Mejor gestión del Río Negro

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Después de décadas de plantearse la necesidad de encarar una acción coordinada e integral con el objetivo de garantizar la salud ambiental de un río crucial para la vida del país, se dio el primer paso.

Con el lanzamiento, a principio de año, de la “Iniciativa para el río Negro” (IRN), se puso en marcha un programa único, porque está claramente enfocado al desarrollo sostenible.

La cuenca del río Negro, con sus 68.216 km2, abarca casi el 40% del territorio nacional. Por su distribución geográfica este gran curso de agua históricamente dividió el país en dos partes, marcando distintas condiciones entre el norte y el sur del país.

Esta iniciativa encara prestarle suma atención a lo que está ocurriendo en el río Negro, considerando sus enormes potencialidades, y definidas por las singulares características sectoriales que lo caracterizan.

Se trata de poner al día los conocimientos, de identificar los problemas, discutir y planificar soluciones con supremacía del enfoque de sustentabilidad nacional; tratando de prepararnos mucho mejor para enfrentar -con mayores posibilidades de éxito- los cambiantes desafíos que nos plantean los tiempos actuales.

La fortaleza de la iniciativa radica en la amplitud del involucramiento que implica. Participan técnicos de ministerios, intendencias, municipios, universidades, productores, actores de la sociedad civil, vecinos. Este empoderamiento, si resulta sostenido y genuino, está llamado a tener mucho éxito. Porque de eso se trata el desarrollo sustentable. Cuando la visión de desarrollo se enfoca con una consideración global está claro que se reducen las posibilidades de fracaso.

Si nos detenemos un momento en dónde este programa pone los énfasis, hay que decir que comienza procurando entender, analizar y obtener datos, lo más precisos posible, sobre la dinámica actual de la cuenta, de cuáles son las actividades productivas allí desplegadas, así como de la salud que ostenta su patrimonio en biodiversidad (ecosistemas, especies), y desde luego, de qué manera mejorar y robustecer los sistemas de monitoreo del estado de la calidad de las aguas.

Hablamos de impulsar un esfuerzo nacional entre todos los involucrados, compartiendo generosamente datos, informaciones y experiencias, para conocer mucho mejor los factores que impactan en la cuenca del río Negro. Si se logra, surgirán acciones conjuntas de conservación, altamente beneficiosas para el país.

Lo primero que se pretende es establecer un conjunto de medidas a implementar, con el apoyo de los responsables en el uso del río, para prevenir, controlar, detener y revertir el proceso de deterioro de la calidad de sus aguas; y en simultáneo, establecer su uso sustentable. Incluye 5 ejes de acción: 1) Conocimiento de la dinámica del sistema. 2) Agua potable y saneamiento. 3) Gestión sostenible de la producción. 4) Fortalecer las capacidades locales y la gestión territorial. 5) Protección de su biodiversidad.

El desafío actual es transitar con mayor convicción y decisión por las bondades del desarrollo sustentable. Es la forma de utilizar el enorme y valioso patrimonio natural nacional, de tal manera que genere mucha más prosperidad y bienestar social. Es crucial seguir dando pasos firmes hacia esa gran meta.

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