Máquina y maquinista

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La palabra griega demokratia se compone de demos, que quiere decir pueblo y de kratos, que quiere decir poder. Si consideramos la democracia por su forma de operar, debe primar el sentido de quiénes más tienen derecho a mandar, pero en el respeto de los derechos de las minorías. ¿Sucederá en el próximo período de gobierno? Seguramente.

Sin duda, la autocracia es el opuesto a la democracia. Autocracia es autoinvestidura, es proclamarse jefe uno mismo o bien ser jefe por principio hereditario. Putin es uno, irracional y autoritario.

Y apelando a matices filosóficos; abogamos que el gobierno de Orsi fomente el trabajo e inste a hacerlo, sin otorgar dádivas con tufo político. Por qué, dentro de la hipocresía absoluta, los Fernández en Argentina se proclaman de izquierda. ¿Qué es serlo? ¿Dejar casi 50% de pobres, otorgar planes de supervivencia, callar las mentes que puedan poner un poco de pienso? Manejan a la gente como ganado, piensan por ellos, deciden por ellos, los usan para encaramarse en el poder. No permitamos más “iluminados” de pacotilla, que buscan el poder por el poder en sí mismo y terminan con sus bolsillos henchidos de dinero mal habido. La conciencia es el enemigo de los hombres de bien… Sucede que en muchos casos, aquella no florece, entonces todo da lo mismo.

Es como decir que Maduro es de izquierda; hambrea a su pueblo, conculca la libertad y hay más de 8 millones de venezolanos dispersos por el mundo en una diáspora criminal.

La democracia supone pluralismo y el pluralismo debe concebirse como una creencia de valor; además, el pluralismo presupone e implica tolerancia y, por tanto, se consolida negando el dogmatismo, el fideísmo y el fanatismo.

La democracia es una “gran generosidad” (lo dice Giovanni Sartori) porque para la gestión y la creación de la buena ciudad confía en sus ciudadanos. Pero aquí surge un problema: estudios sobre la opinión pública manifiestan que los ciudadanos a menudo carecen de interés en el tema, que a veces ni van a votar, que no están informados. De allí que sea buena cosa distinguir entre la máquina y los maquinistas. La máquina (la democracia) es buena, es la mejor máquina que se ha inventado para permitir al hombre ser libre y no estar sometido a la voluntad arbitraria y tiránica de otros hombres.

Ahora, el problema son los maquinistas…Dados los retos durísimos que tenemos que sortear, es imperioso sopesar quién será el maquinista que robustecerá la máquina, sin caer en atavismos o en trasnochadas reelecciones… Y ese maquinista se llama Yamandú Orsi. Qué rol jugará el Plenario (máxima autoridad en el Frente Amplio), ante decisiones del entrante gobierno. No olvidemos que al presidente Vázquez Rosas, no lo dejaron hacer un tratado de libre comercio, con USA.

Puede aparecer como que la democracia está indefensa pero sabe que ese peligro es mucho menor que el peligro contrario. A las ideologías destructivas de la paz, de la justicia y del orden, la democracia puede, en nombre de la libertad, con sus propios medios, oponer la propaganda constructiva de la paz, de la justicia progresiva, del orden legítimo.

Hobbes lo ha dicho en el Leviatán: “Libertad significa ausencia de impedimentos externos”.

La libertad política sirve para proteger al ciudadano de la opresión.

¿Cómo?

Mediante la ley. Donde no hay ley no hay libertad, decía Locke en el siglo XVII.

Si gobiernan las leyes (generales e impersonales), no gobiernan los hombres y, a través de ellos, la voluntad arbitraria, despótica o simplemente estúpida de otro hombre…

Ojo con el inicuo ideologismo que habitúa a la gente a no pensar siendo el opio de la mente. Eso hace al bombardeo de los epítetos que sin sentido proliferan y contaminan, intentando erosionar la democracia.

La descalificación ideológica no necesita explicación ni motivación. Lamentablemente lo vemos en nuestro país, lo sufrimos…

Nace la democracia liberal, que también se preocupa de los pobres...pero dándoles la dignidad de que se ganen el pan con su trabajo y no con mezquinas y pueriles dádivas.

Ojalá el “maquinista Orsi”, quien está bien inspirado y su entorno nos lleve por derroteros de libertad, de apoyar la iniciativa privada, sin ánimo refundacional como premisa (no exime que se modifique lo que entiendan), que este Estado que asfixia en tributos y en regulaciones excesivas, pueda ser eficiente y sea un aliado del privado, en definitiva, el único que genera empleo genuino con su inversión.

El pan y el circo de la época romana florece en muchos países del mundo. Obnubilan la mente y la masa obedece sin cuestionarse. Tenemos que ser necesariamente contestatarios, con decoro, pero hurgando el porqué de las cosas.

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