Estuve en Buenos Aires. Con el mensaje por “el primer año” en primera plana. Miley no ahorra en autoelogios; tampoco los medios y periodistas “amigos”: “hazaña global”, “el mayor ajuste de la historia de la humanidad”. Los “no amigos” juntan bronca. Equilibrados y profesionales muy pocos. Impresiona la cara de embobados de los ministros y el empaque, firme y al frente, de Karina Milei, “el Jefe”.

Más del 50 % de la gente lo apoya. Está agradecida, la memoria del progresismo kirchnerista sigue fresca, y además les ha generado esperanza. Controló la inflación, alineó las cuentas fiscales, estabilizó el dólar, volvió el orden publico y reforzó el combate contra el crimen organizado. Además, comenzó a bajar el nivel de pobreza y de indigencia. No es poco para sólo un año. “Ganó el primer round”, al decir de un connotado analista, quien añade: “Pero la pelea continúa”. Advertía así que se viene un año que no es fácil pues hay sectores que, si bien continúan esperanzados, han sido muy castigados; el caso mas notorio es el de los jubilados. Nada de jubileo para ellos y el clamor se escucha o se lee.

Por ejemplo me llamaron la atención las cartas al director en Clarín de hace una semana -sábado 14-: las cinco publicadas eran sobre lo mismo: los jubilados. Y todas con nombre y apellido.

Beatriz M. Lopapa se arrepiente y se desahoga: “Milei habló en su primer año de gestión, con la ausencia de la vicepresidente, a quien le debe muchos de los votos que lo ayudaron a llegar al poder. A su lado, su hermana Karina, quien no fue candidata a nada, como si fuera la primera dama, o la vicepresidente… “…La verdad es que su gobierno está rodeado de peronchos K y que lo voté pero nunca más”. Le pregunta por qué entre otros temas en su discurso no incluyó “a los jubilados que gracias a ellos tiene superávit fiscal”…”

El tema es recurrente: “Como era de esperar, el presidente en su cadena nacional prefirió omitir la situación de los 7 millones de jubilados condenados desde hace años al destrato económico…” escribe Matías Aníbal Rossi, quien también le reprocha que “nada dijera acerca de que en 2024 ese (el) recorte a las jubilaciones le permitió mantener el déficit 0…” “...Un logro por el que seguramente él, su hermana y los Caputo duermen tranquilos“…“mientras los viejos nos desvelamos para ver cómo llegar a fin de mes.”

“Jubilaciones de miseria, medicamentos prohibidos”, señala Arturo Neuberger, quien acusa al presidente de mentiroso y de “propalar datos falsos”. “Los jubilados tenemos fe, pero, mientras tanto, el sufrimiento es inexplicable…” …“Milei solo se mira al espejo diciendo: ‘Soy el mejor, pero eso no es verdad…?’”, sentencia el lector.

Guillermo Luis Bravo aclara que no es jubilado pero resalta que “esta situación social es alarmante para varios millones de seres que ‘apechugan’ sin solución su devenir en avanzada edad”. Advierte que “mejora paulatinamente la macroeconomía , pero la micro pone en ascuas a los ancianos”.

Por último Rodolfo C. Castello sintetiza de entrada: “Los jubilados estamos ‘condenados’ a ser cada vez más pobres…”.

Como decía el analista citado, la pelea continúa. Va a ser un segundo round bravo. Y el de los jubilados no es lo único tema. Muchos economistas dudan que le vaya bien, pero temen decirlo en voz alta, porque por ahora han sido desmentidos por los hechos y, además, corren el riesgo que Milei los insulte y ridiculice, como es su estilo. Y así van las cosas al otro lado del río.