Poca cosa. ¿O no? Son elecciones voluntarias y con resultado previsible. Si un partido vota bien o regular no dice mucho. Tal vez sea a consecuencia de la disputa interna o puede ser fruto de un esfuerzo militante de partidos que tienen aparato aceitado de acarreo y buen “voto de opinión”.

El PC tiene algún grado mayor de incertidumbre por el relativismo de encuestas. Pero no sorprendería que la estrategia de alta inversión en publicidad del Dr. Ojeda pueda haber desbalanceado a su favor un ya desnorteado electorado descreído y sin referentes. Ese 12% de 2019 es capaz de aferrarse a un candidato “marketinero” con tal de olvidar el desasosiego que dejó el abrupto touch and go de Talvi. (Más daño no podía haber hecho). Mérito de Ojeda en cualquier caso. En los otros dos grandes conglomerados políticos no habrá sorpresas. Ganan Delgado y Orsi.

Quizás una compulsa de cómo “marcan” los que han salido a juntar votos porque en octubre sí se juega el gran partido. La interna interesante repito, es la del PC. El riesgo solo lo corre el propio PC de fuga de votos hacia otras opciones de la Coalición republicana. Y tal vez eso es lo positivo que rescato en estas elecciones. Casi toda la gente que vota en las internas de los partidos de la Coalición ni sueñan con “transfugar” su voto hacia el FA. Tal vez sea lo único rescatable que tenga nuestra “grieta” a la uruguaya. Ha sido tan “mala leche” el proceder de la oposición con el gobierno de Lacalle Pou que -al menos- ha servido para producir anticuerpos con sentido de pertenencia a cualquier entidad política que no se parezca a nada que sea liderado por un Fernando Pereira. O nada que tenga la indefinición chabacana de un Orsi o el aliento pestilente de algún promotor de firmas falsas.

En resumidas cuentas. Pocas sorpresas esperamos el 30/6. No obstante habrá mucho en juego conforme los partidos actúen rápido y en unidad anunciando sus “fórmulas”.

Dejo afuera al PC. Habrá disputa y algún conflicto pero lamentablemente el PC no define en octubre. Al FA le va la vida si no logra tener previamente definida su fórmula. Ya pagaron caro eso en elecciones pasadas. Parece simple visto de afuera pero no dudo que la responsabilidad de presidir el “legislativo” no parece ser funcional ni amigable al perfil “faraónico” de la ing. Cosse.

En el caso del PN el problema es complicado. Deberán elegir entre el potencial de seducción de una fórmula arriesgada o evitar resquebrajamiento de su unidad. Su ventaja es, adopten una u otra, que ya saben que debe quedar “cocinada” de antemano y anunciada en la noche del 30/6. Y en cualquier caso siempre supondrá “humo blanco” (vaya casualidad) con bendición “papal” incluida con efecto cicatrizador. (En fin... Nunca conocí un Papa que surfee).

Bueno es ir desayunando a indecisos a hacer calistenia cívica para definir si quieren vivir en tiempo de certezas y virtudes multicolores que el informe de Exante tristemente omitió o retroceder al mundo de las utopías nunca cumplidas donde se regodea el burócrata, sufre la clase media y se multiplican los pobres asistidos por el Estado. Combo perfecto para reinstalar el viejo “igualar pa’bajo” tan funcional y necesario para el Foro de Sao Paulo y su sucursal celeste.