La llegada del primer tren proveniente de la planta de UPM 2, cargado con celulosa, al Puerto de Montevideo anuncia la inminente entrada en servicio de otro de los eslabones de la cadena logística altamente integrada y coordinada que une a la industria forestal de nuestro país con los importadores de celulosa en ultramar.
En el pasado más o menos reciente han ingresado trenes con diferentes cargas al puerto. Pero, estas operaciones han sido esporádicas y en una escala limitada (reflejando la decadencia el sistema ferroviario uruguayo). Esto es lamentable porque el puerto fue diseñado para trabajar con el ferrocarril.
Lo sucedido la semana pasada implica cambios cuantitativos y cualitativos, tanto para la industria de la celulosa como el desarrollo del puerto. Incluyendo, el aumento del movimiento de buques y cargas; el desarrollo de la infraestructura del puerto (por ejemplo, las instalaciones de la terminal especializada de UPM) y sus accesos; y, un aporte también importante, la aplicación de las más modernas tecnologías para el transporte ferroviario y el manejo de las cargas.
En este primer ensayo el tren estuvo compuesto por trece vagones que trajeron 832 toneladas de celulosa.
El movimiento ferroviario a escala completa generado por UPM 2 podría llegar hasta seis convoyes cargados con celulosa diarios. Cada convoy estaría compuesto por hasta 24 vagones especializados con una capacidad 64 toneladas de celulosa cada uno. Los convoyes tendrían como máximo 475 metros de longitud incluyendo la locomotora y un peso cargado de 2.300 toneladas. Además, se despachará un tren diario con insumos para la planta. El sistema tiene suficiente capacidad para operar con otros usuarios. Lo que abre posibilidades para un renacimiento del ferrocarril en nuestro país.
La entrada en servicio a escala incrementará la demanda por servicios portuarios.
El movimiento de buques y mercaderías podría llegar a 23 buques anuales que embarcarían una carga completa de celulosa (se estima que serían 50.000 toneladas de este producto por buque), 48 buques que embarcarían una carga parcial, y 21 buques que llegarían con diferentes insumos para el proceso industrial. En total la terminal especializada manejaría casi 2,5 millones de toneladas de carga anuales. Una cifra importante, si consideramos que el año pasado el puerto movió en total 15,8 millones de toneladas de carga.
Lo que nos lleva al próximo eslabón de esta cadena logística: las características del puerto y de su canal de acceso.
En el contrato con UPM (noviembre de 2017), el Estado uruguayo acordó que correspondería a la ANP “realizar a su costo todos los trabajos de dragado necesarios con respecto al canal de conexión entre el Río de la Plata y la dársena adyacente al área de la concesión”, y estableció dos objetivos. El primero, a corto plazo, fue permitir el acceso de buques con 12,5 metros de calado; el segundo (que debe cumplirse dentro de los cinco años del inicio de las operaciones de la planta de celulosa) es hacer posible el acceso de buques con 13 metros de calado. En la práctica esto significó asumir el compromiso de dragar a -14,00 metros de profundidad.
Aquí, el reciente acuerdo conseguido en el seno de CARP, finalmente, abre la posibilidad de dragar el Canal de Acceso del Puerto de Montevideo a esa profundidad.