Reflexiones sobre octubre

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No salió el plebiscito sobre la Seguridad Social. Con todo, sacó muchos votos. Muy probablemente el PIT volverá a la carga, sobre todo si Orsi gana el balotaje. La sola existencia de ese riesgo tendrá consecuencias negativas sobre la inversión y la deuda pública.

II. Elección Pacífica. No por esperable deja de ser un elemento favorable.

III. No se rompió el sistema de partidos. Ídem.

IV. Las opciones rupturistas o de outsiders sumaron menos que en la elección anterior (Manini 2019 vs Manini + Salles 2024). En contrapartida, Identidad Soberana tendrá mucho poder de daño.

V. Campaña con alto grado de desinterés y apatía. Sin grandes propuestas. Sin grandes expectativas.

VI. Gobierno con alta aceptación no consigue traducirlo electoralmente. (50% aprobación. 48% votos) ¿La gente aprobó lo hecho, pero no quiere más de eso? ¿Temor a mayor liberalismo?

VII. Las opciones más exitosas (FA con predominio MPP) son opositoras, pero no extremas.

VIII. Alto nivel de indecisos y de decididos el mismo día de la elección (10% de los votantes, según Equipos). ¿Por que estaban pensando, o por qué no habían pensado nada?

Decantando hasta aquí:

1. La sociedad convive con su sistema democrático con un talante de razonable (¿resignada?) complacencia. 2. Hay fastidio con relación a ciertos aspectos de la vida social, pero no bronca. 3. Tampoco hay grandes esperanzas (¿reclamos?). 4. Las propuestas de la casi totalidad del espectro político juegan dentro de ese pentagrama. 5. No parece haber mandatos fuertes ni específicos.

¿Es el Pacto de la Penillanura?

IX. Profundizando en resultados:

A. FA votó muy bien y no sólo en Montevideo-Canelones. Dentro del FA: 1. El MPP mató. ¿Por su propuesta? ¿Por sus candidatos, más allá de Orsi? Ninguna de las dos opciones es concluyente. ¿Por una mística/cultura, encarnada en Mujica? Posiblemente. Pero, ¿cuál es esa mística? ¿Cuál su contenido? ¿Su mensaje? ¿Se basa en una inquietud (reclamo de cambio), o en una variante de la complacencia (mejorar algunas cosas, ser más solidarios, voluntarismos)? La idea fuerza más visible es la de igualdad.

Predomina un relato. Que no contiene ideas muy potentes. Pero que es potente en sí.

Queda la incógnita de cómo funcionará el MPP si le falta el matrimonio Mujica-Topolansky.

2. Severa disminución del centro “socialdemócrata” ¿Por qué atrae más el MPP que el autoproclamado “seregnismo”? ¿Por el relato?

3.- Muy mala votación del PC

4. ¿Qué pistas se pueden deducir de todo lo anterior? Una preferencia por evitar cambios profundos en temas económicos básicos: tributarios, gasto público, derecho de propiedad… Que incluye evitar reformas de fondo. Preferencia por políticas igualitarias. Inclinaciones protrabajo y proigualdad.

5.- Por último: cómo afectará al FA el desbalanceo interno?

B. Partido Nacional. 1. Popularidad del presidente y aprobación de la gestión de gobierno no derramaron mucho. 2. Crisis del Herrerismo: ¿terminal? No aparece (aún) nadie que le reinyecte ideología y organización, claves de su éxito histórico. 3. ¿Cómo decanta el liderazgo intrapartidario? ¿Monopolio de Lacalle Pou? 4. Cómo afectaría eso el futuro del PN?

C. Partido Colorado: ¿Cuánto demora un enfrentamiento Bordaberry-Ojeda? ¿Quién sale ganador?

¿Qué efecto tendrá sobre el partido?

D. Futuro de la Coalición: Queda reducida a dos integrantes. ¿Qué estrategia elegirá si pierde el balotaje: operar como coalición o ceder el protagonismo a los partidos y competir internamente? Probablemente lo segundo.

X. Reflexiones de fondo:

¿El país se movió ideológicamente? No parece. ¿Qué efectos tuvo la campaña electoral? ¿En su transcurso hubo cambios sustanciales de opinión? No parece. Orsi, a pesar de evidenciar carencias, no cayó. ¿Prueba de la falta de interés general?

En definitiva, la conclusión es que la sociedad decidió basada en la presunción de que de futuro no hay grandes riesgos, ni incertidumbres y que lo mejor es ajustar algunas cosas, pero no meterse en grandes cambios. Ya había escrito estas líneas cuando me llegaron datos de un par de encuestas: 1.- Pregunta: ¿cómo califica el rumbo actual del país? 63% positivo, 39% negativo. 2.- Pregunta: continuidad o cambio? 59% continuidad, 39% cambio. Contrastando eso con el resultado electoral, ¿qué se puede concluir? Acertaste: el Pacto de la Penillanura.

La elección deja (por lo menos) tres problemas planteados: 1.- Una gobernabilidad muy difícil, vista la composición de las Cámaras. Requeriría bajar la intensidad de los enfrentamientos y aceptar el pago de costos políticos, cosas que hoy no están en el ambien-te político. Habrá que ver si la situación de trancazo lleva a los partidos a un ambiente de mayor negociación. 2.- Poca probabilidad de que se vayan a encarar ciertos problemas estructurales, que requieren de decisiones duras, casos como la competitividad, la reforma del Estado y la reducción de la pobreza, máxime cuando la situación fiscal será muy ajustada. 3.- Una lectura de la realidad que puede estar equivocada: si sobrevienen dificultades, ni la estructura política votada, ni el talante general parecen ser los adecuados para enfrentarlos.

En suma: ¿una elección de espaldas a la realidad?

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