¿Milei puede?

Mientras Uruguay está a la orden de “Lula”, Argentina viene de sacudir al panorama mundial, levantando el cepo al dólar. Evocamos personalmente en el terreno práctico que más allá de las disquisiciones de la cátedra económica, siempre que a Argentina le ha ido bien, a los uruguayos promedialmente nos va bien. Reconociendo , además, la importante presencia de argentinos invirtiendo y hasta viviendo en Uruguay que es hasta ahora realidad.

Lo complicado en la otra orilla ha sido secularmente la transitoriedad de los buenos momentos. Hace años cuando la Presidencia del Ing. Mauricio Macri (2015-2019), nuestro vecino se encaminó a una experiencia liberal parecida a la actual y fracasó. Hubo varias causas de política económica. Y, había -además- un factor político que sumaba para que ocurriese así. El kirchnerismo con Alberto Fernández como candidato presidencial aparecía como la opción para suceder electoralmente a Macri, lo que efectivamente ocurrió (2019-2023). Y, como decía el general Perón cuando su regreso tras el exilio a su país (1972), el capital, que “es lo más miedoso qué hay”, advirtiendo lo que pasaría en las urnas “por si las moscas” se fue masivamente con los dólares al exterior.

Actualmente el último desastre gubernamental kirchnerista abrió paso a un hecho disruptivo. El surgente y “outsider” candidato presidencial Javier Milei fue electo presidente de los argentinos por paliza.

Milei como personaje histórico es singular y hay retratos que lo ilustran (“Milei. Una historia del presente”. Ernesto Tenembaum. Ed. Planeta, 2024). Es impactante ver cómo ha aplicado una drástica receta “anarco-liberal”, en su gestión. Sin temor en el pulso y sin respaldo partidario propio. Con estoica paciencia popular en un país al que el kirchnerismo llevó a porcentajes inéditos de pobreza y que por lo mismo estaba pronto para la demagogia asistencialista. Y, abreviando, exhibe resultados notables, pese a que abunden sabios y críticos aferrados al “todo va a salir mal”.

A la imponente inflación kirchnerista, un 220% anual en 2023, el peor impuesto para trabajadores, jubilados y población pobre en general, al cabo de poco más de un año, la redujo entre marzo de 2024 y marzo de 2025, a un 55% anual. Se aplicó para ello una política ortodoxa de emisión monetaria cero, con equilibrio fiscal, y el Estado argentino hoy tiene superávit presupuestal sin haber incrementado impuestos. Estas son decisiones que no aplicó en su tiempo al levantar el cepo el presidente Macri.

Internacionalmente, Milei ha desarrollado una cercanía ostensible con los Estados Unidos de América, la potencia más fuerte del orbe, y mantiene relación personal con el presidente Trump. Así, logró el otorgamiento de un crédito de 20.000 millones de dólares, por el Fondo Monetario Internacional. Según palabras de Milei, actualmente, si el gobierno lo dispusiese podría comprar toda la emisión existente de pesos argentinos en circulación y en bancos y le quedarían varios miles de millones libres más.

Nuestro país, como contracara, es “celaqueo”. Presidimos la Celac, intrascendente organismo formado por fracasados gobiernos populistas latinoamericanos. Equivale a resucitar a la desaparecida divisional de clubes rezagados, la vieja “Extra” del “fóbal” uruguayo. Y, presidirla.

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