¿Qué podría salir mal?

Compartir esta noticia

Donald Trump anunció el aumento de impuestos más importante de la historia de los EEUU, con la imposición de aranceles al resto del mundo. El objetivo declarado es recuperar la riqueza que fue robada a su país reduciendo los déficits comerciales. Se trata de un camino terrible que revela una concepción burda y equivocada sobre el comercio.

Primero una aclaración, es falso que esto es reciprocidad por los aranceles que enfrentan los productos de EEUU en otros países. Estábamos avisados que la supuesta reciprocidad incorporaría también otras discriminaciones comerciales como barreras no arancelarias o distorsiones artificiales de la moneda. Es por eso que Trump presentó un cálculo de los aranceles que supuestamente enfrentan los productos de EEUU en el resto del mundo.

Rápidamente algunas personas en las redes sociales desentrañaron qué cálculos estaban en verdad detrás de los aumentos arancelarios presentados. El aumento arancelario no responde a ningún cálculo sobre la discriminación afrontada sino a uno sobre el saldo de la balanza comercial con cada país. Lo que Trump anunció ayer es que todos pagarán un arancel proporcional al superávit comercial que tienen con EEUU, con un mínimo del 10%. La torpe intuición detrás de esta medida es que las balanzas comerciales de EEUU deberían tender al equilibrio para con cada país del mundo, una brutal tontería.

Imagínense que yo como persona, o en mi emprendimiento, aspirara a que todas las personas con las que interactúo me compren a mi tanto como yo les compro a ellas. Parece improbable que mi peluquero esté interesado en contratar mis servicios como consultor económico, por lo que sistemáticamente tengo una “balanza comercial negativa” con mi peluquero. En la vida cotidiana de cualquier emprendedor tiene personas a las que normalmente les compra y otras a las que le vende, y claro que hay algunas con las que hace ambas cosas; pero no en idénticas cantidades.

A nivel de países es igual de absurdo esto. Uruguay tiene sistemáticamente balanza comercial favorable con China y desfavorable con Brasil. Lo cual en sí mismo no tiene nada de malo. Como en la vida personal, a algunos les compramos más de lo que les vendemos y a otros les vendemos más de lo que les compramos. Aspirar a tener equilibrios comerciales con todo el mundo es un sinsentido que desconoce lo más básico de las ganancias del comercio, restringiendo flujos comerciales, encareciendo el costo de vida y en consecuencia empobreciendo a todos.

Es curioso que ante esta brutalidad aún haya personas que creen que Trump no tiene convicciones proteccionistas, sino que todo es juego negociador. Algo de eso hay, pero va quedando claro que él cree en estas ma-las ideas que predica hace muchos años. Sus convicciones sobre el libre comercio no distan mucho de las de un kirchnerista.

Donald Trump y su secretario de comercio Howard Lutnick creen estar desarrollando un nuevo paradigma sobre el comercio y que los aranceles traerán gran prosperidad a su país. Lo más probable es que se estén generando un gran daño al mundo entero y abriendo un espacio de oportunidad único para el aumento de la influencia china.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar

La promo del nuevo programa de Canal 12
Leo Pacella y Germán Medina debutan en una nueva propuesta de viaje,
0 seconds of 25 secondsVolume 90%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
Próximo
Así fue la llegada de Anderson Maldonado para quedarse con la penúltima etapa de la Vuelta Ciclista del Uruguay
02:10
00:00
00:25
00:25