Malestar colorado

Compartir esta noticia

La eutanasia ha muerto. Viva la intolerancia.

El proyecto de ley para regular la eutanasia, la ley de muerte asistida y ni más ni menos que de reconocimiento al individuo, al ser humano, a hacer uso de su derecho inalienable y su libertad de disponer de su vida, naufragará. Resultará postergado para no se sabe cuándo.

Y lo que más retumba, aunque muchos no alcancen a oírlo, es que a este proyecto de ley lo hacen naufragar los dogmas, las verdades absolutas, las imposiciones de organizaciones religiosas y variadas iglesias. Todos aquellos que entienden que los hombres son libres de hacer lo que quieran siempre y cuando ajusten su quehacer a lo que ellos creen y desean, y exclusivamente dentro de los límites que marcan la religión, la doctrina o la ideología que ellos profesan.

Lo de la libertad responsable parece que en esto no encaja.

Se le ve, asimismo, como un tema que no conviene menearlo en épocas electorales. Y eso ¿qué?, ¿por un puñado de votos más o menos? Se trata de un derecho, de una libertad, que no son cosas postergables.

Fue una mera sugerencia del primer mandatario a su gente sobre qué hacer con ese tema, según se informó en El País y en el semanario Búsqueda, pero tuvo ecos varios y extraños incluso en filas políticas que por sus principios y trayectoria no deberían ni considerar esa alternativa.

La novedad cayó mal entre los colorados. Por lo menos entre importantes dirigentes de esa colectividad hoy bastante fragmentada y con algunos miembros sensibles a las sugerencias presidenciales o a lo que dicen “las iglesias”. “Fue un verticalazo -me dijo una de las fuentes consultadas que afirmó que “además cambió”. “Más de un legislador y allegados a la presidencia, -me confió mi informante- nos dijeron en su momento, hace casi dos años, que Lacalle Pou no veía mal la idea y que la votaría si fuera diputado”.

El malestar de los colorados no es de hoy. Están molestos desde antes porque entienden que no ha habido una reciprocidad desde la Presidencia de la República con la muy constructiva y prudente conducta que han seguido en la coalición. “Les ha ido mejor a los que han hecho ruido, que han condicionado su posición, hasta con ribetes de chantaje y han sacado lo que han querido”, comentaron.

“Lacalle Pou -añadió- transa y después compromete al Partido Colorado, como con esa barbaridad del Artículo 72 agregado a la Ley de Medios Audiovisuales, pactado con Cabildo Abierto; y ahora nos piden a los colorados que la votemos tal cual al tiempo que se nos asegura que el Poder Ejecutivo vetará ese artículo y por supuesto, el Presidente se luce. Por qué no se compromete y anuncia desde ya que lo va a vetar, con lo que a la vez se explica nuestra conducta: el porqué los diputados colorados no lo rechazamos en la Cámara. Esto es, si es que efectivamente la veta y no cambia como ocurre ahora con la ley sobre la eutanasia”, aventuró.

Otra fuente fue más explicita aún: “no solo en esto se ha portado mal con los colorados: ha fisgoneado en nuestra interna ; pretende “digitar”, como lo hace en su partido”.

“Es un herrerista de pura cepa”, concluyó este informante batllista.

Los colorados están algo enojados con el presidente, y entre ellos también.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar