis. Primero el promedio de 2019 no es “lo que dejó el FA” ya que ese fue un año de caída. En 2019 cayó el empleo, el salario y el ingreso de los hogares durante todo el año. Pero quizás más importante, el promedio de 2023 no es la situación actual, porque el pasado fue un año de fuerte crecimiento salarial, del consumo y del ingreso de los hogares.

Pero más importante que estos análisis que pueden ser subjetivos, si tenemos datos oficiales sobre ingresos de los hogares 2024. No podemos replicar exactamente el análisis que el Instituto de Economía, pero sí tenemos datos estimados y publicados por el INE que indican que las lecturas que se replicaron estos días son erroneas. En el segundo trimestre de 2024 el ingreso per capita de los uruguayos fue 4,6% mayor en promedio que en el mismo trimestre de 2019. Pero más importante para los focalizados en el análisis distributivo, el ingreso mediano (es decir del uruguayo que está exactamente en la mitad entre la persona más rica y más pobre del país) fue 1,4% mayor que en igual período de 2019, e incluso mayor que el máximo histórico de 2017.

La discusión política saludable tiene mucho de interpretación de los datos, está bien que así sea. A veces los datos permiten lecturas distintas. Pero de ahí a cuestionar los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas hay un abismo. Conversar sobre bases ciertas que no cuestionamos es imprescindible para una discusión de calidad en la que no valga todo. Si vamos a cuestionar los datos oficiales que siempre respetamos porque no me gusta lo que dan, después no nos quejemos de la posverdad y de las fake news.