Pasaron las elecciones, y los plebiscitos. Los resultados han sido largamente analizados. Ahora ya estamos en carrera rumbo al 24 de noviembre, y algunas sorpresas comenzaron a darse. El candidato a la Presidencia por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, salió en las últimas horas a hablar sobre la Seguridad Social.
“La actual administración puso así al vuelo todo junto jubilación a los 65, cuando no todos los trabajos son iguales”, dijo Orsi y agregó: “Nuestro FA establece bajar a los 60 (la edad de jubilación) y generar la posibilidad de trabajar más años, pero generando los incentivos para que así ocurra”.
Las declaraciones de Orsi demuestran, su desconocimiento, por no decir ignorancia, sobre la reforma del régimen jubilatorio llevada adelante por el gobierno de Luis Lacalle Pou.
No conforme con lo antedicho, el candidato del FA añadió sobre las AFAP: “hay cosas que se podrían rever”. Y añadió: “ya se bajó en un momento determinadas tasas que cobraban”, y sentenció: “hay que ver si todas las tareas tienen que seguir haciéndolas. Ahí hay un tema de captación de trabajadores que habría que revisarlos”.
Orsi, está insinuando desconocer el categórico pronunciamiento de la ciudadanía que, el domingo último, en un porcentaje del 61 por ciento rechazó el descarado robo a la clase media que pretendían consagrar en la Constitución el Pit-Cnt, el Partido Comunista y el Socialista.
Tal vez habló presionado por la caterva de sus correligionarios que votaron la papeleta blanca y a su brazo sindical: el Pit-Cnt. O por su jefe de campaña, Alejandro Sánchez.
Atención, porque el Frente Amplio tiene, además, experiencia en desconocer la voluntad popular expresada en plebiscitos. Sucedió en dos ocasiones con la Ley de Caducidad. ¿Se acuerda? El primero se celebró en abril de 1989, y la ciudadanía se pronunció a favor de ratificar dicha norma que marcó el fin de la transición democrática iniciada en 1985. El segundo se realizó en 2009, durante el gobierno de Tabaré Vázquez y simultáneamente con las elecciones nacionales que terminaron llevando a la Presidencia de la República a José Mujica.
En esta segunda oportunidad, la ciudadanía volvió a ratificar la ley. No obstante, en agosto de 2020, se sancionó la ley N. 18.831 que derogó la ley de Caducidad.
El Frente Amplio entonces hizo algo que ningún gobierno o dictadura se atrevió a hacer: desconocer la voluntad del pueblo.
El plebiscito de 1980, es la prueba más elocuente. La dictadura sometió a consulta popular una reforma constitucional que iba en contra de los principios democráticos más caros para los orientales. El resultado adverso y categórico para los intereses de los que gobernaban entonces fue acatado sin vacilaciones y posteriores interpretaciones.
El respeto a la Constitución y a las leyes son la clave de la Democracia y uno de los sellos identitarios del Uruguay. Es la esencia de nuestro sistema republicano. Mucho cuidado con tratar de violentar estos principios.
El tema, pone nuevamente también en primer plano la pregunta: ¿quién manda en el Frente Amplio? ¿El Partido Comunista, el Socialista o el Pit-Cnt? Sería bueno que Orsi recordara la máxima Vox populi, vox Dei.