Junto con las elecciones de octubre están planteados dos plebiscitos; en ambos Ud. ciudadano oriental, interviene de todos modos, ya sea que firme o que no firme. Esté atento. Uno de esos plebiscitos es para anular la reforma de la Seguridad Social que introdujo este gobierno. Esa reforma, que entre otras cosas corre la edad mínima de retiro de 60 a 65 años, era necesaria para evitar el colapso del sistema. En el fondo es una cuestión de aritmética: así como dos más dos son cuatro por más vueltas filosóficas que le dé, cuando hay más viejos que se quieren jubilar y menos jóvenes trabajando que antes, no hay manera de mantener el sistema sin cambios.
La mayoría de los economistas -de cualquier pelo político, adelanto- se ha manifestado en contra de ensobrar con el voto la papeleta que plantea anular la reforma y volver atrás. La mayoría de los dirigentes políticos también considera que es un error anular la reforma que hizo este gobierno: lo han afirmado los dirigentes del Partido Nacional, del Partido Colorado, del Partido Independiente y de Cabildo Abierto. ¡hasta los candidatos del Frente Amplio!
Sin embargo el Frente Amplio en cuanto partido, como no pudo llegar a un acuerdo interno para rechazar la medida y tiene adentro la presión del Pit-Cnt al que no puede contradecir por temor a perder su apoyo y sus votantes, no pudo tomar posición, aunque muchos de sus dirigentes querría, y le dice ahora a sus integrantes: Uds. hagan lo que les parezca. ¡Curiosa postura para una dirigencia política! Doblemente curioso porque tanto Orsi, candidato a presidente por el Frente Amplio, y Cosse, candidata a vice, han dicho que no acompañan ese plebiscito. Orsi lo dijo desde el primer día; Cosse había dicho que firmaba pero que no sabía qué iba a hacer después, y ahora, en una fundamentación confusa (más tipo Orsi), dice que no, pero no mucho.
En resumen: todo el mundo está en contra de esa iniciativa menos el Pit-Cnt, y aún con la discrepancia de algunos sindicatos importantes.
El otro plebiscito es para quitar de la Constitución el artículo que prohíbe los allanamientos nocturnos. Con la seguridad pública en el estado que está es evidente que en este sí hay que introducir la papeleta y votar a favor y permitir los allanamientos de noche como de día. Orsi dijo que no, que él está en contra de permitirlos porque hay barrios en los que no se puede entrar ni de día ¡mire Ud. si la policía va a entrar de noche! No entendió que esos barrios son peligrosos justamente porque la policía hasta ahora no puede allanar de noche.
El exfiscal Díaz también dijo estar en contra y lo hizo con un razonamiento tipo Orsi, pero de mala fe (cosa que no se le puede imputar a Orsi). Dijo Díaz: antes yo era partidario de los allanamientos nocturnos pero ahora no porque el gobierno lo plantea como una panacea que va a resolver todo. Deformar el punto en discusión, hacer de él una caricatura, para después criticarlo, es argumentar de mala fe. Antes estaba a favor, ahora está en contra simplemente porque lo propone el gobierno (que no habló de panacea).
Permitir los allanamientos nocturnos no es una panacea, es una medida más, muy conveniente y necesaria, para la lucha contra el narcotráfico. Obvio.
En el primer caso no apoyamos, no agregamos la papeleta, en el segundo sí.