Los hechos mandan

Compartir esta noticia

Cuando avanzamos hacia las elecciones internas de los partidos políticos y las nacionales, hay una opinión unánime respecto a la inexistencia de un fervor popular palpable sobre el tema. Puede atribuirse a varios factores. Uno es la situación económica y social que tuvo y tiene una estabilidad innegable.

Aludir a ello no significa creer que todo está bien y que la población está tirando manteca al techo. No es así, y nadie afirma que lo sea. No obstante, estamos mejor que en 2019, y la única guía al respecto son los indicadores emanados de fuentes de rigor aceptado. El consumo privado tuvo una buena performance en el 2023 y tal situación se viene reiterando en este año (creció un 4,2% la recaudación del IVA, en el primer bimestre). Esta situación se basa en un incremento del empleo y un alza del salario real. Citando un dato se advierte que la tasa de desempleo se ubica en un 9% (porcentaje de las personas que buscan trabajo y no lo encuentran). Y el poder adquisitivo de los salarios subió 3,7% en 2023 y ha aumentado en lo que va del año un 4,1%.

Es relevante al respecto el alza de precios de bienes y servicios en dólares en Argentina. Un flagelo que nos venía castigando duramente. El turismo de compras en el primer trimestre del 2023 había llegado a las 903.000 visitas al país vecino y está disminuyendo. Lo que se advierte en un alza de la actividad comercial en nuestro país. La situación hace que sea perceptible un moderado optimismo de los consumidores, con dinamismo en la demanda de las familias. Siendo Uruguay el país de mayor confianza del consumidor en la región (todos los datos están tomados de Equipos Consultores, El País, 10/06/24).

Al respecto Jorge Sicilia economista jefe del Grupo BBVA Research, viene de expresar a este diario que en nuestra República “la política económica es muy estable, a diferencia de otros países que tienen mucha volatilidad”, destacando igualmente la necesidad de bajar los costos internos del país y profundizar la apertura al exterior.

En el plano político es notoria la actividad impenitentemente quejosa de la oposición frentista. Arrancó en los comienzos de la actual administración cuando en marzo de 2020 el Covid castigó al mundo. La acción mancomunada del gobierno y de la población al respecto gestó una dramática y exitosa lucha contra este mal. Fueron además de la irreparable pérdida de vidas, sin embargo, dos años de gestión política frenada para la coalición republicana de gobierno, lo que nunca se recuerda como lo merece.

Para la oposición todo está mal, el país se hunde, no hay trabajo, los precios se disparan y estamos ganados por la peste. Los hechos mencionados precedentemente desmienten a esta postura. Incluso en materia de delitos han bajado promedialmente en ocurrencia respecto del pasado, incluso los homicidios cuya cotidianidad conmueve.

Con el respaldo intencional y generoso de algunos periodistas y medios, “escandaletes” que no alteran la vida del ciudadano (Astesiano, Romina, Marset, etc.) son promovidos con ti- tulares de guerra. La nación sigue andando.

Y, el presidente que desarrolla una actividad inclaudicable, sigue de talante abierto con la gente, y un alto índice de popularidad. Los ruidos antes citados apuntan directamente a causarle daño y lesionar esta situación.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar